El Síndic de Greuges urge al bipartito a tomar medidas sin más demora contra el ruido en el Casco Antiguo de Alicante

El defensor del pueblo valenciano, tras una queja presentada por los vecinos, reclama al gobierno municipal que "acelere" la toma de decisiones "inspectoras, preventivas y sancionadoras necesarias para eliminar la contaminación acústica" - El bipartito activa la fase de enmiendas de la ordenanza del ruido tras diez días de bloqueo por la falta de informes

Una reciente protesta de vecinos por el ruido en el Casco Antiguo de Alicante

Una reciente protesta de vecinos por el ruido en el Casco Antiguo de Alicante / Rafa Arjones

C. Pascual

C. Pascual

Nuevo revés del Síndic de Greuges contra la gestión del Ayuntamiento de Alicante. En esta ocasión, por la falta de medidas para hacer frente al ruido del Casco Antiguo, un problema por el que llevan luchando años los vecinos de la zona. El defensor del pueblo valenciano, en una resolución tras una queja presentada por la Asociación de Vecinos Laderas del Benacantil, urge al bipartito de Alicante a "en el ejercicio de sus competencias en materia de control de actividades y de contaminación acústica, acelerar la adopción de todas las medidas inspectoras, preventivas y sancionadoras, que sean necesarias para eliminar la contaminación acústica existente en la zona del Casco Antiguo, que está afectando a los derechos de los vecinos a la inviolabilidad del domicilio, la protección de la salud, a un medio ambiente adecuado y a una vivienda digna".

Además, el Síndic, "a la vista del número de establecimientos y de las mediciones de ruido realizadas", pide al ejecutivo liderado por Luis Barcala a que "valore la posibilidad de declarar zona acústicamente saturada la zona del Casco Antiguo".

Por otro lado, la institución encabezada por Ángel Luna reclama al Ayuntamiento a "adaptar con carácter urgente" la Ordenanza Municipal sobre protección de ruidos y vibraciones a los nuevos criterios, en alusión a Ley de Protección Contra la Contaminación Acústica, y su desarrollo reglamentario. Al respecto, el bipartito de Alicante impulsó la nueva ordenanza del ruido, con su aprobación inicial en Junta de Gobierno, reactivando un proceso que se quedó paralizado hace cuatro años.

Sin embargo, tras diez días de paralización por la falta de informes, la fase de enmiendas ha arrancado este viernes, lo que ya imposibilita, por una cuestión de tiempos, que se aborde en el pleno de este mes de marzo. Los grupos podrán registrar las propuestas de cambios hasta el próximo 3 de abril. A continuación, los técnicos pasarán un primer filtro y las enmiendas "vivas" se debatirán y votarán en una comisión de Urbanismo. Así, la ordenanza tendrá que ser votada en la última sesión del mandato municipal, la prevista para finales de abril. La aprobación definitiva ya tendría que ser un "encargo" para la próxima Corporación municipal, la que salga de las urnas del 28M.

La queja vecinal que da pie a la última resolución del Síndic sobre el ruido en el Casco Antiguo se presentó a finales de 2022, ante las molestias que sufren los vecinos por los "establecimientos que se ubican en la zona del y sus horarios de funcionamiento".

Según concluye el defensor del pueblo valenciano, ante la información facilitada por el Ayuntamiento, "se han venido realizando inspecciones en determinados establecimientos de la zona, si bien las inspecciones se refieren, en su mayoría, al cumplimiento de las previsiones del Plan Especial del Casco Antiguo (PECA) en relación con la cartelería y los aparatos de aire acondicionado, citándose tan sólo tres actuaciones referidas al funcionamiento de establecimientos, y no figurando -prosigue el Síndic- la realización de inspecciones en relación con la existencia de licencia o autorización para el ejercicio de las actividades que muchos establecimientos vienen desarrollando, y que cuentan con ambientación musical, que es una de las fuentes principales de la contaminación acústica que vienen sufriendo los vecinos de la zona".

Tal y como subraya la resolución, "tampoco constan en el informe la realización de mediciones sonométricas para comprobar los niveles de ruido procedentes de los distintos establecimientos, ni la exigencia de auditorías acústicas a los establecimientos que cuentan con licencia, incluso las anteriores a la legislación en materia de contaminación acústica, tal como dispone la Disposición Transitoria Primera de la Ley 7/2002, de 3 de diciembre, de la Generalitat Valenciana, de Protección contra la Contaminación Acústica".

En su resolución ante la queja vecinal, el Síndic subraya que se deben llevar a cabo "actuaciones preventivas, debiendo valorarse la oportunidad de adoptar medidas como reducir la superficie y los elementos (mesas y sillas) autorizados a los bares del entorno, limitar el horario de funcionamiento de las terrazas instaladas y preservar las superficies necesarias para el correcto funcionamiento del espacio público manteniéndose libre de veladores para facilitar el tránsito peatonal".

Las actuaciones preventivas, añade el Síndic, "deben ir acompañadas por la adopción de medidas sancionadoras, lo que implica la realización de inspecciones sobre las condiciones de funcionamiento de los establecimientos, y la medición de los niveles sonoros de los equipos de sonido, así como un control estricto del cumplimiento de los horarios de cierre de los locales, sin perjuicio de la posibilidad de que, una vez formulada una declaración de Zona Acústicamente Saturada, el Ayuntamiento podría establecer horarios más limitados, u otras medidas que se consideraran adecuadas para la reducción de la contaminación acústica". 

Reacciones

Desde los vecinos del Casco Antiguo, Javier Gangoso subraya la contundencia de la resolución del Síndic: "Tras seis meses de análisis, la conclusión es demoledora para la Administración, porque refleja la dejadez e inacción ante el grave problema que sufrimos. Es decir, refuerza, por si no era ya evidente, que tenemos un problema, de ruido y degradación y sobre todo, sonroja y deja en evidencia a la administración por su pasividad ante las evidencias".

Por su parte, el portavoz municipal de Unidas Podemos, Xavier López, ha criticado la gestión municipal. "El modelo de ciudad y la nula planificación turística de la ciudad nos ha llevado al punto crítico en el que estamos, con un centro inhabitable para el vecindario, con graves problemas para desarrollar la vida cotidiana y con la presión de las empresas de alquiler vacacional que buscan exclusivamente la rentabilidad económica", ha apuntado López, quien ha añadido que "la resolución del Síndic es un jarro de agua fría a Barcala, aunque se sabe que ni él ni el PP van a ser parte de la solución al problema".