Santa Redención vuelve a la avenida de la Constitución de Alicante

La Hermandad y Cofradía de Nazarenos de la Santa Redención y María Santísima del Mayor Dolor será la encargada de abrir las procesiones en el Jueves Santo de Alicante. Un itinerario en el que se podrán apreciar varias novedades, como la nueva parihuela del paso de la Virgen del Mayor Dolor, realizada por José Perete y Fernando Moratalla.

Otra de ellas serán los nuevos faldones en terciopelo negro, también para el paso de la Virgen del Mayor Dolor, que han sido confeccionados en los talleres de la hermandad.

El hermano mayor de la Redención, Antonio Martínez, destaca la laboriosa organización de la procesión tanto de Redención, como del Ecce Homo, ambas franciscanas y con la misma junta directiva: «La preparación es muy laboriosa. Estás todo el año organizándolo todo y más aún en este último mes. Aunque yo puedo ser la cabeza visible, hay mucha gente involucrada, desde los que están en la junta de gobierno hasta los hermanos cofrades, que siempre que se les llama, responden».

Otra de las grandes novedades de la procesión de este año es la recuperación del encuentro con el Cristo de la Paz de Benalúa en la avenida de la Constitución, tras el fin de las obras en esta vía.

Otro de los momentos destacados es el encuentro entre las imágenes de la propia cofradía, que se produce al final de la procesión entre ambos tronos: «El encuentro, cuando volvemos, es algo con lo que me quedo todos los años», indica Laura Fuertes, vocal de juventud de la cofradía.

La procesión es una de las más largas del Jueves Santo y comienza a las 19.30 horas en la parroquia franciscana de San Antonio de Padua: «La salida y la entrada son dos momentos importantes porque la puerta es muy estrecha y hay que estar en silencio para poder seguir las ordenes de capatacería y pasar por la puerta», remarca Fuertes.

Otra de las novedades es el libro de reglas del orfebre José Manuel García Cobos, que se podrá ver durante la procesión tras la donación de una familia de la cofradía.

Una procesión con un marcado carácter franciscano y muy vinculado al colegio: «La cofradía es muy peculiar. Tiene un carisma franciscano, más bien austero, pero con unos pasos muy particulares. El colegio está muy involucrado, salen muchos niños y, por suerte, luego se quedan. No salen un año y luego se van. Tanto para la cofradía como para el colegio es gratificante», subraya el hermano mayor de Redención.

Una juventud que colabora y ayuda para que la cofradía pueda tener futuro, como apunta Fuertes: «El colegio es un pilar fundamental. Sin ellos, no podríamos realizar muchos de los actos que llevamos a cabo. Además, tenemos una obra social que realizamos conjuntamente con el colegio». La vocal de Juventud subraya que desde que está en el cargo siente más responsabilidad, pero que es gratificante ver cómo todo sale adelante.

«Esto es un trabajo de todos. Hermanos de fila, damas de mantilla, costaleros, presidencia... todos realizamos un trabajo durante mucho tiempo para que ese día, el Jueves Santo en el caso de Redención y el Martes Santo en el del Ecce Homo, se vea en las calles», apunta Martínez.

La procesión se inicia desde los franciscanos y se dirige al centro de la ciudad a través de la calle Quintana. Desde ahí, accede a la Rambla para pedir la venia a través de Duque de Zaragoza, llegando a carrera oficial cerca de las 21.30 horas. La vuelta se realiza pasando por las calles Bailén y Gerona, hasta llegar de nuevo al entorno del Teatro Principal y la avenida de la Constitución, donde se realiza el encuentro oficial. La procesión realiza la recogida de nuevo en la parroquia franciscana.

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