La campaña del turrón va a buen ritmo y espera que las ventas superen entre un 3 y un 4% a las registradas en 2021, cuando ya regresaron a cifras prepandemia. Las exportaciones, que se cierran mucho antes de navidad, han ido mejor que el año pasado, cuando ya fueron una buenas ventas, alcanzando un incremento del 10%. Y el mercado nacional también marcha bien. Y todo pese a una subida en el precio del producto que algunas turroneras cifran entre un 5 y un 10% por el encarecimiento de materiales y la energía. Han estrechado márgenes de beneficio para intentar reducir en lo posible la repercusión de esos mayores costes en los compradores.

Así, el sector espera alcanzar las 71 o 72 millones de barras de turrones, cuando en 2021 fueron 70 millones, de los que 21 millones fueron de productos protegidos, turrones de Jijona y de Alicante (3,5 millones de kilos), según ha explicado el secretario del Consejo Regulador del Turrón, Federico Moncunill.

Un operario durante la elaboración del turrón en Xixona en la presente campaña David Revenga

"Las exportaciones ya se recuperaron y alcanzaron en 2021 cifras prepandemia, tanto en volumen como en facturación, y este año marchan un poco mejor, con un incremento del 10%. Los principales mercados son el sur de Estados Unidos y Latinoamérica", y el mercado exterior representa un 13% de las ventas totales, realizándose sus pedidos meses antes de la navidad, según ha explicado Moncunill.

En cuanto al mercado nacional, "va bien. Las sensaciones en las ventas van un poco por debajo de lo esperado, que atribuimos a la meteorología, al calor que ha hecho, pero parece que por fin llega el frío y se van a recuperar. Y los pedidos sí que van francamente bien, un 3 o 4% por encima de 2021", ha apuntado el secretario del Consejo Regulador.

Moncunill ha reconocido el impacto que ha tenido en el sector la desbocada inflación, que se ha reflejado en un encarecimiento del transporte, la energía y materias primas como la miel y el azúcar. "El sector hace un gran esfuerzo para absorber los costes y repercutir lo menos posible", aunque desde el Consejo no han podido dar una cifra sobre este encarecimiento del producto final. Reconocen que habrá una subida, pero "asumible", por lo que no afectará a las ventas. Afortunadamente para la industria, la almendra, producto básico e imprescindible para el turrón, no ha experimentado un encarecimiento demasiado sensible. 

Los turrones protegidos se espera que facturen en 2022 unos 150 millones de euros, al margen del resto de variedades y dulces navideños, que con ellos se superan los 200 millones. Eso sin tener en cuenta los chocolates, donde Xixona también es una potencia. No solo es la Cuna del Turrón, sino también del cacao, no en vano en los últimos años Xixona se promociona como "El lugar más dulce del mundo" y la provincia lidera la producción nacional de chocolates. Y se trata de un sector que representan 1.000 empleos directos en la localidad, a los que hay que sumar otros 1.000 indirectos.

La campaña está en plena ebullición en Xixona David Revenga

En cuanto a los formatos, Moncunill ha destacado que hoy en día el sector ofrece de todo tipo. "Antes solo había barras de 300 gramos. Ahora puedes encontrar también de 200, 180, 150 gramos, e incluido porciones de 20 gramos", para todo tipo de necesidades de los clientes.

Día Internacional del Turrón y Feria de Navidad

Moncunill ha destacado las iniciativas que se están llevando a cabo para poner en valor el sector y promocionarlo. Por una parte el Día Mundial del Turrón, que sigue adelante para lograr el reconocimiento oficial de la Asamblea General de la ONU para el 7 de noviembre, iniciativa impulsada por el Ayuntamiento de Xixona junto con el Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Jijona y Turrón de Alicante.

Y por otra parte la Feria de Navidad, que se celebrará del sábado 3 al jueves 8 de diciembre, aprovechando el puente de la Constitución, como es tradicional desde hace ya 14 años. "La Feria de Navidad es un gran éxito desde que se puso en marcha y constituye un escaparate inmejorable para los turroneros. Y no solo para las compras de los dulces, sino porque es una experiencia inmersiva, donde puedes oler la almendra, ver las pequeñas tiendas, experimentar sensaciones", con visitas a fábricas, Museo del Turrón, talleres, degustaciones y multitud de actividades.