El «caso pérgola» obliga a desfilar ante la jueza al interventor y a dos técnicos municipales

Va a faltar día el próximo 16 de junio para que declaren todos los citados esa jornada, entre investigados y testigos, en el marco de la instrucción judicial abierta por el supuesto troceo de contratos en el Ayuntamiento de Alicante para varias actuaciones en la partida rural de la Alcoraya.

La magistrada María Luisa Carrascosa añadió este jueves otras tres comparecencias a las de los cuatro investigados que ordenó el lunes y los tres testigos que acordó llamar el miércoles. Se trata del interventor y de dos técnicos de la Concejalía de Infraestructuras, que acabó pagando las obras que había encargado la de Partidas Rurales pese a no tener competencias para ello. 

Quien fuera el titular de esta última cuando ocurrieron los hechos, que precisamente dejó su acta a raíz de que se hicieran públicos, Manuel Jiménez, figura como investigado junto su excompañero José Ramón González, edil de Infraestructuras. A los dos políticos del PP se les suma el empresario que acabó rehabilitando la pérgola bajo sospecha, Javier Alemañ, de Rehabilitaciones Grupo Leuka S. L., quien había hecho obras en casa de Jiménez además de compartir con el exedil hoguera en Florida-Portazgo, y el adjunto al jefe del servicio de Infraestructuras del Ayuntamiento, Manuel Martínez Marhuenda, encargado de supervisar los contratos.

La jueza del "caso pérgola" llama como testigos a los dos empresarios que desistieron de optar a la contrata

Entre los seis llamados hasta ahora a declarar como testigos se encuentran los representantes de las dos empresas que fueron invitadas en este procedimiento negociado, Construcciones Nuroal S.L. y Oguti Gestión S.L.P. , que desistieron de optar a la contrata, según consta en el expediente de la obra; el arquitecto que realizó el proyecto, Juan Francisco Galvañ, de Arquitectura Arquip S.L., y los tres citados este jueves.

El de mayor rango funcionarial, el interventor, Francisco Guardiola, al frente el departamento que dio el visto bueno al abono de estas actuaciones: 44.379 euros por la pérgola, 5.820 por el proyecto y 11.519 por cinco paneles identificativos para cada una de las cinco partidas rurales del municipio: Alcoraya, Moralet, El Rebolledo, la Cañada y Verdegás. 

La alargada sombra de una pérgola

También tendrán que desfilar ante la magistrada Carrascosa una arquitecta técnica y el técnico municipal de Obras Públicos y Jefe de la Unidad Técnica de Conservación de Vías Públicas, ambos de la Concejalía de Infraestructuras. 

El PSOE, que fue quien llevó al juzgado estos hechos después de que los hubiera desvelado este medio, ha sido citado el 2 de junio para ratificar la denuncia y hacerle ofrecimiento de acciones. El partido está estudiando si se persona como acusación particular. 

Invitaciones y desistimiento

En el expediente de la obra de la pérgola existe rastro documental de las invitaciones cursadas a las dos mercantiles que acabaron desistiendo de presentarse a la contrata así como de los correos en los que comunican su postura. No así, salvo que se haya traspapelado, en el caso de la empresa que se hizo con la obra, Rehabilitaciones Grupo Leuka S. L., de la que únicamente aparece el presupuesto que presentó pero no la invitación para que optara.

La callada por respuesta ha dado el alcalde de Alicante y candidato a la reelección por PP, Luis Barcala, desde que la magistrada decidió incoar diligencias por estos hechos y citar a declarar, y en calidad de investigados, a dos de sus hombres fuertes en el mandato que ahora expira. 

Quien en un Consistorio como el de Alicante, y hasta su dimisión por estos hechos, ha llevado el área de Fiestas, Partidas Rurales, Ocupación de Vía Pública y Participación Ciudadana, Manuel Jiménez. Y el responsable de competencias tan sensibles como Seguridad, Recursos Humanos, Infraestructuras y Movilidad. 

Ajeno a las llamadas del resto de aspirantes a ocupar su puesto en la Alcaldía para que explique qué conocimiento tenía de este polémico asunto, el candidato popular ha optado por el más absoluto mutismo.