Juana Francés se instala en el Centro Niemeyer

La cúpula del Centro Niemeyer de Avilés acoge hasta el próximo 2 de junio la mayor exposición dedicada a la artista alicantina Juana Francés en el centenario de su nacimiento. La muestra, comisariada por María Jesús Folch, que comenzó su andadura en el IVAM-CADA de Alcoy en junio del pasado año, ha sido inaugurada este jueves en el prestigioso espacio expositivo asturiano, donde permanecerá tres meses.

La muestra, la más completa realizada hasta la fecha sobre la herencia artística de Juana Francés (Alicante, 1924 - Madrid, 1990), ha sido producida por el IVAM y cuenta con un centenar de obras procedentes de los cuatro museos y centros de arte españoles donde se conserva su obra: el IVAM, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano (IAACC) y el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), que aporta una veintena de piezas.

La obra de Juana Francés viaja de Alcoy al centro Niemeyer

Por este motivo, la inauguración ha contado con la presencia de la concejala de Cultura de Alicante, Nayma Beldjilali, que ha manifestado estar "ante una exposición histórica de una artista fundamental del siglo XX en la que descubrir su lado más íntimo a través de su pintura figurativa y abstracta a lo largo de toda su trayectoria". Beldjilali ha recorrido la exposición junto al director del Centro Niemeyer, Carlos Cuadros, el director general de Acción Cultural del Principado de Asturias, Antón García, y la concejala de Cultura de Avilés, Yolanda Alonso.

En la muestra se desmenuzan las huellas documentales trazadas por su archivo personal, descubriendo parcelas poco conocidas de su trayectoria como su participación en los poblados de Colonización, dirigidos por el arquitecto José Luis Fernández del Amo en los años cincuenta, o su producción de dibujos informalistas realizados entre 1963 y 1979.

Sin duda es la mayor exposición dedicada a esta artista imprescindible de la plástica española del siglo XX, más allá de su pertenencia al grupo El Paso, que se detiene en analizar sus fuentes de inspiración y la influencia que tuvieron sobre su obra el Teatro del Absurdo, la Generación del 98, el avance tecnológico e industrial y los viajes interestelares.

Un recorrido por su biografía

Juana Francés desarrolló su actividad artística a partir de la década de 1950, cuando en la España franquista empiezan a aparecer los primeros síntomas de renovación plástica. Tras unos años dedicados a la figuración, propia del arte de posguerra, en la que desarrolla una iconografía enigmática dominada por el silencio, la autocensura y la incomunicación, practica una abstracción informalista y llega a ser uno de los miembros fundadores de El Paso.

Agrega a sus lienzos diferentes texturas, colores sobrios -negros, blancos y tonos tierra- y nuevos materiales tales como las arenas de río. Desde 1963 y durante casi veinte años, produce su serie semifigurativa El hombre y la Ciudad para describir un entorno humano angustioso y agobiante producto de la creciente industrialización y del desarrollo económico que se dio en la España urbana tras la aplicación del Plan de Estabilización de 1959. Posteriormente, en los años 80, la artista vuelve a la abstracción, realizando entre 1986 y 1990 (año de su muerte) sus series Fondos Submarinos, Cometas y Escudos, donde experimentó de nuevo con la materia y el gesto inspirándose en el cosmos o el mundo de las profundidades del mar y utilizando el círculo y el rectángulo como protagonistas.

Exposiciones internacionales

En una época en la que el arte era todavía una parcela dominada por los hombres, Juana Francés logró que su obra estuviese presente en certámenes e instituciones de gran prestigio como en la exposición Before Picasso, after Miró en el Guggenheim Museum de Nueva York (1960); en Modern Spanish Painting en la Tate Gallery de Londres (1962); en varias Bienales de Venecia entre 1954 y 1970 o en la XI Bienal de São Paulo (1971). Asimismo, se le dedican muestras monográficas en las Salas de la Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, en la Biblioteca Nacional, en 1976, o en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París, en 1977.