Europa deja en el aire la llegada de alimentos a las familias pobres de Alicante a partir de enero

Las autoridades comunitarias realizan la última entrega física de comida a la provincia, 2,2 millones de kilos, cuando aún no han resuelto el nuevo sistema de vales de compra que entrará en vigor en 2024

Una donación de Amancio Ortega permitirá proporcionar leche y aceite a las familias tras cortar Bruselas el envío de estos productos

J. Hernández

J. Hernández

En el aire. Así queda la llegada de alimentos de Europa para las familias desfavorecidas de la provincia de Alicante (y del resto del país). Una situación de suspense que preocupa muchísimo a las entidades que se encargan de la distribución de la comida para los más vulnerables: los Bancos de Alimentos y Cruz Roja como organizaciones asociadas de distribución designadas para esta tarea.

El motivo es que la fórmula tradicional de entrega de alimentos se va a modificar. A partir del año próximo la comida no llegará en producto físico, como hasta ahora, sino que se repartirán vales de compra a los beneficiarios. Esta medida tendría que haber entrado en vigor en 2021: las autoridades comunitarias se han tomado tres años de transición para implementar cómo pero aún no han dado con el método.

Europa da 2,2 millones de kilos de comida para los alicantinos más necesitados

Jose Navarro

Así que los 2,2 millones de kilos de comida (por un valor de 4 millones de euros) que acaba de mandar Europa a la provincia con los que finalizan los lotes físicos pueden ser la última ayuda comunitaria de este tipo en mucho tiempo. El Banco de Alimentos gestiona la entrega de la mitad y Cruz Roja la otra mitad. Estos lotes se distribuirán a los beneficiarios desde este próximo lunes hasta el 30 de noviembre a través de 238 organizaciones asociadas de reparto en las distintas localidades alicantinas.

Para toda la Comunidad Valenciana serán 3,7 millones de kilos y en todo el país 36 millones.

Ahora mismo los beneficiarios superan los 75.000 en la provincia, casi un tercio más de los que se contabilizaban antes de 2020. Y eso que la presión ha bajado algo, porque llegó a rondar las 100.000 personas a raíz de la pandemia.

En un momento en que las cifras de pobreza están empezando a bajar y se consideran cubiertas las necesidades, las organizaciones de distribución temen un repunte de las colas del hambre en los próximos meses y la llegada de desplazados de Oriente Medio si el conflicto entre Israel y Hamas se prolonga.

La realidad es que 2024 está a la vuelta de la esquina y la ayuda alimentaria de Europa para el primer semestre no está garantizada.

"Va a haber que rezar para que no se note el hambre en las personas que lo están pasando mal porque ni siquiera han resuelto quién va a distribuir los vales, aunque parece que serán entidades públicas, ni se ha negociado con las cadenas comerciales. En tres años no lo han hecho, algo que es increíble, y hasta junio de 2024 no se sabrá nada. A partir de ahora no se entregarán alimentos sino tarjetas de compra y no llegarán al menos hasta el segundo semestre del año, algo que a las personas que lo pasan mal no les va a hacer mucha gracia", afirma Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante.

"Va a haber que rezar para que no se note el hambre en las personas que lo están pasando mal porque ni siquiera han resuelto quién va a distribuir los vales, aunque parece que serán entidades públicas, ni se ha negociado con las cadenas comerciales"

Juan Vicente Peral

— Director del Banco de Alimentos de Alicante

"Es una situación de gran preocupación porque vemos mucha ambigüedad a estas alturas y mucha indiferencia. ¿A qué se han dedicado (las autoridades responsables de preparar el cambio) desde 2021?". Peral ha acompañado este viernes al subdelegado del Gobierno, Carlos Sánchez Heras, en una visita a los almacenes donde se prepara el reparto de los últimos lotes físicos, "y se ha mostrado muy atento al problema y va a plantear todas las dudas en los lugares oportunos".

"Lo hemos comentado con el subdelegado para ver de qué manera en esos seis meses de 2024 se podría incorporar algún tipo de financiación que cubra ese periodo, esa ventana en el cambio de gestión"

Carolina Espadas

— Coordinadora provincial de Cruz Roja en Alicante

Desde Cruz Roja, presente también en la visita, añaden que se ha hablado con el subdelegado "para ver de qué manera en esos seis meses de 2024 se podría incorporar algún tipo de financiación que cubra ese periodo, esa ventana en el cambio de gestión", apunta Carolina Espadas, coordinadora provincial de la ong en Alicante.

Tarjetas prepago

Hasta ahora el producto físico se compraba al por mayor, se licitaba a la baja con créditos de la Unión Europea y se concedía una cantidad a cada país según sus circunstancias. De cara al sistema de vales, Peral indica que "los gobiernos han de llegar a un acuerdo con las cadenas comerciales para no cobrar el precio normal. Eso para el comercio minorista supone una pérdida de margen importante".

El cambio de sistema a tarjetas prepago conlleva incógnitas porque, para que no se identifique a las personas que tienen necesidad de las que no, se dirigirán directamente a los establecimientos comerciales, así que "el Estado o las comunidades tendrán que negociar con las cadenas unos precios especiales".

También puede afectar a los beneficiarios puesto que se apunta una reducción. Inicialmente solo recibirán los vales de compra parejas con hijos a su cargo, mientras que el resto tendrá que conformarse con donaciones privadas de cooperativas, fabricantes y distribuidores; y con las frutas y hortalizas como las que ofrece el Banco de Alimentos, al margen de la ayuda europea, en concreto 25.000 kilos semanales en Mercalicante.

