El turismo residencial resiste en Alicante por el tirón de los compradores de Europa del Este

Las ventas de inmuebles a polacos, rusos, ucranianos o lituanos permiten al mercado mantener un crecimiento del 4,2% interanual pese a la caída de operaciones de ingleses, suecos o alemanes

Bloques de apartamentos en Benidorm.

Bloques de apartamentos en Benidorm. / David Revenga

David Navarro

David Navarro

La pérdida de poder adquisitivo provocada por la inflación y la ralentización de la economía europea empiezan a hacer mella en el negocio internacional de las inmobiliarias alicantinas, aunque de momento las cifras se mantienen en positivo gracias al incremento de operaciones protagonizadas por compradores de los países del Este. Un segmento que ya registró un fuerte crecimiento durante el año pasado, tras el estallido de la guerra de Ucrania, y que ha mantenido su dinamismo en el arranque de 2023, de acuerdo con los datos ofrecidos por el Colegio Notarial de la Comunidad Valenciana.

Así, en total los extranjeros adquirieron 7.499 viviendas en la provincia de Alicante durante el primer trimestre del año, un 4,2% más que en el mismo periodo de 2022. Se trata de un crecimiento muy modesto comparado con la expansión del 47% que experimentó el mercado internacional de la Costa Blanca a lo largo del pasado ejercicio, pero no deja de ser positivo, especialmente si se tiene en cuenta que en el mismo periodo las compras de los españoles descendieron un 7,3%, hasta las 6.334.

Sin embargo, lo cierto es que dentro del segmento internacional hubo dos comportamientos bastante diferenciados. Por un lado, la caída de gran parte de mercados tradicionales de los países de Europa Occidental, de la que todavía proceden la mayoría de turistas residenciales de la provincia, que se vieron lastrados por los malos datos económicos derivados del aumento generalizado del coste de la vida en todo el continente y de las subidas de tipos de interés para contenerlos; y, por otro, el aumento de los clientes llegados de las zonas próximas a Ucrania, en muchos casos deseosos de tener un refugio al que acudir en caso de extensión del conflicto o de sus consecuencias.

De esta forma, los británicos se mantienen como los extranjeros que más casas compran en la provincia aunque con un 17% menos de operaciones, al caer de las 1.116 del primer trimestre de 2022 a 924 en los tres primeros meses de este año. También se contraen un 13,2% las ventas a alemanes (537 operaciones); los franceses retroceden un 18,8% (378); y los holandeses, un 6,6% (633).

Una de las numerosas urbanizaciones de Torrevieja.

Una de las numerosas urbanizaciones de Torrevieja. / TONY SEVILLA

Pero, sin duda, la caída más significativa se registra en el mercado sueco, que desciende casi un 43%, al pasar de 582 viviendas adquiridas entre enero y marzo de 2022, a sólo 337 en el mismo plazo de 2023. No en vano, el país escandinavo -que no pertenece a la zona euro- fue uno de los primeros donde los tipos de interés abandonaron el terreno negativo, lo que se ha dejado sentir con fuerza en su economía.

La única excepción reseñable a esta caída generalizada entre los compradores de Europa Occidental se da con el mercado belga, que creció un 22,9%, hasta alcanzar las 842 viviendas vendidas en un solo trimestre.

Entre los compradores llegados de Europa del Este los más numerosos son los polacos, un mercado que los promotores alicantinos llevan años cultivando, pero que ha sido a raíz de la guerra de Ucrania cuando ha vivido su auténtica eclosión. De esta forma, en el primer trimestre compraron en la zona hasta 526 viviendas, un 28% más, lo que les sitúa ya como la quinta nacionalidad más numerosa, aunque en algunos municipios ya son los primeros. Por ejemplo, en Torrevieja han desbancado a los suecos del liderazgo del ránking.

Como era de prever, también se dispara la cifra de compradores ucranianos, que se incrementan un 58%, hasta los 363, aunque, como recuerda el director general de la inmobiliaria Marsol Internacional, Pedro Menárguez, en este caso serían solo la punta del iceberg ya que la mayor parte de los desplazados que llegan de este país están optando por el alquiler.

También llama la atención el aumento de operaciones de ciudadanos rusos que, a pesar de las trabas y obstáculos que tienen para mover el dinero, compraron 394 casas en el primer trimestre, un 40% más.

El repunte de operaciones también alcanza a otros mercados mucho más pequeños. Así aumentan 79% las compras de lituanos (138 operaciones); se duplican las adquisiciones de los letonios (31 operaciones) o de los estonios (25) o, incluso, los moldavos (12).

Caída

Aunque en el primer trimestre se haya conseguido salvar la situación gracias al tirón de estos compradores, el vicedecano del Colegio Notarial de València, el alicantino Delfín Martínez, anticipa que las cifras del segundo trimestre ya mostrarán un cambio claro de tendencia, con un descenso global de las transacciones que puede superar el 20%, según sus estimaciones. "La economía es psicología y con la inflación que hay en toda Europa y las malas perspectivas que se dan, los compradores están más retraídos", asegura Martínez.

En este sentido, el representante de los notarios apunta otro dato muy significativo, como es la caída del importe medio de cada compraventa, que en el caso de los extranjeros pasa de 171.487 a 165.431 euros, lo que indica que los presupuestos también empiezan a ajustarse.

En la misma línea, el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, recuerda el crecimiento espectacular que se ha registrado en los últimos años, por lo que considera normal que se produzca cierta "normalización" en los próximos meses. Eso sí, en el caso de la obra nueva –que apenas representa un 15% del mercado- cree que la demanda se mantendrá fuerte y recuerda que en estos momentos no hay stock disponible.

Los holandeses son los que pagan los precios más altos

Por nacionalidades, los holandeses son los que compran las viviendas más caras en la Costa Blanca, con una media de 255.086 euros por operación en el primer trimestre, de acuerdo con los datos de los notarios. Les siguen los suizos, que no son muy numerosos pero que pagan una media de 227.428 euros por cada casa que adquieren en la zona. Muy cerca de ellos están los chinos, con 224.114 euros; los noruegos, con 211.086 euros; o los belgas, con 206.999. En un segundo escalón se situarían alemanes y británicos, con 181.693 y 177.262 euros por operación. En el lado opuesto, los marroquís son los que menos invierten en cada casa que compran en Alicante, solo 44.620 euros.