El auge de la movilidad tensiona más las principales carreteras locales de Alicante

El tráfico en las vías de la provincia gestionadas por la Generalitat se incrementa otro 3% en un año y ya crea problemas puntuales en los accesos a localidades como Dénia, Benidorm, Sant Joan, Santa Pola o Torrevieja

Tráfico en la CV-821, vía desdoblada que une varias poblaciones del área metropolitana de Alicante.

Tráfico en la CV-821, vía desdoblada que une varias poblaciones del área metropolitana de Alicante. / Áxel Álvarez

El constante auge de la movilidad desde que con el final de la crisis sanitaria del coronavirus se levantaran todas las restricciones está tensionando cada vez más las principales carreteras locales de la provincia de Alicante. Lo pone de manifiesto la última Memoria de Aforos de la Red de Carreteras de la Generalitat Valenciana, referida al año 2023, que muestra cómo la circulación es cada vez más intensa en las vías más importantes que gestiona el gobierno autonómico en la demarcación alicantina, hasta el punto de llegar a ser en algún caso muy elevado para una carretera convencional. Y de seguir así la tendencia, además, el problema puede ir a mayores.

En concreto, en 2023 se incrementó de media en un 3,8% el tráfico en las carreteras de la provincia gestionadas por la Generalitat. Por estas vías circularon a lo largo del año cerca de 1.724 millones de vehículos. Se trata de la cifra más alta desde 2007, justo antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, un contexto que tuvo entre sus múltiples consecuencias la caída de la movilidad. Entre las diez carreteras autonómicas más transitadas de toda la Comunidad el pasado ejercicio hay tres de la demarcación alicantina, todas ellas ubicadas en el sur, en la Vega Baja. Se trata de la CV-91, de Orihuela a Guardamar; la CV-95, de Orihuela a Torrevieja; y la CV-905, de Benijófar a Torrevieja.

Por esas tres carreteras circularon el año pasado, respectivamente, 117, 107 y 104 millones de vehículos. También destacaron el acceso a Benidorm por la CV-70, o la CV-725, que es la principal conexión de Dénia con la autopista AP-7 y la N-332, con 92 y 86 millones de vehículos al año, respectivamente. Otras vías muy transitadas en la provincia fueron la CV-865, de Elche a Santa Pola, junto con la CV-83, de Elda a Pinoso (especialmente el tramo de ronda sur de la principal ciudad del Medio Vinalopó) y la CV-84, de Elche a Novelda. Todas estas sobrepasaron los 60 millones de vehículos, y quedó cerca la CV-800, de Sant Joan d'Alacant a Alcoy, y que tiene mucho tráfico sobre todo en su tramo inicial.

Vehículos circulando por la CV-821 en los alrededores de Alicante.

Vehículos circulando por la CV-821 en los alrededores de Alicante. / Áxel Álvarez

La diferencia de uso entre distintos tramos de una misma vía se percibe sobre todo a través de las variaciones en la intensidad media diaria, que en algunos puntos alcanza cifras que hablan de grandes movimientos de vehículos cada jornada. La carretera local más congestionada de la provincia es la CV-725 en el tramo más próximo a Dénia, donde el año pasado se registró una media de 37.118 vehículos diarios. Este punto está desdoblado, pero no así el recorrido inicial de la vía, por el que circularon de media cada día 29.474 vehículos.

Asimismo, la CV-70 rebasó los 28.000 vehículos al día en todo el itinerario entre La Nucia y Polop, mientras que en la CV-821 en los alrededores de la pedanía de Tángel, en la ciudad de Alicante, se alcanzaron 24.937. También en el tramo final de la CV-865, Santa Pola, se llegó a 20.490 vehículos diarios, mientras que más al sur, el acceso a Torrevieja por la CV-905 es la carretera local más congestionada de la zona, con 24.246 vehículos diarios en la parte más cercana a la autopista AP-7; a la entrada al ciudad salinera, la cifra asciende a 30.416. Esta y otras vías con tráfico similar están desdobladas, pero los entornos urbanizados, las rotondas y la circulación hacen casi diarios los atascos de todos modos.

Del tráfico intenso en el litoral al vacío en el interior

Las comarcas de l'Alcoià y El Comtat son las únicas de la provincia donde el año pasado no aumentó el tráfico en las carreteras de la zona gestionadas por la Generalitat, sino al contrario. Según la Memoria de Aforos de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Transporte, la circulación en estas vías bajó casi un 5%, y eso que ya era de por sí baja: de una media de tan solo 931 vehículos diarios se pasó a 883. Hay algunos tramos en esta área donde el tráfico es realmente exiguo; el caso más extremo son los 35 vehículos de intensidad media diaria que registran los kilómetros finales de la CV-710, entre Almudaina y Benimarfull.

Un tractor circulando por la carretera CV-710 a la salida de Gorga, en El Comtat.

Un tractor circulando por la carretera CV-710 a la salida de Gorga, en El Comtat. / Juani Ruz

El área de l'Alcoià y El Comtat es, con todo, la segunda con más carreteras autonómicas de la provincia, solo por detrás de la Vega Baja, con 200,7 kilómetros. Pese al escaso tráfico de la mayoría, que no alcanzan el millar de vehículos al día, resultan indispensables para la movilidad en muchos pequeños municipios, y de ahí también la necesidad de que su mantenimiento sea óptimo aunque no sufran el mismo desgaste que las vías más transitadas.