Los 2,2 millones de kilos de comida que se repartirán a los beneficiarios de la provincia este otoño en la última entrega física de comida de Europea acaban de llegar en la segunda fase del programa, financiado este año en su totalidad por el Fondo de Recuperación y Resiliencia React-UE, del que se ha hecho uso para incrementar el apoyo al Fondo de Ayuda Europea para las Personas más Desfavorecidas.

En la primera fase de este año, la pasada primavera, también hubo problemas pues llegaron menos alimentos de la UE. La provincia recibió 913.000 kilos por valor de 1.500 millones de euros, la mitad de lo que era habitual.

"Estamos muy apretados", dijo entonces el director del Banco de Alimentos de Alicante, que preparó una recogida extraordinaria para junio al estilo de la Operación Kilo. Cruz Roja, por su parte, compensó los alimentos de menos que envía Europa con otras acciones, como las tarjetas prepago que ya entregan a familias para que puedan ellas mismas hacer compra de comida. "Es interesante por el tema producto fresco y para que puedan por sí mismas gestionar su propia compra", explicó la entidad.

En los primeros meses el año distribuyeron 1.200 tarjetas de este tipo y llevan gastados 67.000 euros en la provincia para la adquisición por las familias de este medio de pago dentro del Plan Cruz Roja Reacciona.

Ajustar los fondos

Desde la Cruz Roja, Carolina Espadas incide también en que 2024 es la fecha en que está prevista el cambio de la gestión del excedente que se generaba a través de los fondos europeos FEAD de ayuda a los más necesitados.

"Hay un periodo de unos seis meses aproximadamente, que es lo que dista desde la última entrega y distribución de los alimentos en especie que se están dando actualmente, y lo que será la entrega de las tarjetas monedero, en que no va a existir esa fase intermedia. Todas las entidades deben ajustarse con otros fondos para poder llegar a las personas a las que se estaba atendiendo y ya hay previsión de atención en este sentido", señala.

"Hay un periodo de unos seis meses aproximadamente, que es lo que dista desde la última entrega y distribución de los alimentos en especie que se están dando actualmente, y lo que será la entrega de las tarjetas monedero, en que no va a existir esa fase intermedia de ayuda"

Carolina Espadas

— Coordinadora provincial de la ong en Alicante

Cruz Roja, y sus entidades colaboradoras, no prevén ni mucho menos una disminución de la demanda el año que viene, por lo que mantendrán una actividad similar, sobre todo tras el incremento en los artículos de primera necesidad.

"Esto viene a confirmar que existe esa demanda y en estos meses próximos también se va a plantear. Estamos viendo alternativas con nuestro Plan Reacciona y otras subvenciones para poder hacerle frente".

Leche y aceite

Además, este año Europa ha cortado el envío de dos alimentos básicos en la dieta: leche y aceite, que no llegaron en la primera fase de esta ayuda europea ni tampoco para el próximo reparto. La guerra de Ucrania, la crisis del gas y el petróleo, y la inflación están detrás de las dificultades de Europa este año con los lotes de la leche hasta el punto de suprimirlos. "Se sacrificaron muchos animales porque la inflación daba pérdidas y no se atrevieron a licitarlo por si el concurso quedaba desierto", apunta Peral.

Ya en la entrega de finales del pasado año llegó mucha menos cantidad de leche, unos 666.000 litros. Fueron las últimas botellas recibidas de Europa.

Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante

Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante / Jose Navarro

Sin embargo, es un alimento de primera necesidad que suponía hasta el 40% de los lotes para los más vulnerables. En segunda fase sí podrán repartir algo de leche y de aceite gracias a una donación de Amancio Ortega, que ha dado 50 millones de euros a Cáritas, Cruz Roja y la Federación de Bancos de Alimentos para este fin, lo que permitirá hacer llegar a los más pobres en torno a un tercio de la cantidad que recibían antes de ambos productos.

Entre Cruz Roja y el Banco de Alimentos atienden con comida a entre 75.000 y 80.000 personas en este momento (35.500 la primera ong). Una cifra que ha sufrido numerosos vaivenes en las últimas dos décadas, pues las 30.000 de hace 17 años subieron a 50.000 con la crisis de 2008; y en 2013 se redujeron de nuevo a 30.000.

Conflicto en Oriente Medio

La pandemia, agravada por la guerra de Ucrania, disparó la necesidad hasta rondar las 100.000 personas, incluso de perfiles atípicos que nunca habían estado en las colas del hambre.

De cara a los próximos meses, la guerra entre Israel y Hamás puede causar desplazados "y el problema podría endurecerse. Nada bueno auspicia cuando hay algún problema tan serio porque siempre hay inmigrantes", apunta el responsable del Banco de Alimentos.

"El problema podría endurecerse. Nada bueno auspicia cuando hay algún problema tan serio porque siempre hay inmigrantes", en referencia al conflicto en Oriente Medio

Juan Vicente Peral

— Director del Banco de Alimentos de Alicante

El año 2023 es el último en el que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación participa en la implementación de los planes del programa de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas de la Unión Europea, en el que participa desde el año 1987 de forma ininterrumpida. 

A partir de 2024, el Ministerio de Trabajo y Economía Social, y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, serán los ministerios competentes para articular este modelo de ayuda en España.