Óscar Puente: "La Zona de Bajas Emisiones de Alicante sin sanciones no sirve de nada"

El ministro asegura que la apuesta inicial de Barcala era "una gran iniciativa" pero lamenta que, tras el acuerdo con Vox, no vaya a incluir restricciones

Transportes empleará "la técnica del palo y la zanahoria" con aquellos ayuntamientos que traten de eludir la puesta en marcha de estos espacios

El ministro de Transportes, Óscar Puente, en una charla de la agencia EFE.

El ministro de Transportes, Óscar Puente, en una charla de la agencia EFE. / EFE

Alejandro J. Fuentes

Alejandro J. Fuentes

La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Alicante, una vez más, objeto de polémica. El ministro de Transportes, Óscar Puente, ha lamentado este lunes en un desayuno informativo de la agencia EFE que "no servirá de nada" después de que el PP y Vox acordasen ponerla en marcha sin incluir ningún tipo de sanciones o restricciones. Pese a que, en un primer momento, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, planteó "una gran iniciativa" que el ministro "ponía como ejemplo", su pacto con la ultraderecha para vaciarla de contenido la ha convertido en una herramienta inútil, a juicio de Óscar Puente.

El Ayuntamiento de Alicante, en un detallado informe enviado al ministerio para justificar la concesión de ayudas europeas, establecía una ambiciosa Zona de Bajas Emisiones de en torno a ocho kilómetros cuadrados. Este espacio se dividía en dos anillos, uno alrededor de la Gran Vía y otro que envolvía el Centro de la ciudad. Además, contemplaba sanciones, "listas negras" de vehículos y control de acceso a las zonas restringidas. Todo ello la convertía en una medida ejemplar para el ministro, sin embargo, Puente ha lamentado este lunes que "ha dicho el alcalde Luis Barcala que no se va a sancionar y entonces no sirve de nada".

Una decisión, la de que la ZBE no incluya multas a quienes la incumplan, que el ejecutivo de Barcala tomó tras la negociación presupuestaria con Vox para las cuentas de 2024. En el acuerdo alcanzado entre ambas formaciones, los de Abascal también arrancaron al PP la promesa (que de momento sigue siendo solo promesa) de poner en marcha una oficina antiokupas y una "de atención a la maternidad", que la izquierda tilda de ser una medida antiaborto encubierta. Aunque la gran "línea roja" de la formación de ultraderecha fue la eliminación de las sanciones previstas en la ZBE, algo que ya dejó a Barcala sin poder aprobar los presupuestos en 2023 al ser incapaz de alcanzar un acuerdo con la oposición, año electoral.

Palo y zanahoria

En cuanto a las herramientas con las que cuenta el ministerio para poder exigir a los ayuntamientos la aplicación de restricciones, Puente ha reconocido que no cuenta con "capacidad de obligar", por lo que intentará "utilizar la técnica del palo y la zanahoria". El ministro ha señalado que los gobiernos locales que apuesten por la descarbonización contarán con un mayor apoyo en forma de financiación: "No tenemos otra salida, el problema está en las ciudades", ha lamentado el titular de Transportes.

"No podemos ser el único país de Europa que, después de ganarle espacio al coche para dárselo a la bicicleta, lo revierte". Por ello, el ministro ha pedido "responsabilidad" con la salud y con el planeta a aquellos alcaldes que se encuentran en coalición con Vox, que son quienes menos están aplicando las ZBE. "Que sean racionales. Creo sinceramente que ordenar el tráfico es bueno para la salud y la movilidad de los ciudadanos".

"No hay recetas generales"

Por su parte, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha asegurado que, en un plazo corto de tiempo, "tendré la oportunidad de explicarle al ministro con detalle cómo desarrollaremos la ZBE". El dirigente popular prevé un encuentro con Óscar Puente, con el que ya ha hecho gala de una cordial relación en otras ocasiones, para exponer su planteamiento sobre la ausencia de multas y restricciones.

"La receta de café para todos no da buenos resultados", ha apuntado Barcala en referencia a otras normativas impulsadas por el Gobierno central, como la Ley de Vivienda. El alcalde defiende que "hay que particularizar qué características tiene Alicante" y cuáles son "los potenciales a favorecer" para conseguir ciudades más amables, más verdes y con menos emisiones; objetivos que el alcalde asegura "compartir completamente".

Para Barcala, en este asunto no existe "una receta general", por lo que "es importante que de primera mano se escuche y se vea por qué hacemos un planteamiento así". El gobierno municipal sostiene que "si solo nos quedamos en la forma e ignoramos el territorio y las necesidades nos quedaremos muy cojos. Si todos podemos justificar por qué tomamos determinadas decisiones la norma responderá con más eficacia a los objetivos que se persiguen. En un plazo corto de tiempo tendré ocasión de explicárselo al ministro.