"Este es un regalo para Benidorm que se prolongará durante siglos". El párroco de San Jaime, Luis López, alabó de esta forma las excelencias del órgano que ayer bendijo en esa iglesia, subrayó la capacidad del instrumento para pervivir en el tiempo y después se emocionó cuando el profesor del Conservatorio de Valencia comenzó a interpretar himnos y tocatas. Y ya está. Al contrario de lo que muchos esperaban, López evitó referirse a la polémica suscitada en las últimas semanas en la ciudad por el alto coste del instrumento, en el que una institución con profunda vocación de ayuda a los más pobres se ha gastado a través de una colecta la nada despreciable cantidad de 332.000 euros.

Aunque al término de la ceremonia, algunos feligreses continuaban debatiendo sobre esta última cuestión en calles y bares, López optó por no ahondar más en la controversia, quizás con la esperanza de zanjarla. La iniciativa de su parroquia contó además con el apoyo de centenares de feligreses que abarrotaron en el segundo día de las fiestas patronales el templo y que, como el propio sacerdote, se emocionaron cuando Amaya atacó el himno de la Virgen del Sufragio y se pusieron ya de pie con los acordes de la Tocata en Re de Bach.

El alto número de fieles no fue el único soporte con el que contó el acto. También lo arroparon numerosos concejales. Llamó la atención la presencia de la plana mayor del PSOE, con el alcalde, el socialista Agustín Navarro a la cabeza y secundado por la edil de Fiestas, Cristina Escoda, el secretario general de los socialistas y edil de Educación, Rubén Martínez, y el vicesecretario general y concejal de Seguridad, José Marcet. Tanto Martínez como Marcet no llegaron a la bendición, que tuvo lugar a las 9.30 de la mañana, pero sí a la misa posterior. Este despliegue del PSOE en el interior de la iglesia de San Jaime, que viene a oficializar la conformidad de esta fuerza política con la compra del órgano de marras, tiene un valor añadido, ya que fueron precisamente dos concejales de este partido, Natalia Guijarro y Juan Ángel Ferrer, los que criticaron a través de una carta abierta el hecho de que una comunidad eclesiástica se gaste 332.000 euros para un instrumento musical justo cuando la crisis económica está azotando con mayor virulencia el municipio y las cifras del paro no dejan de crecer.

Aunque Guijarro y Ferrer, que ayer no acudieron el templo, enviaron aquella misiva a título personal, cuando la redactaron a finales del pasado mes de octubre eran pesos pesados en el grupo municipal, debido a que ejercían las dos portavocías del PSOE, de las que fueron destituidos hace una semana oficialmente no por esta cuestión, sino por avatares internos del Consistorio. Su carta generó un amplio debate ciudadano y muchos vecinos rechazaron aquella propuesta. También lo hizo, en las redes sociales, el senador del PP, Agustín Almodóbar, que ayer tampoco fue a la iglesia.

Sí acudieron la primera teniente de alcalde, Gema Amor, y los ediles centristas Miguel Llorca y Vicente Juan Ivorra. Del PP asistieron David Devesa, Maria Jesús Pinto y Ángela Llorca.

Apoyo de Navarro

Por la tarde, al término de la Ofrenda, el alcalde Agustín Navarro mostró públicamente su respaldo al párroco. "En marzo hará 10 años que está en Benidorm y no sólo se ha dedicado a cuidar la fe de los creyentes, sino también a cuidar el edificio más importante que tiene este pueblo, la Iglesia de San Jaime y Santa Ana". El primer edil no hizo alusión expresa al órgano, pero sí dijo que "todo lo que se haga por esta iglesia, es poco. Gracias por todo lo que haces por ella y por que tengamos la mejor iglesia del Obispado". El público refrendó las palabras de Navarro con un sonoro aplauso.