Una escombrera ilegal en la periferia de Alicante

Los arcenes de las partidas rurales y de zonas como Rabasa se convierten en vertederos con restos de reformas, podas y materiales de todo tipo

Los vecinos lamentan la imagen que ofrecen sus barrios a causa de los incívicos

Una carretera de El Moralet, con vertidos de cerámicas, neumáticos y otros materiales.

Una carretera de El Moralet, con vertidos de cerámicas, neumáticos y otros materiales. / ÁXEL ÁLVAREZ

Alberto Losa

Alberto Losa

Alicante tiene una escombrera, ubicada en la avenida de Elche, y cuenta con otra próxima a su término municipal como es la de San Vicente del Raspeig. Sin embargo, son varios los incívicos han generado de manera ilegal otras dos. Una ubicada en la periferia de la ciudad, en Rabasa, y otra en las partidas rurales, a la altura de El Moralet. Estas dos últimas zonas se han convertido en un vertedero improvisado y los residentes lamentan que las calles de la ciudad se presten a restos de reformas, podas y materiales de diverso tipo en sus arcenes.

En las partidas rurales, la situación empeora estos meses al multiplicarse la población en verano. En todas las áreas que cuentan con contenedores, los escombros se acumulan a su alrededor, además de las zonas improvisadas que acumulan restos de poda y de bolsas con todo tipo de materiales.

"Es un problema porque los vecinos no pueden quemarlo. La norma del Ayuntamiento dice que no. Otro problema es que hay 2.000 residentes, pero en verano hay unos 5.000 y no están empadronados. Además, en algunos puntos no hay ninguna casa cerca, por lo que se juntan residuos industriales, neumáticos o televisores", explica Rowland Creed, vecino de El Moralet.

Un cartel advierte de la prohibición de verter escombros en El Moralet.

Un cartel advierte de la prohibición de verter escombros en El Moralet. / ÁXEL ÁLVAREZ

La presidenta de la asociación de vecinos Nou Moralet, María López Medel, añade que la situación está descontrolada pese a que los vecinos de esta partida rural tienen permiso para acudir al ecoparque de San Vicente: "Hay un sitio cerca de mi casa que está a punto de cortar la carretera por la cantidad de residuos. Se convierten en escombreras porque no es solo poda, hay sobre todo restos de obras, reformas y enseres. Todos estos objetos hay que llevarlos al punto limpio y nos preocupa la imagen de abandono".

Sin control

En Rabasa, la situación es similar, en especial en el camino Fondo Piqueres, que une el barrio con las Lagunas. Durante todo el recorrido, los arcenes están copados por bolsas de rafia llenas de escombros y los vecinos lamentan que el estado de esta zona va a peor: "Rabasa es un mar de escombros y el camino Fondo Piqueres es un vertedero", lamenta Carlos Sapena, miembro de la asociación de vecinos de Rabasa.

Muebles, neumáticos y demás desperdicios ocupan los lados del camino, algo que los vecinos no lo entienden: "Igual que vienen aquí, pueden ir al ecoparque, que es su sitio", lamenta Sapena.

El modus operandi, apuntan los residentes, es siempre el mismo: llega una furgoneta, tiran las bolsas a los arcenes y salen corriendo para seguir su camino.

Los vecinos entienden que estos distritos ocupan una gran extensión y que por tanto son difíciles de cubrir por parte tanto de la Policía Local como del servicio de limpiezas, pero exigen al Ayuntamiento más actuación para evitar estas imágenes.