El teletrabajo lo cambia todo: hasta el diseño de las ciudades

Frente a sus innegables beneficios, el trabajo remoto plantea problemas como el aislamiento social, la brecha digital y la lucha por desconectar al final de la jornada

La planta vacía de un edificio de oficinas

La planta vacía de un edificio de oficinas / INFORMACIÓN

Eneko López Rico

Eneko López Rico

En la última década hemos sido testigos de una evolución en la forma en que trabajamos, impulsada principalmente por la tecnología. Sin embargo, el cambio más significativo llegó recientemente debido a la pandemia del COVID-19, acelerando una tendencia que ya estaba en marcha: el trabajo remoto o teletrabajo. Este nuevo modelo laboral no solo está cambiando cómo trabajamos, sino que también está remodelando nuestra vida familiar y hasta el diseño de nuestras ciudades.

El trabajo remoto no es una novedad. Empresas tecnológicas y startups han estado experimentando con este modelo durante años, pero la pandemia ha forzado a empresas de todos los sectores a adoptar el trabajo a distancia, mostrando que es posible mantener la productividad incluso sin un espacio físico de oficina.

Según un estudio de Stanford realizado en 2023, el 48% de los trabajadores a nivel mundial ahora trabajan de forma remota al menos parte del tiempo, un aumento drástico en comparación con solo el 30% en 2020.

En cuanto a la vida familiar, el trabajo remoto ha supuesto tanto ventajas como desafíos. Por un lado, permite un equilibrio más flexible entre la vida laboral y personal. Los padres pueden pasar más tiempo con sus hijos y las personas pueden adaptar su horario laboral a sus necesidades personales. Sin embargo, también ha borrado la línea entre el trabajo y el hogar, con muchos luchando por desconectar al final de la jornada laboral.

Éxodo a zonas menos pobladas

El diseño de las ciudades también está experimentando un cambio debido al aumento del trabajo remoto. Con menos necesidad de vivir cerca del lugar de trabajo, las personas están optando por mudarse a áreas menos densamente pobladas, provocando una revitalización de las ciudades pequeñas y las zonas rurales. Esto también está poniendo en relieve la necesidad de infraestructuras digitales sólidas en estas áreas.

Por otro lado, los edificios de oficinas vacíos en las ciudades están siendo reutilizados para otros fines, como viviendas o espacios comunitarios. Esto está llevando a un cambio en el diseño urbano, centrado menos en el negocio y más en la comunidad.

Los problemas asociados al teletrabajo

A medida que avanzamos en esta era de trabajo remoto, también debemos abordar los desafíos que plantea, como el aislamiento social, la brecha digital y la gestión del tiempo. Sin embargo, está claro que este nuevo modelo laboral tiene el potencial de cambiar nuestras vidas de maneras que apenas comenzamos a entender.

Conforme nos adentramos en esta nueva era, es esencial que las empresas, los gobiernos y los individuos trabajen juntos para maximizar los beneficios del trabajo remoto, mientras abordan sus desafíos. Porque, si algo es seguro, es que el trabajo remoto ha venido para quedarse.