Más casos avanzados de cáncer al disminuir pruebas y cribados durante la pandemia

La paralización del sistema sanitario supuso hacer un 25% menos de broncoscopias para detectar tumores en el pulmón, citologías de útero, mamografías y colonoscopias

Imagen de una unidad de diagnóstico rápido de cáncer de mama en un  hospital

Imagen de una unidad de diagnóstico rápido de cáncer de mama en un hospital / INFORMACION

J. Hernández

J. Hernández

El impacto de la pandemia en el cáncer ya tiene cifras. La caída en un 25% de las pruebas de detección de tumores de pulmón, y de las citologías para la detección del cáncer cervicouterino; y la disminución de los cribados de cáncer de mama y colorrectal hacen prever un importante aumento de casos en estadio avanzado de estos tumores en los próximos años.  Los pacientes a los que se hizo algún procedimiento relacionado con la patología oncológica fueron un 13% menos.

Estos datos se recogen en el "Estudio de impacto de la pandemia por covid-19 sobre la prevención y el control del cáncer en el Sistema Nacional de Salud", que cuantifica los estragos que el parón de 2020 supuso para esta patología y que confirma que la reducción en las pruebas, diagnósticos y cribados traerán un repunte de tumores graves en la población. Este informe ha sido elaborado por el Ministerio de Sanidad, y lo ha presentado este lunes a las comunidades durante el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

De acuerdo al estudio, el número de pacientes a los que se ha realizado algún procedimiento relacionado con la patología oncológica se ha reducido en más del 13 por ciento y se ha producido una merma en las pruebas para el diagnóstico mediante broncoscopia del cáncer de pulmón de un 25% y en exacto porcentaje de las citologías para la detección del cáncer cervicouterino.

La investigación fue encargada a la Fundación Avedis Donabedian y es fruto de la información aportada por 46 hospitales para medir las consecuencias que se sabía que el parón del covid-19 acarreará en el abordaje del cáncer. También a consecuencia de la pandemia, los programas de detección precoz de cáncer de mama y colorrectal sufrieron una disminución significativa en términos de cobertura, es decir, de población invitada a formar parte del programa.

Menos pruebas de pulmón

El análisis se centra en cuatro cánceres —pulmón, mama, colon y hematológicos—, que han sido estudiados según su incidencia, prevalencia y gravedad. El parón a causa de la infección por SARS-CoV-2 provocó la congelación de pruebas de detección y ahora los diagnósticos podrían aparecer de golpe.

La pandemia ha atacado sobre todo al cáncer de pulmón, tanto por la caída del número de pruebas como de diagnósticos. De esta neoplasia se hicieron 13.101 exploraciones menos (25%) respecto a 2019; sobre la positividad de las pruebas -que da una idea del número de diagnósticos, aunque no todas tienen esta finalidad-, las broncoscopias positivas disminuyeron en 2.113 casos (15,4 %).

También se hicieron un 25% menos de pruebas de cáncer de útero aunque en caso de las citologías se señala que la disminución se podría deber a la implantación del cribado poblacional de cáncer de cérvix.

Si se atiende a las pruebas, le seguiría en la caída de pruebas el cáncer de colon (15,16 %) y luego el de mama (10,64 %). Ante la "magnitud relevante" de la disminución de los diagnósticos de estos tumores, los expertos lanzan esta previsión: "En los próximos años se producirá un aumento de los diagnósticos en estadios más avanzados".

"En los próximos años se producirá un aumento de los diagnósticos en estadios más avanzados".

Expertos del Ministerio de Sanidad

Por su parte, las neoplasias hematológicas registran un 4,49 % menos de pruebas y 0,49 % menos de diagnósticos.

Igualmente, se vieron afectados los programas de cribado de mama y colorrectal. El más afectado fue el colorrectal, cuya cobertura, que en 2019 superaba el 70 %, sufrió descensos importantes en todas las comunidades.

Mientras, la cobertura del cribado de mama disminuyó en todos los territorios -más en Navarra, un 46,6 %, País Vasco y La Rioja, donde la caída roza el 40 %-, excepto en Galicia y Melilla, aunque siete comunidades lograron mantenerla por encima del 80 %. La participación se mantuvo en niveles similares a 2019 menos en Madrid, donde la variación fue del 31 %.

Menos altas

Uno de los mejores indicadores para medir el impacto significativo de la pandemia es el de pacientes dados de alta con diagnóstico principal oncológico, que fueron un 12 % menos. Este descenso es «todavía más pronunciado» si se toman en cuenta el número de altas de pacientes con diagnóstico oncológico a los que se ha practicado algún procedimiento relacionado con el cáncer.

«Estos dos indicadores pueden dar una idea aproximada de la caída en el número de diagnósticos en el conjunto del territorio español», dice Sanidad en este documento, en el que informa de que la cifra de pruebas diagnósticas realizadas disminuye para los cuatro tipos de cáncer analizados y en algunos casos de manera «muy pronunciada».

Los efectos de la pandemia también se notan en las sesiones de quimio y radioterapia, aunque parte de la variación se puede explicar por la prescripción de terapias de quimioterapia oral.

En los 3 meses más duros del covid-19, las sesiones de quimio bajaron casi el 10 % y aunque el ritmo se suavizó a lo largo del año, no se recuperaron los niveles de actividad previos.

La actividad radioterápica se sostuvo relativamente durante los primeros meses, pero cayó después, cerrando el año con una disminución del 9,4 % (71.684 sesiones menos). En el caso de las biopsias, se dejaron de practicar casi 608.000.

También bajaron las visitas a oncología médica, sobre todo con el confinamiento (-12 %); las pediátricas son difíciles de valorar pero sí hubo un impacto negativo con una reducción de primeras visitas en oncohematología en aproximadamente 850 unidades.

De la información aportada por 46 hospitales, se deduce que los centros pusieron en práctica un abanico de medidas -como consultas telefónicas con psicología y psiquiatría, la puesta a disposición de un teléfono de asistencia psicológica, la elaboración de vídeos de autoayuda o un webinario- para prevenir y abordar la aparición de sintomatología ansiosa y depresiva en los pacientes con cáncer.

En general, también se mantuvo el acceso a cuidados paliativos, e incluso la mitad de los hospitales desarrollaron nuevas iniciativas o adaptaron las existentes para garantizar el acceso.