La mayoría de pacientes con trastorno tiroideo tratados con medicina nuclear se curan

Los radiofármacos se imponen en el tratamiento del hipertiroidismo, que puede causar problemas graves de corazón, y en el abordaje de tumores como los neuroendocrinos

El doctor Verdú junto a un técnico en diagnóstico por imagen con la gammacámara

El doctor Verdú junto a un técnico en diagnóstico por imagen con la gammacámara / INFORMACIÓN

J. Hernández

J. Hernández

La práctica totalidad de los pacientes con problemas de hipertiroidismo tratados con medicina nuclear curan su dolencia. Así lo afirma el jefe de Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Sant Joan, José Verdú, que señala que se trata con radiofármacos la enfermedad tiroidea en personas que no responden a otros tratamientos farmacológicos y que presentan síntomas como el bocio, la taquicardia o sudoración excesiva.

El tratamiento consiste en darles un radiofármaco, el 131INa, que se viene empleando desde hace muchos años y del que se conocen perfectamente sus efectos terapéuticos. Con la mayoría de los pacientes se interviene de forma ambulatoria, es decir, se les da la cápsula de este radiofármaco y tras valorar que su nivel de radiación no excede de unos límites determinados se marchan a casa. Un porcentaje pequeño “debe quedar ingresado, no por sus efectos secundarios, sino por la protección de las radiaciones de las personas que los rodean y del entorno”, explica el jefe de Medicina Nuclear. 

Este servicio ha celebrado recientemente la XXVI Jornada de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular de Valencia y Murcia celebrada en el edificio Severo Ochoa de la Universidad Miguel Hernández. Han asistido en torno a 80 expertos, entre médicos nucleares, operadores de instalaciones radiactivas y técnicos en diagnóstico por la imagen, que han compartido conocimientos sobre las técnicas de diagnóstico por la imagen gammagráfica (SPECT) y molecular (PET), el uso de equipos, el empleo de radiofármacos, la cirugía radioguiada o los tratamientos más novedosos como el empleo de nuevos radiofármacos para el abordaje de tumores como los neuroendocrinos.

En este sentido, Sanidad destaca la colaboración y coordinación entre los ocho centros hospitalarios que tienen servicio de medicina nuclear en la Comunidad, lo que permite una mejor atención a los pacientes.

Según ha explicado el jefe del Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Sant Joan, "los hospitales públicos autonómicos colaboramos a la hora de derivar pacientes que necesitan un tratamiento si no está disponible el servicio en determinado hospital. Al igual que vienen aquí enfermos de toda la provincia de Alicante a tratarse de dolencias como cáncer de tiroides, hipertiroidismo o feocromocitomas, también podemos derivar a un paciente a La Fe, por ejemplo, cuando está indicado un tratamiento con 177Lutecio-Dotatate", que es un nuevo radiofármaco.

El Hospital de Sant Joan d’Alacant trató en 2022 a 165 pacientes de toda la provincia por hipertiroidismo y solo 17 ingresaron hasta que bajaron sus niveles de radiación. El 10% de enfermos requirió hospitalización tras ser tratado contra el hipertiroidismo. La orina de las personas que reciben el radiofármaco debe ser recogida y desechada siguiendo un protocolo de seguridad, para no contaminar el medio ambiente de radiación.

Equipos de última generación

Previamente a administrarles la pastilla, se cita al paciente en el Servicio de Medicina Nuclear para explicarle en qué consiste el tratamiento y que firme un consentimiento informado. Luego se le realiza una gammagrafía de tiroides con los equipos de última generación del centro, prueba que “nos sirve a los médicos nucleares para calcular la dosis que le debemos administrar, en función de su peso y otras variables que nos da la gammagrafía”, explica Verdú.

