Tener la titulación y los conocimientos adecuados e, incluso, un buen puñado de años de experiencia no garantizan conseguir un buen empleo. En un mundo tan competitivo como el actual, los responsables de recursos humanos de las empresas se fijan cada vez más en otras cualidadesse fijan cada vez más en otras cualidades a la hora de seleccionar al personal, como sus dotes de comunicación, la capacidad de trabajar codo a codo con el resto del equipo o su grado de compromiso. Son las denominadas «soft skills» o competencias conductuales que, en muchas ocasiones, son las que acaban inclinando la balanza en favor de uno u otro candidato.

«Hoy en día tan importante es tener una buena formación como desarrollar unas habilidades sociales acordes a lo que demandan las empresashabilidades sociales», asegura la directora de Carreras Profesionales de Fundesem, María Luz Pomares. El interés que existe por este tipo de contenidos ha llevado a que la escuela de negocios alicantina les dedique cada vez más espacio dentro de sus planes de formación e, incluso, ha puesto en marcha cursos especiales este verano con un notable éxito de acogida, según afirman desde la institución académica.

Y es que, como señala Pomares, quienes no tienen la suerte de tener gravado en su ADN este tipo de habilidades, también puede aprenderlas y entrenarlas.

El perfil

Pero, ¿cuáles son las habilidades que más demandan las empresas? Pues la directora de Carreras Profesionales de Fundesem distingue dos perfiles. Por un lado, en aquellos perfiles más junior los reclutadores se fijan, sobre todo, «en la motivación hacia el puesto o el sector, la capacidad de adaptación, la iniciativa, el trabajo en equipo, las habilidades de comunicación, el compromiso y la responsabilidad , además de valorar si el candidato posee alguna experiencia práctica en la empresa». Por su parte, para los perfiles más senior se tiene en cuenta «la orientación a resultados, la capacidad de toma de decisiones, la visión estratégica, la planificación y organización, la capacidad de persuasión e influencia o negociación, la innovación y la proactividad, así como la capacidad de trabajar bajo presión».

«Se suele decir que las 'hard skill' o habilidades duras te conseguirán entrevistas, pero serán las 'soft skills' o habilidades blandas las que te conseguirán un trabajo», corrobora la directora de Recursos Humanos de Vectalia, Arantzazu Alcalde. Así, según apunta, «tras comprobar que los candidatos o candidatas cumplen con el perfil profesional requerido, será la motivación demostrada, la mentalidad de crecimiento y sus habilidades para comunicarse y relacionarse en el entorno laboral lo que determinará la selección del trabajador».

Del mismo modo, la directora del Gestión del Talento y Desarrollo de Personas de Solvia, Consuelo Sánchez, señala que en su caso las habilidades conductuales que más se valoran son «la capacidad de impactar e influir en el cliente, la habilidad para contribuir al equipo, ser emprendedor y representar a la empresa a través de nuestra profesionalidad y servicio personalizado». Eso sí, Sánchez también defiende que, una vez incorporado el trabajador, la empresa debe ayudar al trabajador a seguir desarrollando estas habilidades.

Idiomas y competencia digital

Entre todas las «soft skills» María Luz Pomares pone especial énfasis en la necesidad de aprender a «comunicarse correctamente, porque el trabajo exige relacionarse con otros compañeros, con jefes, colaboradores o clientes». Y, en este sentido, destaca que el «lenguaje no verbal también es fundamental», por lo que hay que aprender a controlarlo. En cualquier caso, la experta de Fundesem recuerda que todas estas habilidades sociales no sustituyen a los conocimientos que también siguen siendo imprescindibles. Así, recuerda que hoy en día las competencias digitales o un nivel de inglés adecuado son indispensables casi para cualquier puesto de trabajo.