La eterna lucha contra la sillas vacías en la playa de Benidorm

Colocar las sombrillas en primera línea e irse sigue siendo uno de los principales problemas diarios en la arena de la capital turística que provoca quejas entre los usuarios | El Ayuntamiento apela a la "responsabilidad" y la Policía Local es la que actúa en caso de conflicto

Madrugada de un día de verano. La playa aún permanece vacía de turistas y solo algunos se dan un baño o pasean por la playa. A los pocos minutos, empieza el movimiento: bañistas ataviados con sillas de playa, sombrillas, hamacas o toallas caminan por las pasarelas de madera y la arena hasta que llegan a primera línea. Allí colocan todos estos elementos y, lejos de lo que se podría esperar, vuelven por el mismo camino que acaban de hacer y abandonan la playa: ya tienen su sitio "reservado". Esta práctica es habitual cada día del verano en Benidorm y cada año provoca la polémica y los problemas entre los más madrugadores y aquellos que bajan más tarde a bañarse. Y, lejos de tener una solución, cada vez se extiende más por los dos arenales más importantes de la ciudad.

Coger el mejor sitio para pasar un día en la playa no está prohibido. Hacerlo al principio de la mañana y dejar allí los enseres "colocados" durante horas es más discutible y por eso, cuando el verano aprieta, vuelva a ser uno de los temas más polémicos y más comentado entre vecinos y los turistas que eligen Benidorm para pasar sus vacaciones. "Reservar" el mejor hueco es casi un ritual para muchos cada día.

Las sillas y sombrillas se ubican para "reservar" espacio desde primera hora de la mañana.

Las sillas y sombrillas se ubican para "reservar" espacio desde primera hora de la mañana. / David Revenga

Los más madrugadores, normalmente hombres mayores, cargan con todos los enseres en los brazos para ir a la playa a coger el sitio que horas más tarde ocuparán sus familiares o amigos. Algunos incluso han adaptado carros de la compra o de bebé para colocar de la mejor manera posible todos los elementos y hacer más fácil el viaje hasta la arena.

A primera hora de la mañana, asomarse desde el paseo a la playa de Levante es ver ya filas de sombrillas y sillas de playa bien puestas lo más cerca del mar posible. Esta práctica se daba sobre todo en el Rincón de Loix o en el Torrejó y en puntos de la playa de Levante. Desde hace un tiempo, también se ha trasladado a tramos de Poniente, sobre todo, los más cercanos al parque de Elche. Aunque no se libra casi ningún rincón playero de Benidorm o, incluso, de otros municipios colidantes como Finestrat.

Sobre las 9 horas, en algunos tramos la imagen es casi tan perfecta que parece la primera fila de un cine o un anfiteatro, pero sin que gente, solo hamacas y sillas. Eso sí, como muy cerca, a seis metros de la orilla. Un cuerda es la encargada de marcar este límite y ahí es donde, perfectamente alineadas, se pueden ver los elementos playeros. ¿Por qué solo hasta seis metros de la orilla? Porque el Ayuntamiento instaló una cuerda que recorre todas las playas a esta medida por la pandemia. Es el pasillo que se creó para dejar libre esa parte de la arena para que los bañistas puedan pasear con tranquilidad y dejar mejor acceso al baño. Algunos usuarios lo describen como "todo un acierto" que se ha mantenido hasta ahora. Porque si no estuviera "colocarían las sillas hasta el agua".

Bañista colocan sombrillas y sillas en la playa de Benidorm.

Bañista colocan sombrillas y sillas a primera hora en la playa de Benidorm. / David Revenga

Aunque ver sillas vacías es polémico cada año, entre ellas hay alguna excepción. Algunos bañistas preguntados por este diario aseguran que se confunden aquellos que sí "bajan a reservar un sitio para toda la familia y se van con aquellos que dejan sus cosas y lo que hacen es irse a caminar por la playa". Aunque también reconocen que "se nota la diferencia". Porque en el primer caso ni siquiera se paran a disimular y las sombrillas y sillas están cerradas y solo pretenden ocupar espacio". La polémica está servida.

La mayoría de bañistas tienen claro que si bajan a media mañana o a medio día a la playa en Benidorm será misión imposible tener un hueco en primera línea. Sin embargo, lo que enfada a los usuarios es no poder ocupar los primeros lugares porque hay enseres que solo "pretenden reservar sitio" y que no se utilizan hasta horas más tarde. "Da rabia", indicaron algunos de los bañistas. y, ¿qué dice la otra parte? Pues algunos de los que llevan años ejecutando esta práctica en las playas de la capital turística se defienden: "Que madruguen como hago yo", indicó uno de los usuarios quien considera que no está prohibido.

Hamacas y sillas vacías en primera línea de Poniente.

Hamacas y sillas vacías en primera línea de Poniente. / David Revenga

Ordenanza de playas

Pero, ¿hay normativa específica contra esta costumbre playera? Para empezar, la potestad para retirar estos enseres está en manos de la Policía Local en base a la Ordenanza de Playas que recoge expresamente en uno de sus puntos la "prohibición de abandonar enseres en el espacio público". Así, pueden retirarlos si de verdad se comprueba que llevan tiempo situados en primera línea de playa sin uso y llevarlo a objetos perdidos. Pero este paso es complicado. Los bañistas también pueden avisar en caso de que detecten estar circunstancia. De hecho, algunos usuarios deciden dar este paso por sí mismos, retirar aquellas sillas "sin dueño", lo que provoca más de un conflicto cuando vuelven aquellos que las dejaron en la arena.

La concejala de Playas, Mónica Gómez, explicó a este diario lo que establece la ordenanza municipal e indicó que "es un tema que nos preocupa y nos ocupamos de él" para intentar que haya un equilibrio en las playas y no se ocasionen problemas. Aunque también indicó que se trata de "un tema de concienciación y de respeto" entre todos los usuarios de las playas de Benidorm.