Una vez tomado el fármaco, a los tres meses se le vuelve a citar para realizar un control clínico, último paso que incluye una analítica y que “desde la pandemia del covid realizamos telefónicamente para evitar desplazamientos a los usuarios”. Estos 165 pacientes han mejorado mucho su calidad de vida desde entonces, curando su hipertiroidismo, “si bien en torno al 50% y dependiendo del tipo de hipertiroidismo que habían desarrollado, pueden presentar hipotiroidismo postratamiento, pero ésta es una dolencia mucho más benigna que responde muy bien al tratamiento farmacológico y con muchos menos efectos secundarios”, añade el doctor.

En cuanto a equipos de alta tecnología en el sistema sanitario, el doctor José Verdú ha manifestado que "la medicina nuclear vive un momento dulce, ya que, con los equipos de vanguardia donados por Amancio Ortega, los adquiridos por el propio hospital, y los que están llegando provenientes de los fondos INVEAT de la Unión Europea, contamos en la sanidad pública con una tecnología puntera para atender a nuestros pacientes”.

“La medicina nuclear vive un momento dulce. Con los equipos de vanguardia donados por Amancio Ortega, los adquiridos por el hospital, y los que llegan provenientes de fondos de la UE, contamos en la sanidad pública con una tecnología puntera”

Doctor José Verdú

— Jefe de Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Sant Joan

Como ejemplo de esta renovación del parque tecnológico, en el Hospital de Sant Joan, centro referente de la sanidad pública en la provincia de Alicante para atender a todos los pacientes en el campo de la medicina nuclear, hay dos gammacámaras SPECT-TAC (equipos híbridos de última generación que permiten simultanear gammagrafrías y TACs) y un PET-TAC.

Uno de los últimos avances en medicina nuclear es la incorporación de nuevos radiofármacos para tratamientos metabólicos. La ponencia invitada, a cargo de los doctores Pilar Bello, y Stefan Prado, del Hospital La Fe, ha tratado de uno de estos tratamientos en pacientes con tumores neuroendocrinos utilizando como radiofármaco el 177-lutecio dotatate.

En este sentido, el doctor Verdú ha explicado que “aunque no son tan agresivos como otros, los tumores neuroendocrinos pueden segregar hormonas y provocar síndromes por esa hipersecreción hormonal, con efectos secundarios como úlceras gastroduodenales, o el síndrome carcinoide que puede provocar enrojecimiento facial o diarrea”.

“Ahora mismo estos tratamientos solo se aplican en La Fe, pero con un médico más que se incorporase a nuestro servicio podríamos prestarlo en el Hospital de San Juan y dar así servicio a toda la provincia de Alicante”

José Verdú

— Jefe de Servicio de Medicina Nuclear del Hospital de Sant Joan

En el futuro se ampliarán las indicaciones para el empleo de este nuevo radiofármaco, según explica el jefe de Medicina Nuclear, al tratamiento de otros tipos de tumores como los paragangliomas, feocomocitomas, o cánceres de tiroides resistentes al radioyodo.

Otro radiofármaco que ha aparecido recientemente es el 177lutecio-PSMA “con indicación terapéutica en tumores más frecuentes como el de próstata metastásico”, indica Verdú.

Por parte del Hospital de Sant Joan ha intervenido la doctora Olga Rosas, que ha comentado un caso que ejemplifica la utilidad de la tomografía por emisión de positrones (PET) en el diagnóstico de la encefalitis autoinmune.

La gerente del departamento de Salud Alicante-Sant Joan, Beatriz Massa ha querido destacar “la importancia estratégica del Hospital de Sant Joan en el abordaje y tratamiento de aquellos procesos que requieren medicina nuclear en la provincia de Alicante”.

La vicepresidenta de la Sociedad de Medicina Nuclear y Molecular de Valencia y Murcia, María del Carmen Redal, y médica nuclear en el Hospital Clìnic de Valencia, ha señalado que “hoy es un día importante para todos nosotros ya que podemos compartir inquietudes profesionales estrechar relaciones interpersonales y ver cómo cada servicio nos muestra su ciencia”.