El Gobierno convoca la mesa de la sequía para decretar la emergencia en Alicante

Los regantes del trasvase Júcar-Vinalopó piden una transferencia urgente de 8 hectómetros cúbicos ante la falta de lluvias y el director del Laboratorio de Climatología de la UA considera necesario ahorrar agua para el verano

El embalse La Cuesta de Villena está a la espera de un nuevo envío de caudales del Júcar para regar los sedientos campos del Vinalopó, l'Alcantí y la Marina Baixa.

El embalse La Cuesta de Villena está a la espera de un nuevo envío de caudales del Júcar para regar los sedientos campos del Vinalopó, l'Alcantí y la Marina Baixa. / Áxel Álvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

El subsecretario de Agricultura, Pesca y Alimentación, Ernesto Abati García-Manso, ha convocado la mesa de la sequía para este miércoles con el fin de evaluar la incidencia de la falta de agua en el sector agrario y dar seguimiento a la última reunión técnica a fin de intercambiar información con los sectores afectados.

Es previsible que el Gobierno anuncie la inminente aprobación, por parte del Consejo de Ministros, del decreto de sequía que contempla medidas urgentes para apoyar al sector agrícola y ganadero ante la escasez hídrica. Hay zonas como Andalucía y Cataluña donde la situación empieza a ser muy preocupante. En lo que a la provincia de Alicante se refiere la comarca de la Vega Baja se encuentra ya en estado de preemergencia por la sequía. También la Junta General de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y el Consorcio de la Marina Baixa va a solicitar formalmente 8 hectómetros cúbicos del trasvase del Júcar para suplir el estrés hídrico que están sufriendo los cultivos.

La prolongada asusencia de lluvias está llevando al límite a los cultivos de secano en toda la Comunidad Valenciana. Fundamentalmente a los cereales pero también al olivar, a la vid y al almendro.

Con el decreto de sequía se pueden tomar medidas importantes, como la disminución de tarifas por el agua de riego. Pero a juicio de Ángel Urbina, nuevo presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l'Alacantí y la Marina Baixa, "lo más importe es que el Ministerio apruebe urgentemente los documentos pendientes para poder firmar el convenio del uso del Júcar-Vinalopó y, de este modo, poder traer agua cuanto antes para combatir la sequía".

Y respecto a la Vega Baja la reclamación de los agricultores pasa por conseguir rebajar la tarifa del Tajo-Segura, eliminar el "tasazo" y disminuir el precio del agua desalada de Torrevieja. "Y respecto a los riegos tradicionales, el Consejo de Ministros debe eliminar cánones y tasas y acelerar los pozos de sequía y los riegos de socorro", puntualiza Urbina.

En la provincia de Alicante el problema no es tan grave como en otras regiones, principalmente las cuencas del Guadalquivir en Andalucía y de Cataluña, donde la situación ya es de emergencia y se han comenzado a aplicar restricciones en agricultura e, incluso, en usos urbanos del agua.

"Aquí en la provincia de Alicante hemos vivido de las rentas de las abundantes lluvias de la primavera del año pasado -marzo y abril de 2022 fueron excepcionalmente lluviosos- pero eso no quita que, al apenas registrarse precipitaciones desde la primavera pasada, a partir de ahora nos toca realizar una gestión muy prudente del agua, a través de un uso muy conservador y de ahorro porque esos caudales se están agotando", ha explicado Jorge Olcina Cantos, catedrático de Análisis Geográfico Regional en la Universidad de Alicante y director de su Laboratorio de Climatología.

"Situación delicada"

De momento una parte de la cuenca del Segura, en concreto la comarca de la Vega Baja, ha entrado ya en situación de preemergencia mientras la del Júcar se mantiene de momento en situación de normalidad dentro de los planes de gestión de sequía. Pero a partir de ahora los expertos aconsejan una vigilancia continuada y de análisis quincenal sobre la evolución de las precipitaciones. De ello dependerá la necesidad de aplicar otro tipo de medidas más importantes para paliar la falta de agua.

"Este es el panorama que nos espera en las próximas semanas y meses porque las previsiones de lluvia estacional no son muy optimistas con precipitaciones muy por debajo de lo normal en la fachada mediterránea española", precisa Olcina anunciando que "empezamos a entrar en una situación delicada". Por eso él es partidario de comenzar a trasmitir a la sociedad mensajes de uso prudente del agua, tanto en el sector agrícola como en los usos urbano-turísticos. "Y si la situación se agrava y no llueve en la provincia de Alicante durante esta primavera de momento el abastecimiento urbano está garantizado. Pero seguramente sería necesario aplicar medidas de reducción del consumo en agricultura a partir del mes de junio de cara al verano", advierte el catedrático de la UA.

Representación de la Comunidad

A la reunión, que presidirá el subsecretario, han sido convocados las organizaciones profesionales agrarias, cooperativas agroalimentarias y comunidades de regantes, además de representantes de los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y de Transición Ecológica y Reto Demográfico así como las comunidades autónomas.

En concreto por parte de la Generalitat Valenciana acudirán a la cita el valenciano Roger Blanes, secretario autonómico de Agricultura, y el alicantino Francisco Candela, secretario autonómico de Transición Ecológica y Emergencia Climática

La Comisión Permanente de Adversidades Climáticas y Medio Ambientales, cuya presidencia recae en el Ministerio de Agricultura Pesca Alimentación, sigue la situación climática desde el inicio del año hidrológico: del 1 de octubre al 30 de septiembre.

El pasado 30 de marzo se reunió a nivel técnico, con personal de los ministerios implicados, en concreto, de la Agencia Estatal de Meteorología, de la Dirección General del Agua, de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, así como del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

El objetivo de la reunión es continuar con el seguimiento de la situación de sequía que se atraviesa desde el año pasado y analizar la evolución climática, su incidencia en los cultivos y el ganado, además de analizar el estado de las reservas de agua en los embalses convirtiéndose en un foro de encuentro de todos los actores implicados para analizar las propuestas de actuación.