Opinión | Jaime Berenguer Ponsoda, Director Técnico del Consorcio de Aguas de la Marina Baja

Ventajas y desafíos en el modelo de gestión de las aguas en la Marina Baja

Estación de bombeo reutilización nº 1  de Villajoyosa. Al fondo, el embalse de Amadorio.

Estación de bombeo reutilización nº 1 de Villajoyosa. Al fondo, el embalse de Amadorio. / INFORMACIÓN

La gobernanza de Aguas en la Marina Baja se basa en el uso de aguas superficiales, subterráneas, regeneradas y últimamente se ha incorporado a este mix las aguas desaladas de la IDAM de Muchamiel, en torno a 45 hm3/anuales, y siempre se ha considerado el agua como un recurso limitado y sujeto a considerables impactos, y las diferentes sequias han ido modelando esta gestión, que lleva aplicando los principios de la economía circular desde hace más de 40 años.

 El sistema de gestión de las aguas, ha tenido que enfrentarse a una limitación natural de primer orden como es la elevada irregularidad interanual de las precipitaciones y la disponibilidad de agua, impuestos por una realidad de aislamiento geográfico de la comarca, y la consecuencia es una gestión conjunta integrada y acordada de un recurso. Dicha gestión de los municipios consorciados desde los años setenta, ha permitido dar respuesta al gran crecimiento de la población en la comarca, pero también ha crecido enormemente la zona de regadío, generándose una zona verde costera con un enorme potencial paisajístico, gracias al uso de las aguas regeneradas de las tres EDARs de Benidorm, Altea y Villajoyosa, y que en esta legislatura se completarán con tratamientos terciarios avanzados, similares al desarrollado en la EDAR de Benidorm por la Conselleria en el año 2010 que fue pionero y los usuarios de la comarca han sabido dar respuesta, mediante su uso ininterrumpido, siendo un modelo actual de éxito y visitado para su aplicación a otras zonas de España. 

El modelo de gestión del agua se sufraga a través de los municipios consorciados, mediante una tarifa enormemente ventajosa, según el estudio de D. Antonio Gil Olcina y D. Antonio Rico de la Universidad de Alicante y cuenta con un factor único y es la compartimentación de infraestructuras y recursos a cambio de colaboraciones económicas articulados mediante Convenios de colaboración con las Comunidades de Regantes, desarrollándose proyectos, obras y mantenimientos que permiten optimizar los recursos de riego, generándose ahorros en recursos y que representan el segundo coste más importante en el presupuesto de ingresos del Consorcio, siendo el primero, el coste energético, con aproximadamente el 55 % del total, debido a los costes de explotación de las distintas fuentes de suministro (aguas superficiales y subterráneas, su captación y almacenamiento en los embalses y la regeneración de las aguas reutilizadas). La repercusión del condicionante pluviométrico sobre el binomio agua-energía, se deja sentir en el consumo de electricidad. En los últimos años, se están llevando enormes esfuerzos destinados a infraestructuras en energías renovables: campos fotovoltaicos, de los cinco proyectos, tenemos dos ya ejecutados. El agua es generadora de energía, al aprovechar su energía potencial mediante instalaciones de microturbinas a lo largo de la red de distribución; se disponen de tres proyectos y tenemos uno ejecutado. El conjunto de las inversiones en energías verdes, supone una inversión de 3,5 millones euros, pendientes de subvenciones, y va a suponer un ahorro en coste energético estimados en 0,55 millones de euros anuales. 

No debemos olvidar que disponemos también de proyectos de corredores verdes, aprovechando las infraestructuras del Canal Bajo del Algar que atraviesa los siete pueblos desde el río Amadorio al río al Guadalest, que representa un eje vertebrador que se corresponde con dicho corredor verde, que facilita la movilidad sostenible tanto funcional como deportiva y turística al incorporar los valores patrimoniales naturales y culturales del entorno.

En la comarca de la Marina Baja todas las masas de agua se hallan en buen estado y no disponemos de intrusión marina ni contaminación difusa por las actividades agrarias y urbanas que se desarrollan, por lo que no entendemos la imposición de caudales ecológicos permanentes impuestos por el Ministerio ( CHJ) en los ríos Guadalest y Amadorio, que suponen detracciones en los Embalses estimadas en unos 5 hm³ anuales, supuestamente la conversión en ríos permanentes, cuando en realidad, son ríos rambla con caudales efímeros, caracterizados por una climatología de grandes contrastes de periodos secos y lluvias torrenciales, de corta duración. Estos caudales además de su falta de justificación son arbitrarios ya que el Río Guadalest tiene en su tramo final la mitad del caudal ecológicos que el Río Júcar, siendo los recursos de ambos nada comparables.

Por otra parte, la sequía es una situación meteorológica prolongada, durante la cual la precipitación es menor que la media, este es un fenómeno que en la Marina Baja hemos controlado en el corto plazo mediante un sistema complejo y sobredimensionados de infraestructuras. En el medio y largo plazo, supondría en la Marina Baja, entrar en un estado de Emergencia y de acuerdo al PHN, se atendería a través de recursos externos, desde la IDAM de Muchamiel, Bombeo Ramellat y Conducción Fenollar-Amadorio. Además, la escasez de agua, es la falta de recursos en las estructuras de almacenamiento con las que nos protegemos frente a sequias prolongadas. La implantación de los resguardos en los embalses de Guadalest y Amadorio, corresponde a los volúmenes máximos mensuales estimados en función de la probabilidad de lluvias impuestos por el Ministerio (CHJ), que provocan que cada tres o cuatro años tengamos que desembalsar agua en los embalses de Guadalest y en Amadorio, y que en periodos como en el actual debemos de traer del exterior de la comarca con un coste estimado torno un 1 €/m3; cabe recordar que en el año 2022 se vertieron 9 hm³ al mar desde los embalses, entre marzo y septiembre de ese año, y que de no haberse efectuado, en la actualidad supondría estar en un estado de Normalidad en la comarca, a pesar de no haber llovido apenas 100 l/m2 desde junio del 2023. 

En conclusión, se deben aprovechar los actuales vasos e implementar todas las medidas de seguridad para aprovechar el volumen máximo, para el que fueron diseñados y más si cabe, porque no es posible cumplir los criterios sobre resguardos indicado por la Instrucción y las Guías técnicas del Ministerio, dada su reducida capacidad y para periodos de retorno de 500 y 1000 años, datos que concuerdan con el CEDEX.

En definitiva, junto con estas últimas dificultades, el modelo de gobernanza del agua en la Marina Baja, para garantizar la demanda de los nuevos desarrollos urbanos, es necesario complementar los recursos existentes actuales, con recursos desalados de la comarca, procedente de la futura Desaladora de Benidorm en el corto plazo y continuar con la regeneración de todas las aguas de las tres EDARs, mediante tratamientos avanzados para dar respuesta a las demandas agrícolas, regadíos urbanos y complementos caudales ecológicos en los tramos finales de los ríos rambla.

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Web: www.consorciomarinabaja.org