El filántropo de La Vila Joiosa que no vio acabado el colegio de sus sueños

El doctor Álvaro Esquerdo construyó los dos primeros centros escolares de fábrica del municipio, uno en la Ermita o otro en la actual calle Colón | Justo un siglo después de abrirse el del centro urbano se ha acabado de construir el nuevo edificio que lleva su nombre para ubicar a los escolares que dan clase en barracones

Un grupo de alumnos en el colegio Álvaro Esquerdo en una de las fotografías tomadas para el reportaje SOS Escolar, de Isidro Vidal, publicado en INFORMACIÓN el 26 de agosto de 1967.

Un grupo de alumnos en el colegio Álvaro Esquerdo en una de las fotografías tomadas para el reportaje SOS Escolar, de Isidro Vidal, publicado en INFORMACIÓN el 26 de agosto de 1967. / Archivo municipal La Vila Joiosa.

El doctor Álvaro Esquerdo tenía un sueño y no era otro que construir un colegio en su ciudad natal, La Vila Joiosa. Lo hizo primero en La Ermita con la primera escuela de fábrica alzada en la localidad, es decir, un edificio desde cero. Pero quería levantar otro en pleno centro para que se siguiera enseñando a los más pequeños. Sin embargo, nunca vería acabado este último porque falleció en Barcelona después de empezar la obra. Ahora, 100 años después de que abrieran las puertas aquellas aulas, el deseo del conocido médico ha vuelto a cumplirse con la finalización de la construcción del nuevo edificio para albergar a los alumnos que estudian en el colegio que lleva su nombre.

Pero, ¿quién era ese filántropo que dio todo lo que tenía al municipio? Esquerdo nació en La Ermita el 24 de febrero de 1853. En 1870 se traslada a Barcelona para ampliar sus estudios y en 1872 empieza la carrera de medicina. Pero no solo estudia sino que llega a ser barbero para poder pagar sus gastos. Este médico vilero fundó el servicio de Ginecología y realizó la primera ovariotomía en el hospital de Santa Cruz de la ciudad condal, según recoge la Real Academia de la Historia. Además es miembro de la Real Academia de Medicina. Y fue médico cirujano del hospital del Sagrado Corazón, trabajando junto a Salvador Cardenal, convirtiéndose en uno de los cirujanos más reputados de la España de finales del siglo XIX y principios del XX.

Retratos del doctor Álvaro Esquerdo y su mujer Rosa Grau.

Retratos del doctor Álvaro Esquerdo y su mujer Rosa Grau. / Archivo municipal La Vila Joiosa.

Su carrera profesional es conocida y única pero también lo es su parte más humana dedicada a dar a su pueblo todo lo que pudo. Tal y como explica el Cronista Oficial de La Vila Joiosa, Albert Alcaraz, en 1908 financió la construcción del primer colegio de fábrica en el barrio que le vio nacer de La Ermita. "El sueño de Álvaro Esquerdo era abrir un centro educativo en La Vila, tal y como hizo con el primero", indica el experto. Pero "no lo vio porque murió en 1921 sin que estuviera acabado".

Aún así, fue todo un logro alzar aquel edificio. Sobre todo por el poco tiempo que se tardó en empezar las obra. "El 10 de diciembre de 1919 compra un solar en lo que era el principio de la calle Colón" para construir ese centro escolar por apenas 1.000 pesetas de la época. Solo dos días después presentó en el Ayuntamiento la solicitud para construir el inmueble y en 10 días tenía la licencia de obras.

Es su primo, Álvaro Llinares, quien queda al frente de supervisar la obra porque Esquerdo vuelve a Barcelona. Alcaraz recuerda que surgieron problemas con los trabajos: "Los trabajadores hicieron huelga por problemas con los salarios y también hubo falta de materiales". Pero la obra continuó adelante finalmente. Así, el 25 de abril de 1921, Esquerdo fallecía en Barcelona por una angina de pecho. "No vio acabar el centro. Fue su mujer Rosa Grau quien, siguiendo el legado de su marido, se comprometió a acabarlo", indica el cronista de La Vila. Así, el presupuesto fue de "20.000 pesetas que era mucho para ese momento". Las obras acabaron y, según recuerda Alcaraz, fue el primo de Esquerdo "el que entregó las llaves del centro al Ayuntamiento en nombre de Rosa Grau". El sueño del médico vilero era una realidad y las clases empezaron al inicio de 1924.

El nuevo colegio del doctor Esquerdo de La Vila Joiosa.

El nuevo colegio del doctor Esquerdo de La Vila Joiosa. / INFORMACIÓN

Toda esta historia cobra estos días otra vez importancia porque se ha dado "una paradoja y coincidencia" porque el municipio ha vivido un hecho similar estos días: en diciembre de 2023, 100 años después de aquella entrega de llaves, se ha terminado la construcción de un nuevo edificio como colegio que también lleva el nombre del doctor Álvaro Esquerdo.

El nuevo centro escolar con su nombre

Aquel colegio con el que soñó Esquerdo en la calle Colón es actualmente Vilamuseu, el museo de la ciudad. Porque los alumnos dejaron de dar clase en el mismo en 2006 al no reunir el edificio las condiciones para trasladarse a una nueva ubicación en la que dar clase en barracones, algo que ya hacían desde antes. Desde entonces, aquella solución provisional no parecía tener fin, hasta hace unos días. El Ayuntamiento, por medio del Pla Edificant del Consell, ha alzado un nuevo inmueble en la calle Ciutat de Requena totalmente moderno y con instalaciones que asombrarían al mismo médico vilero.

Los escolares lo estrenarán el 15 de enero pero ya han podido conocer las instalaciones en la misma fecha que se entregó el antiguo edificio hace 100 años. En la puerta del nuevo, se recuerda la figura de Álvaro Esquerdo con un dibujo de su rostro y la frase "El somni d'Álvaro" a modo de homenaje. Pero no fue el único. Josefa Lloret Esquerdo, familia y legataria de Álvaro Esquerdo, recibió una reproducción de la placa ubicada en la fachada del edificio del antiguo colegio, que le dedicó el Ayuntamiento a Esquerdo en 1943 para reconocer y agradecer la donación del colegio y sus iniciativas altruistas que beneficiaron al municipio.

Alcaraz recuerda que Esquerdo "es el más grande benefactor que ha tenido La Vila Joiosa" y que "estaría contento de que se abriera un nuevo colegio con su nombre". Con todo, el arquitecto del nuevo edificio, Javier García, recopiló una cita que el propio doctor dijo cuando abrió la escuela de La Ermita: "Este edificio no representa el valor material de una casa, sino que es un templo levantado para el culto de las cosas queridas, y, por lo tanto, un trozo de mi alma y una parte de mis pensamientos, que cedo a mis paisanos". Ahora quizá volvería a repetir esa frase con el nuevo centro escolar.