Un tablero de ajedrez viviente en la plaza del Ayuntamiento de Altea

Cuarenta y cuatro alumnos del CEIP El Blanquinal, caracterizados como piezas del ajedrez, recrean una partida ante cerca de quinientas personas. La actividad se ha completado con una partida simultánea entre alumnos y jugadores del Club d’Escacs Talaia

Partida de ajedrez viviente que se ha disputado este martes en la plaza del Ayuntamiento de Altea.

Partida de ajedrez viviente que se ha disputado este martes en la plaza del Ayuntamiento de Altea. / Diego Coello

La plaza del Ayuntamiento de Altea se ha convertido este martes en un gran tablero de ajedrez para acoger una partida con 44 alumnos de sexto de Primaria del CEIP El Blanquinal que, ataviados como reyes, reinas, alfiles, caballos, torres y peones han escenificado los movimientos de cada pieza en una actividad educativa que ha congregado a cerca de quinientas personas entre alumnos del centro escolar y público en general.

Posteriormente a la partida del ajedrez viviente, ha tenido lugar una partida simultánea con 50 tableros en donde han competido en un ambiente de camaradería y respeto alumnos de todas las edades del colegio y experimentados jugadores de ajedrez del Club d’Escacs Talaia d’Altea, organizador del evento en colaboración con la Concejalía de Educación.

La escenificación de la partida del ajedrez viviente ha sido preparada durante casi un mes teniendo como director al profesor Miguel de la Hoz, presidente a la vez del Club d’Escacs Talaia.

El director del colegio El Blanquinal, Iván Gómez, ha mostrado su satisfacción “por el éxito de esta actividad que se enmarca en el centro como una herramienta educativa muy valiosa que fomenta el desarrollo de habilidades cognitivas y sociales”. Con esta actividad, “queremos promover la práctica del ajedrez y difundir su valor entre nuestra comunidad educativa”, ha apostillado Gómez.

Otra imagen de la actividad que ha tenido lugar en la plaza del Ayuntamiento.

Otra imagen de la actividad que ha tenido lugar en la plaza del Ayuntamiento. / Diego Coello Calvo

Miguel de la Hoz ha añadido que el ajedrez viviente es, desde el punto de vista educativo, “muy bueno para los alumnos dado que no solo es la partida en sí, sino que previamente entran en juego todos los preparativos para el grupo de alumnos del curso en las áreas de plástica y de expresión artística. Además de que la puesta en escena exige, por parte del alumnado: concentración, desplazamiento y ubicación en las respectivas casillas, memoria y compañerismo”.

De la Hoz ha indicado, por último, que “a diferencia de algunas partidas de ajedrez viviente en donde las figuras humanas se desplazan por el tablero en función a los movimientos de las piezas que hacen dos jugadores en competición sobre un tablero convencional, en esta ocasión han sido los propios alumnos protagonistas quienes han realizado los movimientos bajo la dirección de su rey respectivo al tiempo que en voz alta indicaban el por qué de su desplazamiento y los motivos por los cuales atacaban o defendían su terreno de juego. Siendo, a la vez que divertido, muy instructivo para conocer los entresijos de este juego milenario con sus tácticas para ganar la partida”.