Protesta frente al Ayuntamiento de Elche por el cierre del mercadillo del estadio

Vendedores ambulantes que tenían su puesto en el mercadillo del estadio Martínez Valero tienen previsto protestar este martes por su cierre en la Plaça de Baix frente al Ayuntamiento. La concentración convocada a las 19 horas en pleno centro de Elche se produce un mes después de que el Elche Club de Fútbol decidiera suspender la actividad comercial en el aparcamiento de sus instalaciones deportivas.

Los placeros ya mostraron su malestar ante la drástica medida con varias pancartas antes de la celebración del partido de fútbol contra el Fútbol Club Barcelona.

El Elche CF ratifica la suspensión temporal del mercadillo por "presuntas irregularidades"

El Elche CF y Fukuelya SL, la concesionaria de los derechos y licencias del mercadillo no sedentario del campo de fútbol Martínez Valero (asentado sobre los terrenos de la entidad deportiva), resolverán en los juzgados si la decisión unilateral del club propiedad del empresario argentino Christian Bragarnik de impedir desde el pasado día 9 de marzo esta actividad comercial da lugar a indemnización y la cuantía de esta o si se ajustó a derecho porque habían observado irregularidades. 

Sorpresivo cierre

Los afectados por el cierre de este punto que cada domingo llegaba a concentrar hasta 200 puntos de venta con 500 trabajadores expresaron hace días, a través de un comunicado, que «en nuestra gran mayoría somos gente humilde y trabajadora, que vivimos de nuestros puestos» y calificaron de «atropello a sus derechos» lo que estaba ocurriendo.

El conflicto del mercadillo del Martínez Valero se enturbia

La empresa responsable de esta actividad firmó en 2012 un contrato con el Elche CF. para poder instalar el mercadillo hasta el año 2037, cuando José Sepulcre era presidente del club. Por aquella licencia, el responsable de la empresa de los puestos ambulantes, Diego Fuentes (quien también es vicepresidente del club) asegura que se pagó 1,8 millones de euros. Sin embargo, fue en 2018 cuando ampliaron a cinco años más la concesión, hasta 2042, por perder un 25% del espacio como consecuencia de las obras de un centro comercial que nunca se llegó a construir.

Frente a las «presuntas irregularidades durante el proceso de contratación» detectadas por la actual dirección de la entidad franjijverde, la adjudicataria del mercadillo ha venido defendiendo que todo está en regla.