El barrio del cementerio de Alicante irradia color

El programa Asertos crea un festival de tres días donde los residentes comparten su talento en talleres de cerámica, esparto y ganchillo

Tres artistas pintan cuatro nuevos murales en la zona

El vecindario del cementerio abre las puertas al resto de Alicante en su primer festival. La zona se llena de color con la iniciativa "La Luz del Barrio" que lleva en marcha desde este viernes con distintos talleres y actividades que promueven el ocio y el disfrute para todo aquel que quiera acercarse.

La comunidad que se asienta en el barrio del cementerio tiene mucho talento que enseñar al resto de Alicante. Y así lo está demostrando estos días en los talleres de esparto, cerámica, ganchillo e instrumentos musicales.

La iniciativa nace desde el programa de regeneración urbana Asertos, liderado por Arquitectura sin Fronteras y en colaboración con las asociaciones Quatorze. Las personas que integran este proyecto se dedican a identificar las necesidades básicas de los "barrios olvidados" de la ciudad, pero también trabajan con los recursos humanos y las historias de cada persona.

El coordinador de Asertos, Daniel Millor, explica que "empezamos a ver que había recursos comunitarios de cosas que la gente sabe hacer, cosas que quieren aprender..." es a raíz de ese momento cuando nace la idea de crear un festival propio para el barrio. "El objetivo es que el resto de la ciudad vea el barrio en positivo. En un barrio que no hay luz, ni alumbrado público, ni las calles están asfaltadas son los vecinos los que dan su luz con sus conocimientos", sostiene Millor.

En una zona donde las ayudas públicas llegan a cuenta gotas, es fundamental la mano de Daniel y todo el equipo del programa, pues como nos cuenta Manolo, vecino del barrio, ellos se han encargado de crear lazos entre los residentes para que junten sus recursos: "Nos quejábamos de como estaban las calles hasta que ellos nos pusieron en contacto y entre nosotros vimos que cada uno sabía hacer una cosa", es decir, los propios residentes comprobaron que uno era albañil, otro carpintero... y, así, juntando cada uno sus conocimientos han conseguido muchas mejoras en la zona: "Nos dan el privilegio de poder participar en nuestro propio barrio y nos da la satisfacción de poder arreglarlo nosotros mismos".

Durante los tres días de festival se están llevando a cabo diversos talleres sobre esparto, cerámica, ganchillo e instrumentos musicales. Lorena Arcos es educadora ambiental y maestra de trenzado de esparto, este taller se encuentra en la parte alta del barrio: "Tenemos diferentes niveles para las habilidades de cada participante. Los niños más pequeños han hecho pulseras, adornos de Navidad para el árbol...". Alejandra, vecina del barrio no ha dudado en unirse al taller, poniéndose como reto terminar el bolso antes de que acabe el festival.

Murales

"La Luz del Barrio" ha traído consigo la realización de cuatro murales que llenan de color la zona y formarán un recuerdo para siempre de esta primera edición del festival. Para ello, tres artistas se han empleado a fondo para realizar estas pintadas en cuatro partes del barrio.

El artista Miguel Ángel ha llevado a cabo dos de los murales, uno de culto y otro llamado "Caleidoscopio barrio cementerio". En él ha querido combinar fragmentos de fotografías tomadas a lo largo de una tarde en un solo lienzo, mostrando la evolución de la luz, la actividad humana y la atmósfera en ese lugar.

Por otro lado, la artista Gemm Genera se encuentra pintando un mural en el parque Sol. Nos cuenta que la primera idea era trabajar con las mujeres del barrio, pero al estar el muro en un espacio de juegos infantiles ha decidido adaptarlo para ese fin: "Vamos a trabajar con formas geométricas. Los niños nos han contado que le gusta pasar el coche por encima de pared, simularemos unos caminos". Mientras que Randy Arnold, autor de otro de los murales sostiene que "nos pidieron los vecinos que la bandera gitana estuviese presente en uno de los murales. He cogido la inspiración de una calle del barrio e irá en tonos grises, la intención es que la bandera gitana se deshaga en flores que coloreen el barrio junto al sol".

Además de los talleres, el festival también acoge visitas guiadas por el vecindario, comidas comunitarias e incluso actuaciones de los propios artistas del barrio.

La educadora social de Asertos, Inés Perrino, concluye comentando que "lo positivo de estos talleres es que hemos conseguido juntar barrios. En el taller de cerámica hay gente de Colonia Requena y del Cementerio. Las formadoras del taller de ganchillo son de Carolinas Bajas y eso es positivo. Es guay que se empiecen a conocer y creen lazos fuera de sus zonas".