Adiós al tanque elevado de Bonavista en Elche

El emblemático tanque elevado del depósito de agua de Bonavista es ya historia. Esta semana han concluido los trabajos de demolición de esta infraestructura en Elche, que se encontraba en desuso debido a los daños en su estructura. 

La empresa mixta Aigües d’Elx se está encargando de los trabajos. Para las tareas de derribo se ha utilizado una maquinaria especializada en la demolición de este tipo de construcciones, las mismas que se utilizaron para las demoliciones de los edificios afectados por el terremoto de Lorca en el año 2011.  

Este depósito elevado, que no se usaba, presentaba un alto nivel de deterioro, con fisuraciones masivas y un alto grado de corrosión.

La maldición del depósito de Bonavista

Estos trabajos se enmarcan dentro de las tareas de reparación estructural del depósito semienterrado de Bonavista, que cuentan con un presupuesto de 203.313 euros. Según la dirección de la obra, ya han finalizado los trabajos de sustitución y reparación del forjado, además de la impermeabilización del vaso interior del depósito.

Las siguientes fases serán la construcción de casetas para la instalación de las bombas y telemando, los sistemas de cloración, control y medida. 

Además de los trabajos de urbanización, se adecuará el talud existente con un muro de contención de hormigón armado y se repondrá el vallado con una puerta de doble hoja. Con esta actuación se garantiza la calidad de la presión y continuidad del servicio de agua potable en Bonavista y parte de la pedanía ilicitana de Altabix. 

Plan director

Este proyecto forma parte del Plan director de infraestructuras del ciclo integral del agua 2020-2030 que plantea las actuaciones necesarias para mejorar el nivel de servicio de las infraestructuras existentes, adecuándose a las exigencias actuales y anticipándose a las consecuencias del cambio climático.

Las patologías encontradas en el depósito de Bonavista, en especial en la cubierta del mismo, con fisuras por oxidación de las armaduras, desprendimiento de fragmentos de hormigón de las vigas, viguetas y bovedillas, manchas puntuales de óxido en pilares y muros, y un largo etcétera, fueron detectadas hace casi siete años.

Con motivo de las tareas de limpieza del interior del depósito en abril de 2016, se detectaron una serie de problemas en la cubierta del depósito que requerían de una intervención destinada a la rehabilitación estructural de la infraestructura, constatándose además la conveniencia de demoler el otro depósito elevado sito en la misma parcela.

En cuanto al depósito de agua semisoterrado que sí se utiliza, su cubierta se encuentra en un estado de deterioro muy avanzado, aunque los problemas que viene arrastrando no afectan a la calidad del agua ni a la salud de las personas. Ahora será una instalación moderna.