Ni rastro de los servicios que iba a recuperar la playa de perros de Agua Amarga

Hace dos meses, el Ayuntamiento de Alicante adjudicó oficialmente el contrato que permitía recuperar cinco años después los servicios en la playa de perros de Agua Amarga, que incluía una "food truck", además de sombrillas y tumbonas durante dos años por un canon de 17.000 euros. Unos días después, se formalizó la adjudicación, según recoge el Portal de Contratación. Sin embargo, nada se sabe todavía de ese contrato, que se dejó en manos de un restaurante asiático, pese que desde el Patronato de Turismo aseguraron que se pondría en marcha antes de finalizar mayo.

Según el pliego de condiciones, las temporadas se extenderán entre la firma del contrato y el 15 de octubre, en el caso de 2023, y desde el 1 de mayo hasta la misma fecha, en 2024. Es decir, que este año, ya se han perdido dos posibles meses de ofrecimiento de un servicio que lleva cinco años sin prestarse. Pasado este plazo, todas las instalaciones de la playa deberán quedar desmontadas, siendo motivo de sanción el incumplimiento y pudiendo ser causa de resolución del contrato.

Además, en las bases también se fijan una serie de precios máximos, que en el caso de las sombrillas deberá ser de entre 7 y 8 euros diarios, el mismo que se establece para las tumbonas. Estos importes podrán ser modificados de forma anual por el Patronato Municipal de Turismo.

La playa de perros de Alicante volverá a tener quiosco y tumbonas cinco años después

En cuanto al servicio de comidas que se prestará a través de un quiosco-furgoneta, el horario de apertura será de 9:00 de la mañana a 1:30 horas de la madrugada, según el Ayuntamiento. Además, la superficie de la instalación no podrá superar los 20 metros cuadrados -más otros 50 de terraza- y deberá contar con, al menos, un cuarto de aseo, conectado por una pasarela de madera que garantice la accesibilidad. Actualmente, la “doggy beach” de Agua Amarga cuenta con servicio de socorrismo y salvamento, que ya está en marcha y se prestará hasta el mes de septiembre.

El de este año se trata del quinto intento consecutivo del Ayuntamiento de devolver los servicios a la playa, tras los fracasos encadenados desde 2019 a 2022, donde el contrato no interesó a empresas que cumplieran los requisitos. El pasado año, la licitación se impulsó a finales de junio. Un mes después se supo que la playa de perros de Alicante se quedaba, un verano más, sin servicios. Entonces, la única empresa que optaba no reunía "los requisitos, por lo que no se puede estimar su solicitud", según confirmaron desde el Patronato de Turismo, tras revisar la documentación que aportó.