«Nací en Altea…». Así comienza el currículo de la pintora Juana Francés en el volumen "La mujer en la cultura actual", publicado en 1975 en Toledo: testimoniando y reivindicando en primera persona sus orígenes en Altea. Y la ciudad de Altea reconoce ahora, con la concesión del Premi Estela d’Honor de los Premis Altea de Literatura i Investigació, la singularísima trayectoria creativa de la autora y el extraordinario legado de su obra.

El Premio Estela de Honor se entregará a la familia de la pintora durante la gala de los Premis Altea de Literatura i Investigació 2002, que tendrá lugar el próximo 9 de abril en el Palau Altea Centre d’Arts, presentada por la periodista Vanessa Gregori y amenizada con la actuación en directo de la Orquestra Blava.

La pintora protagoniza estos días, precisamente —hasta el 19 de junio de 2022—, la exposición «Juana Francés. Antología íntima (1957-1985)» en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

La artista formó parte del grupo El Paso desde el momento de su fundación, junto a Pablo Serrano, Antonio Saura y Manolo Millar, entre otros; e intervino con su obra ya en la célebre primera exposición del colectivo en la sala Buchholz de Madrid, en 1957. Al fin y al cabo, Juana Francés fue la única mujer de este grupo esencial en la historia del arte español contemporáneo: un caso paradigmático en un contexto en el que la creación pictórica de vanguardia era dominada, prácticamente en exclusiva, por hombres.

De hecho, su caso resulta también excepcional por ser una de las pocas pintoras valencianas que expone su obra en el extranjero, en espacios tan prestigiosos como el Museo de Arte Moderno de la Villa de París, la Fundación Calouste Gulbenkian de Lisboa, la Universidad Brown de Providence, Rhode Island, la Tate Gallery de Londres, la Bienal de Venecia o el Museo Guggenheim de Nueva York.

Sin embargo, a pesar de esta proyección internacional, Juana Francés nunca rompió del todo sus vínculos con el lugar sus orígenes, y todavía se recuerdan en el mismo, por ejemplo, las exposiciones individuales que la autora realizó en la Galeria Alcoiarts del pueblo antiguo de Altea en los años 1972 y 1973.

El Premi Estela d’Honor de los Premis Altea fue concebido para reconocer la memoria de los creadores o escritores alteanos que, ya desaparecidos, han destacado en el ámbito de la literatura, del arte o de la investigación. Consiste en una reproducción a escala de la estela funeraria ibérica de Altea la Vella —«pura mediterraneidad hecha piedra», según algunos manuales de historia— que hace converger un triple simbolismo relativo a la historia y el patrimonio cultural alteanos, a la facultad dignificadora de la memoria humana, y al valor y el reconocimiento del honor póstumo.

Durante esta gala se conocerán también los ganadores de las tres secciones de los Premis Altea objeto de concurso, a las que optan en esta edición un total de 131 obras presentadas: 9 al Premi d’Assaig i Investigació Francesc Martínez i Martínez, 45 al Premi Altea de Literatura Infantil i Juvenil, y 77 al Premi Carmelina Sánchez-Cutillas de Novel·la i Prosa Creativa.