Solo dos pisos en alquiler por debajo de 600 euros en Alicante

Barrios como Virgen del Remedio y Ciudad de Asís duplican su coste desde 2020 mientras que Playa de San Juan, el Centro y PAU 2 se erigen como las zonas más caras para vivir

Anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria en el barrio Virgen de Remedio en Alicante.

Anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria en el barrio Virgen de Remedio en Alicante. / JOSE NAVARRO

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

Alicante tiene un problema con la falta de alquiler. Con un mercado inmobiliario al alza, que cada vez pone más difícil conseguir una vivienda digna a buen precio, en los últimos dos años, el coste de arrendar una vivienda ha experimentado un aumento de hasta un 30% en la ciudad. Una circunstancia que se traduce en que, según datos del portal inmobiliario Idealista, la localidad solo cuente actualmente con dos viviendas en alquiler por menos de 600 euros: dos pisos de 65 metros cuadrados en Juan XXIII.

La problemática no se limita a la escalada de precios en general, sino que también afecta de distinta forma a los diferentes barrios de la ciudad. Hace tan solo tres años, zonas como Virgen del Remedio o Ciudad de Asís solían ser conocidas por ofrecer alquileres más asequibles que rondaban los 250 euros por un piso completo de dos habitaciones, pero en la actualidad, estos barrios han visto duplicado o, incluso, triplicado su precio con arrendamientos que superan los 650 euros por vivienda. En la otra cara de la moneda, zonas como Playa de San Juan, el Centro y PAU 1 destacan como los más caros para alquilar una propiedad con precios que van de los 1.200 a los 2.000 euros al mes, según detallan expertos en el mercado inmobiliario.

La delegada de Asicval en Alicante, Aurora Menchén, señala que la situación se debe a que existe una demanda desproporcionada de personas que están interesadas en alquilar una vivienda en relación con la oferta disponible. "En general, observamos una situación en la que hay mucha más demanda que oferta en la ciudad", comenta Menchén. "Para algunos incluso la situación se complica según sus circunstancias. Por ejemplo, para las personas que buscan vivir solas, encontrar una vivienda a un precio razonable se ha vuelto extremadamente difícil porque los propietarios piden una serie de requisitos labores o un mínimo de ingresos y de entrada que muchas veces no pueden cumplir porque son irreales en el mercado laboral de la ciudad, es más sencillo para las parejas con dos sueldos que tienen menos complicaciones, pero aun así tenemos listas de espera de gente interesada en alquilar un piso en la ciudad porque es extremadamente difícil", aclara Merchén.

La circunstancia, en muchas ocasiones, no solo pasa por un problema en el acceso a la vivienda, sino también, por la capacidad económica de las personas que buscan alquilar en según qué zonas de Alicante. "En barrios como el Centro o Playa de San Juan el coste medio de los alquileres se ha incrementado considerablemente, pero este cambio no solo ha sido cosa de los propietarios que ponen sus inmuebles en alquiler, también ha ido de la mano de personas interesadas en arrendar una vivienda y cuya capacidad financiera les permite gastar más para vivir en una zona que les guste o que les interese por su ubicación. Por ejemplo, el perfil de personas que pueden pagar 1.500 o 2.000 euros al mes por un alquiler son familias que están esperando que se les entregue una vivienda se han comprado, extranjeros que vienen a vivir durante una temporada a la ciudad o trabajadores llegados de otras ciudades de España o de Europa con salarios más altos y que están acostumbrados a estos precios", asegura Merchén

Por su parte, Marifé Esteso, presidenta de Api en Alicante, considera que esta situación evidencia que existe una brecha entre aquellos que pueden costearse un alquiler de precios elevados en algunos barrios y aquellos que se ven obligados a buscar alternativas más económicas en otros lugares de la ciudad. "Hace dos años o incluso antes de la pandemia había muchas viviendas en el Centro que se alquilaban por 500 euros y ahora, esos mismos pisos, pueden superar fácilmente los 800 euros aunque no tengan ni siquiera ascensor. Lo normal ya en el centro de la ciudad y en algunos barrios es que las viviendas que están en mejor estado y que cuentan con más comodidades ronden los 2.000 euros al mes, un precio que hace que acceder al alquiler en estas zonas sea una tarea casi imposible para la mayoría", explica Esteso.

