Unos perros "infractores" en la playa de San Juan de Alicante

Los vecinos señalan que algunos propietarios no recogen los excrementos de los canes y los pasean sin correa, dos actuaciones que suponen un incumplimiento de la ordenanza municipal

Dos personas pasean a un perro sin correa, esta semana.

Dos personas pasean a un perro sin correa, esta semana. / Héctor Fuentes

Alberto Losa

Alberto Losa

Los perros han tomado la playa de San Juan. Aprovechando las inusuales altas temperaturas de este mes de enero, quienes tienen un can en casa han acudido para pasear en compañía de sus mascotas. Pese a que Alicante tiene una playa exclusiva para perros en Aguamarga y que, como norma general, no se permite el acceso de animales a los demás arenales, entre noviembre y marzo hay una excepción —no indicada en todos los accesos a las playas, en las que sí aparece la prohibición de acceder con perros—, para que los canes entren a la arena.

El problema, como apuntan varios vecinos, es que algunos de los dueños de estos animales no respetan las normas de convivencia, como la de llevarlos atados o, en especial, recoger sus excrementos de la arena.

Algo que ha constatado el presidente de la asociación de vecinos Juntos Avanzamos, de Playa de San Juan, José Caracena: "Pasa mucho que durante estas fechas acude gente a la playa con los perros. En general no hay problema, pero siempre hay alguno que los lleva sueltos o que no recoge los excrementos. Al final la gente se molesta, porque en estas cosas pagan justos por pecadores". El representante vecinal subraya que se ha solicitado a la Policía Local que se intensifique la vigilancia para prevenir problemas en este sentido.

Un can suelto, en la playa de San Juan.

Un can suelto, en la playa de San Juan. / Héctor Fuentes

La ordenanza municipal de Tenencia, Bienestar y Protección de los Animales recoge que el acceso a las playas tanto para los perros como para todo tipo de animales a la arena está prohibido, salvo en aquellas playas expresamente autorizadas para perros, que en el caso de Alicante es la de Aguamarga. Como excepción, se permite que los canes puedan acceder "en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 1 de marzo, ambos inclusive", pero siempre respetando las medidas de seguridad y de salud pública. Esto es, los perros tienen que ir sujetos, con bozal en caso de que sea necesario y "se recogerán los excrementos que produzcan".

Además, añade la ordenanza en su artículo 29 que los animales "no podrán acceder a zonas de juego en parques o vías públicas", así como tampoco a recintos que tengan piscinas públicas o comunitarias. Cuando no haya recinto acotado para los canes, "los animales deberán ir sujetos para evitar que se aproximen a las zonas indicadas".

Sin correa

Varios vecinos aseguran que los dueños de los animales no siempre recogen los excrementos de los animales, quedando estos en la arena y provocando un problema de salubridad. Aunque estos casos son los minoritarios, son numerosos los perros que pasean por el arenal de San Juan sin correa, algo que tampoco permite la ordenanza municipal.

Las infracciones por el incumplimiento de la ordenanza pueden acarrear multas de entre 30,05 euros y 18.030,36 euros, en función de la gravedad de las mismas. Entre las sanciones leves se consideran no evitar que los animales orinen en lugares prohibidos o no diluir los orines con agua limpia, así como la circulación de animales por los espacios y las vías públicas que no vayan conducidos mediante correa, cordón resistente y sin bozal en aquellos casos necesarios.