Las palmeras del litoral de Alicante no están muertas... aunque lo parezcan

Vecinos y turistas se sorprenden del aspecto que presentan las plantas recién instaladas en Mártires de la Libertad, con las palmas completamente dobladas y hojas oscurecidas

Expertos en botánica señalan que el estado actual es habitual en este tipo de transplantes y que no compromete sus posibilidades de arraigo

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

Atadas, con buena parte de las palmas de color marrón y dobladas en ángulos de casi noventa grados. Ese es el aspecto que presentan las nuevas palmeras de la avenida Mártires de la Libertad de Alicante, para sorpresa de los vecinos y los turistas. "Parece que están tristes", señalaba hace escasos días una alicantina en las redes sociales. Sin embargo, las nuevas palmeras no están muertas, aunque pueda parecerlo.

Varios expertos en botánica han señalado a INFORMACIÓN que el estado en que se encuentran los ejemplares de "Washingtonia robusta", la especie escogida en la remodelación de la fachada litoral, no es preocupante ni debe entenderse como una señal de alarma en cuanto a su estado de salud.

El ingeniero agrónomo José Gálvez afirma que el aspecto doblado es consecuencia de la acción del viento, que se intensifica al encontrarse las palmeras atadas. Una práctica habitual en los casos de transplante, que se lleva a cabo para permitir que el cogollo central crezca con seguridad durante el periodo de arraigo. Este proceso puede llegar a extenderse durante varios meses y, según Gálvez, debería concluir aproximadamente para el inicio de la primavera.

De 3 a 6 meses

En la misma línea se pronuncia José Javier Sigüenza, de Baobab Viveros, quien señala que además del atado también puede llevarse a cabo una envoltura de cañizo. Sigüenza estima que las palmeras podrían mantenerse en esta situación durante un periodo de entre 3 y 6 meses. En cuanto al aspecto de los ejemplares, considera que podría deberse a que, con el viento, los nudos se deslizan y terminan provocando que la parte de las palmas ceda, pero que se trata de una variación que volverá a su estado natural una vez concluya la fase de atado.

Tras este plazo, Sigüenza afirma que la hoja más antigua todavía presentará una imagen oscurecida, con tonos marrones que pueden dar la impresión de secado, pero que la palma nueva nacerá con normalidad. Eso sí, advierte de que "los primeros brotes pueden ser algo más pequeños, ya que para el transplante se cortan las raíces, lo que limita la capacidad de absorción de la planta".

En cualquier caso, ambos expertos coinciden en que el porcentaje de éxito del traslado de las palmeras no se verá alterado por este curioso fenómeno, que pese a extrañar a los peatones que caminan junto a la avenida Mártires de la Libertad, no pone en peligro la supervivencia de las nuevas plantas.