Sexo en plena calle en el casco antiguo de Alicante: el motivo que llevó a una vecina a increpar a una pareja de chicas

La mujer reconoce que sus palabras no fueron correctas y denuncia las "repugnantes escenas" que se dan cada fin de semana en las calles del barrio de Santa Cruz

La mujer que increpó a las jovenes en el video de Santa Cruz reconoce que sus palabras no fueron correctas

Jose Navarro

El barrio de Santa Cruz ha sido noticia los últimos días debido a las palabras que una vecina dirigió a una pareja de jóvenes que se hacían fotos y vídeos bajo su vivienda. Las chicas, unas turistas que inmortalizaban su amor en el casco antiguo de Alicante, recibieron una dura reprimenda que miles de usuarios, y también varios representantes políticos, han interpretado como un ataque homófobo, algo que rechaza la antagonista -por imposición popular- de esta historia.

@pauidiazz

no me salía decirle nada porque no me lo esperaba, es una vergüenza que sigan pasando estas cosas en 2023

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Su nombre es Carolina Cerdán y no duda en reconocer que las expresiones que empleó no fueron las más afortunadas. La mujer, vecina desde hace años de esta parte de la ciudad, llega a calificar sus palabras como "repugnantes", tanto como las escenas que prácticamente tiene que ver a diario y que motivaron (que no justificaron) su polémica participación en este asunto, convertido en jaleo nacional.

La mujer agradece con cierta ironía la enorme magnitud que han adquirido los hechos, ya que así la población tendrá la oportunidad conocer cuál es la realidad del barrio. "Somos un decorado para despedidas", este es el término elegido por la vecina para definir la situación que sufre el casco antiguo, pero que se queda corto para describir el panorama que viven los residentes de la zona, "abandonada y ninguneada desde hace décadas", pero que atraviesa ahora sus peores días.

Picaderos a 15 euros la hora en Alicante

AFONDO

C.SUENA

Las webs de alquiler de viviendas ofrecen ahora un servicio alternativo: habitaciones por horas para encuentros sexuales. En Alicante existen al menos una docena de refugios pasionales ocultos en edificios. Acceder a ellos es fácil, rápido y barato.

La desatención del lugar, y sus consecuencias, han obligado a numerosos vecinos a tener que buscar un hogar en otra parte. "En la calle San Roque ya sólo vive una mujer sueca que no aguanta más", lamenta Cerdán, una de las afectadas que todavía se resiste a marcharse. Ella y cada vez menos personas son testigos de cómo el barrio es en la actualidad un picadero en el que cada fin de semana se producen encuentros de sexo furtivo, un problema que se suma a los males que desde hace tiempo campan a sus anchas en esta zona, como el botellón, el incivismo o la venta de droga.

Son numerosas las imágenes que dan fe de la denuncia de esta vecina, que afirma vivir en un continuo "estado de alarma" que ha llevado a que sean dos turistas las que hayan tenido que pagar el pato por compartir unas muestras de afecto ante la cámara de su móvil. Su comportamiento estaba lejos de tener la carga sexual que sí poseen otros de los muchos actos realizados al amparo de la oscuridad en los escalones y callejuelas de uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad, punto de reunión de desenfrenadas citas donde los jóvenes liberan su deseo sin ningún pudor y practican todo tipo de posturas a escasos metros de la entrada de las casas.

Estos encuentros están desbordando la paciencia de los vecinos, que creen injusto que "ahora se nos señale de homófobos". En este sentido, la principal afectada recuerda que otros residentes, que comparten el motivo de estas quejas, forman parte de la comunidad LGTBI y carga también contra los políticos que son "conscientes de lo que ocurre en el barrio", que no han aportado ninguna solución al respecto, pero que no han tardado en criticarla por su actitud hacia las dos chicas, implicadas de manera involuntaria en una polémica que poco tiene que ver con ellas.