Decepción del Consell y Murcia tras la primera reunión para negociar el nuevo reparto del trasvase del Tajo-Segura

El Ministerio de Transición Ecológica pide a las comunidades que planteen alternativas a su proyecto

Castilla-La Mancha asegura que presentará su propuesta en solo quince días

Imagen de la reunión entre Carlos Mazón y la ministra Teresa Ribera el pasado febrero.

Imagen de la reunión entre Carlos Mazón y la ministra Teresa Ribera el pasado febrero. / Información

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Sin acuerdos en la cumbre entre comunidades para negociar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura. Tanto la Comunidad Valenciana como Castilla-La Mancha han salido decepcionados del encuentro. Mientras que la Generalitat ha asegurado que ha sido más un encuentro simbólico que un foro de debate; Castilla-La Mancha tampoco ha tenido una valoración positiva del encuentro y ha alertado que no permitirá que la mesa sea una cortina de humo para no cambiar el trasvase. En la mesa, el Ministerio de Transición Ecológica ha emplazado a las comunidades autónomas implicadas en el trasvase a que les remita un informe con sus propuestas. Pero los gobiernos valenciano y murciano han expresado su decepción por haber sido relegados al papel de meros espectadores.

Hace apenas unas semanas, el presidente de la Generalitat Carlos Mazón anunciaba una nueva etapa de relaciones entre el Ministerio de Transición Ecológica y la Comunidad Valenciana tras el encuentro mantenido con la ministra Teresa Ribera. El Consell arrancaba del ministerio el compromiso de que sus técnicos participaran en las reuniones de la mesa en la que se iban a negociar las nuevas reglas de explotación. Los políticos se apartaban y dejaban paso a los técnicos.

"Desde la Generalitat Valenciana, expresamos nuestra decepción tras la reunión para la revisión de las Reglas de Explotación del Trasvase Tajo-Segura", han asegurado desde la Conselleria de Infraestructuras, la directora general del Agua, Sabina Goretti. "Creíamos que la convocatoria del Gobierno sería para abrir un foro de debate y un grupo de trabajo, pero se ha limitado a un encuentro simbólico", señalaron.

En esta línea, desde el Consell se apuntó que el Gobierno "ha limitado el papel de la Comunidad Valenciana a trasladar en los próximos días sugerencias y aportaciones. El Ministerio de Transición Ecológica las podrá tener en cuenta o no de cara a revisar las reglas de explotación de un trasvase que es vital para la provincia de Alicante".

Por este motivo, desde el Consell se reiteró que "pedimos al Gobierno que se reconsidere el planteamiento y se pueda crear un equipo de trabajo donde el debate y las propuestas técnicas sean una realidad. Porque la Comunidad Valenciana, y otras autonomías como Murcia y Andalucía, necesitamos unas normas claras y consensuadas para afrontar la actual sequía".

Unas valoraciones que van en la misma línea que el gobierno regional de Murcia, que también ha tildado de "decepcionante" el encuentro. El director general de Agua de Murcia, José Sandoval señaló que "confiábamos en que el ministerio iba a esta reunión sin prejuicios y con espíritu constructivo, en la búsqueda de soluciones reales", algo que finalmente no se ha producido.

El Gobierno murciano dejó "claro" este jueves que no va a "consentir" que se reduzca el trasvase Tajo-Segura "ni en el plano político ni en el plano técnico", aseguró el portavoz del Ejecutivo autonómico, Marcos Ortuño. "Ni en el plano político ni en el plano técnico vamos a consentir que se reduzca el trasvase Tajo-Segura", apostilló Ortuño, quien ha asegurado que el Gobierno regional va a "seguir defendiendo ese trasvase" porque "es una infraestructura fundamental e irrenunciable que, además, está demostrando su eficacia en una situación de sequía como la actual".

Desde el Ministerio de Transición se señaló que se trataba de una mesa técnica, de las muchas que se iban a tener a partir de ahora, por lo que se descartó informar sobre el contenido de la mesa hasta que haya una resolución definitiva de las negociaciones.

Castilla-La Mancha

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha reclamado que no se produzcan "maniobras de distracción" para no modificar las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura, pues ha denunciado que "no se están poniendo sobre la mesa" los informes del Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) sobre los que se deben tomar las decisiones para el cambio. El Gobierno de Castilla-La Mancha ha aceptado la solicitud formulada por el Ministerio para la Transición Ecológica y remitirá, en un plazo de quince días, un informe técnico en el que se recojan las propuestas de la comunidad autónoma para el cambio en las reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura.

La consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, Mercedes Gómez en la que este departamento ha solicitado a las autonomías conocer sus propuestas para cambiar el trasvase, que debe llevarse a cabo en aplicación del nuevo plan de cuenca del Tajo.

A juicio de Gómez, el Ministerio para la Transición Ecológica "sabe de sobra" cuáles son las propuestas de las comunidades autónomas y, por ello, las de Castilla-La Mancha, aunque ha asegurado que acepta el compromiso de mandar el informe técnico en un plazo de quince días.

En ese documento, Castilla-La Mancha "ratificará lo que viene diciendo", es decir, que el Tajo necesita un "caudal ecológico constante", que el Tajo "tiene que ser un río con un régimen natural" y que ello conlleva, dada la situación climatológica actual, que se adapten las reglas de explotación del Tajo-Segura.

En esa reunión, según ha detallado Gómez, se está "debatiendo a nivel técnico" cuáles deberían ser las consideraciones a tener en cuenta para modificar las reglas del Tajo-Segura, tras la aprobación del nuevo plan de cuenca que dio un plazo de un año para dicho cambio, si bien la consejera de Desarrollo Sostenible ha recordado que ese plazo ya ha vencido.

En este encuentro, Castilla-La Mancha defiende que se necesita "un régimen natural en el Tajo", de forma que se tienen que cumplir los caudales ecológicos establecidos en la nueva planificación hidrológica, y ha valorado que el Ministerio para la Transición Ecológica es "sensible" a las demandas de la comunidad autónoma, aunque ha lamentado que otras regiones han presentado recursos al Tribunal Supremo contra los caudales ecológicos.

En concreto, Gómez ha reclamado que, en las nuevas reglas de explotación se debe tener en cuenta que, cuando los embalses de cabecera están en nivel 2, es decir, de situación de normalidad, el trasvase -de 27 hectómetros cúbicos según las normas actuales- no sea automático, sino que se "tiene que acomodar a la situación climatológica que en cada momento se esté dando" en Entrepeñas y Buendía.

También ha solicitado que, del mismo modo que se redujo el trasvase de 38 a 27 hectómetros cúbicos cuando están en situación de normalidad, "se tiene que acomodar" la regla cuando los embalses están en situación de excepcionalidad y para cuando no se pueda trasvasar, por la poca agua embalsada.

"No cambiamos lo dicho", ha subrayado la consejera de Desarrollo Sostenible, que ha calificado de "necesidad imperiosa" la modificación de las reglas del trasvase, porque ha advertido de que, si no se llega a un entendimiento para cambiar las normas, se producirán "daños ambientales importantes e irreparables" en la cuenca del Tajo.

Sin embargo, ha lamentado que el Ministerio para la Transición Ecológica aún no ha aportado el informe del CEDEX en el que se debe basar la decisión para cambiar las reglas del trasvase, por lo que ha confiado en que no se deba a que se pretende "alargar en el tiempo la decisión que se tiene que tomar".

"No queremos maniobras de distracción. Queremos que a se ponga el escenario para modificar las reglas del trasvase y poder llegar al máximo consenso", ha reclamado la consejera de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha, que ha defendido que la postura de la región es "transparente" y que no son "talibanes del agua", sino que lo que se reclama es una regla que tenga en cuenta el derecho que tiene la cuenca cedente y los municipios ribereños, que "sufren las consecuencias de no tener una lámina estable de agua".

Con todo, ha considerado que si se tienen en cuenta los datos históricos de trasvases y teniendo en cuenta que el máximo a trasvasar en un año son 650 hectómetros cúbicos, el año en que se derivó más agua al Levante se trasvasaron 600 hectómetros cúbicos.

Y ha añadido que, en los últimos años, la media anual que se trasvasa del Tajo al Segura son 200 o 250 hectómetros, "lo que quiere decir que no hay agua" en Entrepeñas y Buendía.

"No nos negamos a que se lleve agua para abastecimiento, pero para otros consumos va a ser complicado porque no hay de dónde sacar", ha reflexionado Gómez, que ha incidido en que la principal reclamación de Castilla-La Mancha pasa por que haya "flexibilidad" en el trasvase.