Análisis

Barcala y la "sensibilidad" de Adif con Alicante

El alcalde pone en valor el perfil del nuevo presidente de la entidad estatal, figura que será clave en la ejecución de proyectos estratégicos, como la variante de Torrellano, la estación intermodal o la ampliación de la ciudad por la zona sur

El alcalde Luis Barcala, durante una protesta a favor de la retirada de las vías del litoral.

El alcalde Luis Barcala, durante una protesta a favor de la retirada de las vías del litoral. / Áxel Álvarez

C. Pascual

C. Pascual

No es habitual que el alcalde de Alicante, Luis Barcala, tenga buenas palabras para cargos políticos ligados a gobiernos de izquierdas, como el central o el Botànic en sus años al frente de la Generalitat. El regidor alicantino siempre ha sido de ir más al cuerpo a cuerpo, de fomentar la confrontación con administraciones de otro color político. Así, llamó especialmente la atención cuando, recientemente, Barcala se refirió a Ángel Contreras, que el Consejo de Ministros nombró este martes oficialmente nuevo presidente de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias). El ingeniero valenciano (Torrent, 1975) ya era un hombre «de la casa» desde hace años. De hecho, llega ahora al cargo tras cinco años como director general de Conservación y Mantenimiento de la entidad pública. A lo largo de sus 23 años de carrera profesional, Contreras ha participado en proyectos de la línea de alta velocidad Madrid-Levante, así como en el mantenimiento de la red ferroviaria durante la crisis del Covid y en la resolución de incidencias relacionadas con efectos meteorológicos adversos, como Filomena o Gloria.

Barcala, adelantándose al nombramiento oficial del Gobierno de Pedro Sánchez, habló de su relación con el nuevo presidente de Adif durante el último pleno, celebrado el pasado jueves, mientras defendía la declaración institucional conjunta para solicitar formalmente que se tramite el proyecto de la variante de Torrellano por la vía de urgencia para acortar plazos. «Se da la circunstancia de que el director general con el que yo he estado despachando de forma habitual estas cuestiones, haciendo seguimiento desde que se inició la exposición pública y posteriormente presentamos las alegaciones, ha sido nombrado presidente de Adif», señaló Barcala adelantándose a los hechos, añadiendo: «Tengo que reconocer que ha sido sensible, muy receptivo como director general. Confío en que siga siéndolo como presidente de Adif». De hecho, hasta para el nuevo ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, el socialista Óscar Puente, también hubo buenos deseos del alcalde: «Y del nuevo ministro espero otro tanto, porque en otras labores nos hemos entendido también». 

Ángel Contreras, nuevo presidente de Adif

Ángel Contreras, nuevo presidente de Adif / INFORMACIÓN

Las palabras, dentro del fragor de la habitual batalla dialéctica, sorprendieron en el Salón de Pleno del Ayuntamiento de Alicante, donde resulta más habitual escuchar críticas, ataques, ofensas e improperios que halagos o incluso agasajos verbales. También del propio Barcala. Y más cuando fue, tras debatirse unos minutos antes una propuesta sobre la amnistía y la condonación de la deuda. 

Asuntos pendientes

No es de extrañar, sin embargo, que el alcalde de Alicante, aunque fuera de su perfil más habitual, intente ir de la mano de Adif. Y es que son muchos los proyectos estratégicos para la ciudad en los que la entidad estatal es determinante. Para empezar, la ejecución de la variante de Torrellano, que para el Ayuntamiento de Alicante supone la «única alternativa para la conexión del puerto con el Corredor Mediterráneo, la conexión férrea del aeropuerto con la capital, la mejora de la conexión ferroviaria por Cercanías con el sur de la provincia y Murcia, y la eliminación de las vías del frente litoral». Además, desde Alicante, bajo la presión vecinal, se rechaza la ejecución «provisional de la electrificación y modificación de ancho de vía de la línea del frente litoral, al estimar que es innecesaria y gravosa frente a la ejecución por vía de urgencia de la variante de Torrellano».

Pero, en esa relación obligada con Adif, Alicante no sólo está a la espera de esa conexión ferroviaria que podría despejar la fachada litoral en su zona sur. También reclama que finalmente no se ejecute el aparcamiento de trenes para el Corredor Mediterráneo junto a la antigua estación de Benalúa. En ese entorno, Alicante pretende, en cambio, «crecer» en zonas verdes a costa de que el tráfico de la avenida de Elche se desvíe por detrás de Casa Mediterráneo, lo que a su vez permitirá -si se acaba ejecutando el proyecto- la retirada de las antiguas vías y, por consiguiente, la ampliación del Parque del Mar. Todo esto va ligado al desarrollo de la Operación Integrada OI/3, cuyo convenio se llegó a redactar durante el pasado mandato, quedando su firma pendiente para después de las elecciones de mayo.

También es determinante la relación con Adif para el desarrollo de la estación intermodal, que se ubicará en el actual entorno de Renfe, donde además se prevé construir la conexión con el TRAM. De hecho, hubo una reunión reciente a tres bandas -Adif, Generalitat y Ayuntamiento- para desatascar el proyecto, que lleva meses a expensas de unos trámites para que se adjudiquen unas obras con presupuesto multimillonario. Visto lo visto, mejor ir de la mano de Adif, al menos que no falte voluntad desde Alicante. 

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