La saturación y reducción de frecuencias en los autobuses de Alicante genera malestar entre los pasajeros

Los usuarios denuncian incumplimientos en el horario de paso, problemas de circulación debido a las obras y un aumento del número de vehículos que llegan con el cartel de "completo" a las paradas

Saturados y con menos frecuencias: así están los autobuses en Alicante.

Pilar Cortés

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Coger el autobús en Alicante se ha convertido en toda una aventura para los usuarios. La reducción de las frecuencias, el incremento en el tiempo de paso y la masificación de los vehículos provoca que en los últimos meses muchos alicantinos vean el bus urbano como un medio de transporte que, aunque necesario, no acaba de cubrir las necesidades en materia de desplazamiento de muchos de ellos.

Si hace unos años coger el autobús era coser y cantar, en los últimos meses los vecinos han comenzado a quejarse de que los autobuses llegan a las paradas llenos y el tiempo de espera ahora se ha multiplicado, algunos incluso ponen el cartel de "completo" dejando a los usuarios esperando al paso del siguiente autobús, una demora que en algunos casos puede superar la media hora.

Críticas por la saturación de los autobuses en Alicante

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Este es el caso de Ana María Pantoja, usuaria de la línea 23 a la que más de una vez el autobús le ha pasado una mala jugada. "Habitualmente cojo el autobús para venir desde la avenida de Dénia al centro, es una línea que siempre va muy saturada de gente y a veces los conductores pasan de largo de algunas paradas porque van llenos o ponen el cartel de "lleno". Hay veces que he tenido que esperar a que pasaran más de tres autobuses hasta que al final ha llegado alguno libre, deberían poner más frecuencias porque no es normal", denuncia Ana María Pantoja.

Todo ello agravado, en algunas líneas como la 03 -que une Ciudad de Asís y Colonia Requena- por las obras como las que se están llevando a cabo en la avenida de Jijona que llevan casi seis meses de atrasos y que han supuesto un embotellamiento de tráfico que han acabado suponiendo la pérdida de hasta siete frecuencias diarias de paso de este servicio, el más demandado de Alicante.

María Isabel Claros es usuaria de la línea 03 y, para ella, los trabajos que se están llevando a cabo en esta vía han supuesto un auténtico desajuste horario. "Normalmente, la aplicación te dice un horario, pero luego siempre se retrasa más de cinco u ocho minutos, cada vez tarda más en pasar y se nota mucho que el 03 ha reducido las frecuencias. Pero las obras son lo más molesto, hacen que haya mucho atasco y el autobús tarde más en llegar a las paradas, es muy molesto para los usuarios", indica Claros.

Otros de los usuarios del autobús urbano que espera, en este caso, al 04 en la céntrica calle San Vicente, señala que este problema no es nuevo, sino que es "algo histórico" en la ciudad. "El mal funcionamiento de los autobuses ha sido toda la vida, pero sí que es verdad que este año ha ido a peor. Principalmente, se nota los sábados y los domingos que es para morirse esperando, hay veces que he esperado hasta 70 minutos para coger el 04 o el 13, a veces para evitarlo cojo el 24 que me deja cerca de casa", asegura José Raya, usuario del bus urbano.

Para los que consiguen subirse al autobús la saturación que encuentran dentro es uno de los rasgos que más destacan. "Habitualmente cojo el 12 o el 05, uno de los dos, más o menos siempre suele tardar lo mismo en pasar, pero sí que es verdad que cada vez va más lleno de gente", señala Enrique Ferrer

"Últimamente sí que es verdad que los autobuses van muy llenos, pero puede ser porque haya cerrado la parada del TRAM de Luceros. Yo antes combinaba, a veces iba en autobús y otras en TRAM, pero desde que han quitado esa parada por las obras voy siempre en bus, supongo que mucha gente como yo habrá hecho lo mismo porque se nota una barbaridad lo lleno que va", apunta Cristina Quiral, usuaria del transporte público.

La masificación y los retrasos por obras no es lo que más perturba a los usuarios, para algunos las largas esperas o los incidentes hacen que coger el transporte público sea casi deporte de riesgo. "Depende de la ruta esperamos más o menos, yo he estado en la parada del 14 a la altura de Princesa Mercedes y el autobús no pasaba, era increíble. Al final me he tenido que ir a una parada de la avenida de Aguilera y coger otro autobús con el que poder llegar al centro. Había mucha gente esperando en la parada y al final no hemos tenido que ir todos", denuncia Josefina Gomis.

Algunos pasajeros, aunque todavía utilizan este medio de transporte de vez en cuando, han optado por bajarse del autobús por el cansancio que les provoca la ausencia de frecuencias y de soluciones. "Cada vez lo uso menos, vivo en el PAU II y el autobús allí pasada cada media hora, tiene muy poca frecuencia. Encima para llegar al centro tarda más de media hora en hacer el recorrido y suele ir lleno. Para eso prefiero ir caminando a coger el autobús, es lo que hago normalmente", explica Maya Matías.

Desde la Concejalía de Transporte ha señalado que esta circunstancia se debe a se está comprobando una posible correlación "con las obras en el TRAM, previstas hasta finales de febrero". Además, han añadido que "en breve se incorporarán nuevos autobuses eléctricos al servicio", según fuentes municipales.

Pese a estas quejas, Alicante cerró 2023 con 19.735.500 viajeros en el autobús urbano, cifra que supone un incremento del 30,3 % respecto al año anterior. Unos datos que llegan tras la gratuidad del autobús para los jóvenes de hasta 31 años, así como tras la aplicación del descuento universal del 50 % en todos los abonos. Durante el pasado año, también entró en funcionamiento la nueva concesión de Vectalia MIA, así como la puesta en marcha de nuevas líneas, más frecuencias y vehículos.