La renuncia es femenina

Las mujeres acaparan nueve de cada diez excedencias laborales que se conceden en la provincia para el cuidado de hijos o dependientes

La dificultad para conciliar se agranda en verano, cuando se acaba la escuela y hay que buscar «plan B»

Las mujeres son quienes mayoritariamente dejan de trabajar para hacerse cargo de los hijos; sobre todo, cuando los niños están en edades más tempranas.

Las mujeres son quienes mayoritariamente dejan de trabajar para hacerse cargo de los hijos; sobre todo, cuando los niños están en edades más tempranas. / David Revenga

R. Pagés

R. Pagés

La utopía de la conciliación. Ángela H.F. tenía 38 años y una prometedora carrera laboral en una industria de la provincia cuando en a finales de 2019 nació su segunda hija. Hasta entonces, su marido y ella, sin apenas familia para ayudarles con los niños, se las habían apañado haciendo malabares para compaginar la vida laboral y familiar. Pero llegó un día que Ángela dijo «basta».

«Iba todo el día corriendo de un sitio para otro, no me concentraba en nada y cuando vimos que venía la segunda, decidimos que lo mejor era que yo dejara de trabajar».

Algo similar relata Alicia B.A. Funcionaria y madre de tres hijos, este verano se ha visto obligada a coger una excedencia durante los casi tres meses de vacaciones escolares: «Nos sale más a cuenta que yo deje de trabajar que tener que pagar escuelas de verano o a una persona para que esté con los niños por las mañanas», explica.

En ambos casos reconocen que nunca se ha llegado a plantear que quienes dejasen temporalmente de lado su carrera profesional fueran ellos: «Conmigo en casa nos apañamos mejor», admite la empleada pública. 

Los casos antes relatados son solo dos ejemplos de la realidad que viven a diario muchas familias en la provincia de Alicante y en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Y es que las mujeres acaparan nueve de cada diez excedencias laborales que se conceden para el cuidado de hijos o dependientes. Así lo recoge un informe que ha hecho público este mes el Institut Valencià d’Estadística, un organismo dependiente de la Generalitat Valenciana y que refleja que la brecha laboral, social y salarial entre hombres y mujeres sigue siendo una realidad más que palpable en nuestro territorio, al igual que en el conjunto de España. Renunciar a los hijos o renunciar al trabajo. 

El cuidado de personas dependientes también es eminentemente femenino, aunque la diferencia entre permisos es menor.

El cuidado de personas dependientes también es eminentemente femenino, aunque la diferencia entre permisos es menor.

Los datos no ofrecen posibilidad de discusión. El propio IVE apunta que las estrategias de conciliación del trabajo remunerado con el trabajo doméstico y las responsabilidades familiares que llevan a cabo los hogares suponen un elemento «esencial» para entender las desigualdades entre mujeres y hombres y el uso y distribución del tiempo en función del sexo.

Así, aunque el número de excedencias por cuidado de hijos en el caso de las mujeres se ha ido reduciendo muy paulatinamente desde el año 2008, cuando se inicia la estadística, no ha crecido de forma proporcional en el caso de sus compañeros hombres, aunque las tablas sí reflejan un incremento de permisos solicitados por ellos durante este tiempo. Así, en 2008 había 4.547 mujeres en excedencia por cuidado de hijos frente a solo 120 hombres en el conjunto de la Comunidad; en 2021, 3.265 frente a 343. 

Lo mismo ocurre, aunque en menor proporción, en el caso de los permisos para cuidar de familiares o personas dependientes. Aquí, aunque los cuidados y la renuncia continúan siendo eminentemente femeninos, la diferencia no es tan abismal como ocurre con el caso de los hijos: 764 excedencias solicitadas por mujeres frente a 171 por hombres en el último año estudiado, 2021; frente a las 519 y 90 que había, respectivamente, en 2008. 

Las temidas vacaciones

Aunque este patrón se repite con carácter general en cualquier momento del año, expertos y familias coinciden en que los meses de verano son los más complicados para conciliar y los que agrandan las dificultades de muchas familias para el cuidado de los hijos.

Las escuelas y campus estivales proliferan casi como única alternativa para no tener que dejar de trabajar

No en vano, las vacaciones escolares que se han iniciado en el conjunto de la Comunidad esta misma semana son una de las etapas más temidas por muchas familias en las que trabajan los dos progenitores. Sobre todo, teniendo en cuenta la dificultad en muchos empleos de coger vacaciones en julio y agosto en una zona tan eminentemente turística como la nuestra. 

Por eso, para no tener que acabar pidiendo permisos no remunerados o excedencias —y también para no cargar en exceso a abuelos con los que, al final, «los niños tantas horas se aburren»—, en la mayoría de hogares la única opción pasa por buscar planes alternativos y recurrir a alguno de los campus, escuelas de verano o campamentos que en los últimos años han crecido como la espuma en la mayoría de municipios de la provincia para sustituir los cuidados familiares. También, a viajes al pueblo para dejar a los niños a cargo de yayos, tíos o hermanos. Renunciar a los hijos para no tener que renunciar al trabajo. 

«Mirando opciones para escuelas de verano y haciendo cuentas, depende del número de hijos que tengas te acaban saliendo unos números inasumibles», reconocen algunas afectadas.

O, como afirman desde la organización «Malasmadres», que lucha por mejorar las condiciones para poder conciliar en España, «la conciliación en verano es una utopía y un privilegio de unos pocos», a lo que también añaden que «supone un enorme coste económico, emocional y personal, que no solo afecta al poder adquisitivo de las mujeres, sino también a su salud física y mental». 

Mismo trabajo, menos salario

Basta con seguir escrutando la estadística publicada por el IVE para descubrir que, realmente, es así. Según dicho estudio, la renta media en el año 2020 en la Comunidad Valenciana fue de 22.865,70 euros, 2.308,80 euros por debajo de la media de España, que alcanzó los 25.165,50.

Las vacaciones escolares, que se han iniciado esta semana, coinciden con una de las etapas donde más renuncias se producen.

Las vacaciones escolares, que se han iniciado esta semana, coinciden con una de las etapas donde más renuncias se producen. / David Revenga

El salario medio de las mujeres valencianas se situó aún más por debajo de esta cifra: 20.165,70 euros, mientras que los hombres percibieron una retribución media de 25.239 euros, no sólo muy por encima de lo que cobraron sus compañeras por el mismo trabajo, sino también superando, aunque en menor cuantía, la media nacional. 

El freno de las féminas a sus carreras profesionales hace que la brecha salarial supere los 5.000 euros

De este modo, la brecha salarial entre hombres y mujeres en la Comunidad Valenciana fue de 5.074 euros de media, una diferencia que se va distanciando aún más conforme se incrementa el nivel de renta y que, en el caso de los salarios más elevados, se dispara hasta los 7.650 euros de diferencia al año. 

Por lo que se refiere a los condicionantes de salud, el informe del Institut Valencià d’Estadística pone de relieve que las mujeres padecen más cuadros depresivos y más problemas de salud mental que los hombres, que dedican menos tiempo a la práctica de ejercicio o que tienen una vida más sedentaria.

Por contra, las mujeres consumen menos alcohol y con menor frecuencia, fuman menos y están menos expuestas al humo del tabaco, padecen menos problemas de sobrepeso o consumen a diario más fruta y verdura que sus compañeros varones.