Los alquileres de particulares ya mueven casi 2.300 millones al año en la Comunidad Valenciana

Más de 311.000 contribuyentes de la autonomía declara ingresos por el arrendamiento de alguna propiedad, un 28% más que hace solo cinco años

La responsable de una inmobiliaria pone el aviso de que una propiedad ya se ha alquilado.

La responsable de una inmobiliaria pone el aviso de que una propiedad ya se ha alquilado. / JUANI RUZ

David Navarro

David Navarro

Cada vez más residentes de la Comunidad Valenciana tienen en el alquiler de una vivienda o un local comercial una importante fuente de ingresos. Aunque por lo general se piensa en grandes fondos de inversión o grandes potentados cuando se habla de las subidas que han experimentado los precios en los últimos años, lo cierto es que la inmensa mayoría de este negocio se encuentra en manos de particulares y son ellos los que se están beneficiando de esta situación y también los que más partido sacan con el auge de los pisos turísticos.   

De acuerdo con los últimos datos de la Agencia Tributaria, hasta 311.684 residentes de la autonomía declararon ingresos por esta actividad en el último año del que existen datos, el de 2021, lo que supone un incremento del 5% con respecto al ejercicio anterior y de casi un 28% -68.000 personas más- si se compara con la cifra de cinco años antes.

El incremento todavía es mayor en términos monetarios. De los 1.657 millones de euros que movía esta actividad en el año 2016 –el dato se refiere únicamente a los ingresos de los particulares, ya que procede del IRPF-, se pasó en 2021 a 2.273 millones, un 37% más, lo que indica tanto el mayor número de propiedades alquiladas que existen en este momento, como su mayor precio.

Un interesado mira los anuncios de una inmobiliaria en Elche.

Un interesado mira los anuncios de una inmobiliaria en Elche. / ANTONIO AMOROS

En este sentido, cabe destacar que sólo en el último año el incremento de esa cifra ha sido del 10% y todavía no recoge las mayores subidas de las rentas, que son las que se produjeron en 2022 y en lo que llevamos de 2023.

Más control

El presidente de la comisión de Fiscal del Colegio de Economistas de Alicante, Antonio Pérez Rovira, atribuye este incremento de los alquileres declarados en las declaraciones de la renta a varios factores. El primero –y no menor- sería el aumento del control del fraude por parte de la Agencia Tributaria, que cada vez utiliza métodos más sofisticados para detectar aquellas propiedades que registran actividad, aunque sus propietarios aseguren que están vacías. Desde el consumo eléctrico hasta el cruce de datos de los distintos contribuyentes, pocos son los resquicios que Hacienda deja sin vigilar.

Pero, según Pérez Rovira, también se ha producido un incremento del número de ciudadanos que ha decidido invertir sus ahorros en ladrillo y rentabilizarlos con el alquiler, o incluso de los que han apostado por poner en el mercado, aunque sólo sea unos meses al año, las propiedades que ya tenían ante el aumento de la demanda turística.

"Tengo clientes que en los meses de verano se van a casa de sus padres o algún familiar y alquilan su propia vivienda ante la rentabilidad que se consigue. Y hablo de chalets que están en municipios como Xàbia, aunque no en zonas especialmente bien situadas", señala el economista, que asegura que hay propietarios que pueden sacar entre 18.000 y 20.000 euros con esta táctica en la temporada estival, gracias a las plataformas de internet.

Un cartel anuncia estudios en alquiler en el centro de Alcoy.

Un cartel anuncia estudios en alquiler en el centro de Alcoy. / Juani Ruz

En cualquier caso, la cifra media que declaran los contribuyentes es bastante más reducida, aunque también significativa, de 7.295 euros en el último año. En este sentido, hay que tener en cuenta que aproximadamente dos tercios de los alquileres que se declaran al fisco se corresponden con viviendas destinadas a la residencia habitual de sus inquilinos. Una modalidad menos rentable que la turística, a priori, aunque con importantes ventajas a la hora de tributar, ya que hasta el año pasado las ganancias obtenidas de esta forma tenían una deducción del 60%.

Eso sí, con la nueva Ley de Vivienda este porcentaje se reduce al 50% con carácter general, aunque en aquellos casos de propietarios que acepten limitar las rentas en áreas tensionadas puede ascender al 90%.

Los locales, lo más rentable

Al respecto, el último informe realizado por el portal Idealista señala que en la ciudad de Alicante la rentabilidad media para quien decida comprar una vivienda para sacarla al mercado de alquiler tradicional alcanza el 6,7%, muy por encima de las cantidades que ofrecen los bancos por los depósitos a plazo -que el pasado mes de abril se situaba en el 1,64%, según Eurostat-, y más del doble de lo que renta en estos momentos el bono español a 10 años. Por su parte, las oficinas arrojan un rendimiento del 7,8%, mientras que por los locales comerciales se puede conseguir hasta un 8,3%. La inversión menos rentable en Alicante son las plazas de garaje, con las que se obtiene "solo" un 4,9%.

Ahora está por ver qué consecuencias tiene la nueva Ley de Vivienda en el mercado. Algunos informes, como el que presentó este miércoles Tecnocasa, aseguran que la limitación de rentas y la inseguridad jurídica que, a su juicio, crea la nueva normativa puede sacar del mercado hasta 100.000 viviendas en toda España. Otras fuentes, sin embargo, señalan que estas casas, en realidad, se están pasando al alquiler turístico, que resulta más rentable.

En manos de contribuyentes de clases medias

La mayoría de contribuyentes de la Comunidad Valenciana que declara ingresos por alquileres –uno de cada cuatro- se corresponde con ciudadanos con unas rentas totales de entre 30.000 y 60.000 euros, según la última estadística del IRPF de la Agencia Tributaria. Eso sí, quienes más ganan con esta actividad, como es lógico, son los que tienen rentas más elevadas, ya sea porque sus propiedades son de mayor nivel o porque tienen un número mayor. Así, mientras que la media de ingresos por alquiler se sitúa en 7.295 euros anuales, entre los que declaran ganancias superiores a los 600.000 euros al año esta actividad reporta una media de 24.949 euros.