La sequía y atraer a jóvenes agricultores acrecientan las incertidumbres del campo alicantino

«La agricultura es más que un medio de vida», defendía este lunes Rafael García, alcalde de Mutxamel, el primero en tomar la palabra en la mesa redonda sobre agricultura que, en el marco del Foro Municipalismo 2023, congregaba en el plató de InformaciónTV también a sus homólogos de Aspe, Antonio Puerto, Pinoso, Lázaro Azorín, y Almoradí, María Gómez.

La sequía, el incremento de los precios desde que la alcachofa, el tomate, la uva o el vino salen de las manos del agricultor hasta que llegan a la mesa del consumidor, y también de la propia agua, la necesidad de atraer a los jóvenes al campo o el valor añadido de la cultura gastronómica fueron algunos de los temas que se abordaron.

Agricultura, Industria y Turismo han sido los temas abordados en las mesas redondas

María Gómez subrayaba la incertidumbre, la inseguridad que se produce en la comarca de la Vega Baja por la sequía y los recortes del Tajo-Segura. «A las generaciones más jóvenes les está costando incorporarse por el aumento de los precios y los problemas del agua», decía Gómez. Antonio Puerto iba más allá: «El relevo generacional existirá cuando el joven vaya al campo y gane dinero, sea rentable», mientras que Rafael García reclamaba, para ese recambio generacional, políticas y fondos que hagan atractivo el sector. 

Abastecimiento

Mientras la alcaldesa de Almoradí mostraba su preocupación acerca de que, si sigue la carestía de agua, se puedan ver obligados a recurrir a los pozos de sequía en el sur de la provincia -«lo que sería un desastre para nuestros productos de calidad»-, el primer edil de Aspe, por su parte, ponía énfasis en cómo el agua del Júcar-Vinalopó va a abastecer de 350 hectómetros cúbicos durante diez años, lo que supone un aporte garantizado para al menos la uva de mesa.

Puerto criticaba no obstante el «manoseo que hay sobre el terreno», en el sentido de que, al menos en su municipio, no hay una protección específica del terreno para la agricultura frente a macroexplotaciones de energías fotovoltaicas.

Reconocimiento

Lázaro Azorín, por su parte, explicaba que en el caso de Pinoso «la situación es esperanzadora porque queda una fase para que llegue el agua», puesto que hay financiación y una apuesta clara por conseguirlo.

«La agricultura se ha de reconocer y agradecer, y agradecer a esas familias de agricultores que durante generaciones y generaciones han apostado por ella», subrayaba Azorín, quien reivindicaba dignificar la agricultura.

Mientras, el primer edil de Mutxamel también ponía el foco en la importancia de la mesa provincial del agua, donde todos se unieron con una sola voz para pedir agua a un precio adecuado.

Insolidaridad

«El peor nacionalismo que puede existir es que una comunidad que tiene agua no quiera dar agua a otra», afirmaba el alcalde de Aspe, quien lamentaba también que persista un incremento de cuatro o cinco veces del precio de la materia prima desde que sale del campo hasta que llega a los hogares. Para ello exigió un control de los precios.

Lázaro Azorín también mostró su orgullo por contar con un banco de tierras para alquilar; Rafael García destacó su corredor verde del río Monnegre y sus acequias históricas, como una oportunidad para ofrecer un turismo diferente; María Gómez mostró su preocupación por la desaparición paulatina de las pequeñas explotaciones; mientras que Antonio Puerto reivindicó un Plan Nacional Hidrográfico.