Crevillent ofrece casa a las familias magrebíes desalojadas tras un mes de peregrinaje

Particulares dan hogar a los afectados hasta el arreglo del edificio tras semanas durmiendo en hoteles, campings, en Los Molinos y en la mezquita

Una familia que ha pasado una de las últimas noches en la mezquita de Crevillent al quedarse sin casa tras el apuntalamiento de su edificio

Una familia que ha pasado una de las últimas noches en la mezquita de Crevillent al quedarse sin casa tras el apuntalamiento de su edificio / INFORMACIÓN

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

De hoteles al camping, y de ahí al centro de Los Molinos hasta acabar en la mezquita de Crevillent en pleno Ramadán. Estos son todos los lugares por los que han pasado las familias magrebíes afectadas por los fallos estructurales de sus viviendas desde que hace un mes fueron desalojadas por riesgo de derrumbe del inmueble. 

Desde entonces más de una veintena de personas comenzaron un peregrinaje que parece haber acabado. Desde la concejalía de Espacios Públicos explicaron ayer a INFORMACIÓN que hay particulares que van a ofrecer sus viviendas para que estos vecinos puedan tener un lugar estable donde vivir hasta que culminen las obras de reforma en el edificio del paseo dels Arbrets, que podrían dilatarse durante varios meses. La previsión es que esta noche la hayan pasado en estos nuevos espacios. 

Tensión

Si bien, desde que el 17 de marzo trascendiese la problemática no han cesado los momentos de tensión tanto por parte de los afectados como por la administración para dar con una solución consensuada, y al final todo apunta a que serán los propietarios los que asuman la reparación del edificio en lugar de ejecutarse de forma subsidiaria por el Ayuntamiento, aunque la administración ya ha apuntalado la infraestructura por seguridad. Como no podían acceder a sus hogares hay usuarios que han llenado los coches de maletas con pertenencias.

Magrebíes durante el Ramadán en la mezquita de Crevillent este viernes, mientras había familias realojadas en el edificio

Magrebíes durante el Ramadán en la mezquita de Crevillent este viernes, mientras había familias realojadas en el edificio / Matias Segarra

Los vecinos que no tenían con quien quedarse fueron primero hospedados en hoteles y después pasaron a uno de los campings. El penúltimo espacio que pisaron fue el centro medioambiental de Los Molinos, gestionado por la Fundación Mediterráneo. 

Allí pasaron diez días en las casetas de madera con literas. Si bien, la Policía Local tuvo que pedirles que se marchasen a mitad de semana. Según el Ayuntamiento los afectados sabían que ese momento llegaría porque el espacio cultural estaba reservado para visitantes.

Ismail, uno de los afectados, narra que han tenido que bajar a pie a diario desde la sierra para recoger alimentos para los niños y se mostraba a primera hora ayer desesperado por haber estado tanto tiempo con la incertidumbre, con días en los que los menores han estado fuera de casa y sin la higiene necesaria, apunta. 

Si bien, desde el consistorio sostienen que entidades como Cruz Roja y Cáritas han ofrecido mantas y alimentos para que las necesidades básicas estuviesen cubiertas.

Ramadán

El último espacio donde fueron acogidos fue en una de las mezquitas, donde pasaron la noche del jueves, aunque también han tenido complicaciones para establecerse en este punto al coincidir con el Ramadán. 

Al tratarse del mes sagrado para los musulmanes, la afluencia en el templo es máxima, y las condiciones de habitabilidad son difíciles. 

De todas las familias finalmente son trece personas, según el ejecutivo local, las que van a necesitar este último realojo ya que el resto ya ha encontrado espacios temporales en casas de familiares o amigos. 

Gestiones

Marcelino Giménez, edil del área, insiste en que a pesar de que la responsabilidad era de los propietarios de hallar viviendas, se han hecho todas las gestiones posibles y se han tocado a las puertas de todas las administraciones para buscar una solución pronto.

Aseguran desde la concejalía que no hay pisos sociales ni en Crevillent ni en municipios cercanos y que tras remitir los expedientes de los afectados a entidades como el instituto valenciano de vivienda la mayoría no cumplen los parámetros para acceder a estos pisos al ser propietarios de las viviendas. 

Relatan a nivel municipal que han tenido que ir de la mano con interlocutores de la comunidad magrebí para buscar la opción de que personas con pisos cerrados las ofrecieran y finalmente se han conseguido estas viviendas de forma temporal, sin que haya trascendido el número de inmuebles.