El Santísima Trinidad de Alicante ya es historia, casi una década después

Un equipo de buceadores retira del mar los últimos restos del navío, que ha acabado hecho astillas después de no encontrar comprador en una subasta

El equipo de buceadores, a punto de extraer los restos del navío.

El equipo de buceadores, a punto de extraer los restos del navío. / Jose Navarro

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

El Santísima Trinidad, la réplica del histórico navío que durante un tiempo se erigió imponente en la fachada marítima de Alicante, ya es historia. Después de que su subasta quedara desierta, el barco ha terminado hecho astillas. Este miércoles, un equipo de buceadores ha retirado del fondo del mar sus últimos restos.

La embarcación, que llegó a la capital de la provincia procedente de málaga hace más de una década, funcionó hasta el 2016 como restaurante y atracción turística, cuando cerró sus puertas. El Santísima Trinidad replica al que fuera buque insignia de la Armada Española hasta principios del S. XIX, con 63 metros de eslora y hasta 140 cañones en cuatro alturas.

Tras varios intentos de vender el navío, en 2018 la Autoridad Portuaria convocó una subasta pública para tratar de deshacerse de él, con un importe inicial de 152.000 euros. Pese a ello, el concurso quedó desierto, por lo que el Puerto terminó declarando en estado de abandono al Santísima Trinidad.

Ahora, después de que la réplica fuese convertida en astillas, los últimos restos del barco han sido retirados del fondo del mar por un equipo de buceadores especializados, acompañados de maquinaria pesada.

No era rentable

Según fuentes cercanas al proceso, el problema del Santísima Trinidad no estaba tanto en su precio (que se podría amortizar en unas tres temporadas) sino en los requisitos para su reapertura. Ya que, para poder volver a utilizarlo como restaurante era imprescindible pasar una inspección en dique seco, lo que requiere remolcar la nave hasta Dénia Cartagena, más las actuaciones requeridas tras la inspección. Un proceso inviable económicamente.

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