Esta circunstancia está empezando a cambiar la forma en la que los alicantinos que quieren independizarse busquen nuevas fórmulas para encontrar su propio espacio. "Esta circunstancia está forzando a muchas personas que quieren vivir solas, pero que no se lo pueden permitir a buscar habitaciones en pisos compartidos porque son mucho más económicas. Si una persona quiere independizarse al final lo va a hacer, y si tiene esa necesidad lo hará como pueda, compartiendo piso al final es más económico, pero no es la solución, al final es un parche que no acaba por eliminar el problema de raíz", apunta Marifé Esteso.

Y aunque no se encuentren buscando, la falta de viviendas para alquilar en la ciudad también afecta directamente a los inquilinos que ya tienen contratos de alquiler en vigor. "Tenemos inquilinos que llevan tres años en una vivienda, pero están pagando rentas bajas que ya no existen. Como les quedan apenas unos meses para que los propietarios de la vivienda puedan realizar una revisión de los precios están todos cruzando los dedos para que la renovación no incluya un aumento considerable que les haga considerar dejar la vivienda", comenta Aurora Menchén. "Ven que el mercado está muy mal, que ya no es como cuando alquilaron su piso y muchos aceptan la subida porque buscar otro con precios similares se está convirtiendo en misión imposible", añade la delegada de Asicval en Alicante.

Incertidumbre entre los propietarios

La presidenta de API en Alicante, Marifé Esteso, atribuye parte de este problema del incremento del precio del alquiler a la nueva ley de vivienda, que ha generado, en su opinión, "incertidumbre entre los propietarios" y ha "desincentivado" la oferta de viviendas en alquiler. "Es el efecto que pasa desde la nueva ley de vivienda, ya pasaba antes, pero al prohibir los desahucios y poner tantas trabas los propietarios no se sienten cómodos alquilando su vivienda", comenta Esteso Rubio.

"El propietario necesita seguridad jurídica y con esta normativa no se sienten seguros. Muchas veces piensan que, tal y como están las circunstancias, si alquilan su vivienda con un contrato de larga temporada es como si la casa se la entregaras al inquilino. Si esa persona que tiene un contrato te deja de pagar es muy difícil actuar, ya no lo echas a no ser que tenga condiciones especiales. Eso nos deja una situación en la que yo, por ejemplo, tengo arrendatarios que son clientes de hace muchos años y que son muy buenas personas, pero que, por la falta de seguridad jurídica, prefieren no seguir poniendo su vivienda en alquiler", explica Exteso.

Además, la presidenta de API en Alicante destaca que esta problemática con la ley de la vivienda está llevando a algunos propietarios a optar por destinar sus viviendas al mercado vacacional "para evitar las complicaciones". "Muchos están optando por destinar sus propiedades al mercado vacacional porque, en ese caso, los propietarios se sienten más protegidos por la ley y piensan que es una mejor forma de evitar la okupación", aclara Esteso.

Un problema para los jóvenes

La situación del alquiler en la ciudad es alarmante, pero lo es más para los más jóvenes que buscan independizarse. Álvar López de Medina, presidente del Consell de la Joventut d'Alacant, "en la Comunidad Valenciana, el 15,5% de los jóvenes no puede acceder al alquiler, lo que representa casi dos de cada diez emancipados". Además, López de Medina ha explicado que "en Alicante, el 31,6% de los jóvenes se ven obligados a destinar un porcentaje desproporcionado, un 91,7% de sus ingresos al alquiler, lo que hace inviable la posibilidad de que los jóvenes podamos vivir de forma autónoma", aclara.

El presidente del Consell de la Joventut d'Alacant ha subrayado la importancia de abordar este problema desde el ámbito político y gubernamental. "Hemos realizado diversas demandas a las autoridades competentes, proponiendo la implementación de un plan integral para jóvenes que incluya ayudas reales. Es fundamental ampliar las opciones de apoyo, como el bono de alquiler joven, cuya disponibilidad actual no alcanza a la totalidad de jóvenes que lo necesitan", explica López de Medina.

López de Medina ha señalado que es "urgente" encontrar soluciones concretas ante esta crisis habitacional. "Los datos son alarmantes y requieren una acción inmediata. Desde el Consejo, continuaremos insistiendo en la necesidad de políticas específicas que promuevan la emancipación juvenil, ante el creciente mercado de compra extranjera y la falta de ampliación del parque público de viviendas. Es imperativo que se priorice la elaboración de medidas efectivas que garanticen el acceso a una vivienda digna para la juventud", explica el presidente del Consell de la Joventut d'Alacant.