Charanga: La visión más crítica (y constructiva) de Elche

Lanzar una crítica sobre la ciudad sin que moleste (demasiado) al político gobernante de turno. Es lo que facilita la Charanga a cargo de la Gestora de Festejos Populares, el acto que permite a los festeros despertar toda su creatividad para lograr una ciudad, o un mundo porque los temas sobrepasan el ámbito municipal, mejores.

Miles de integrantes de las 19 comisiones de la ciudad desfilaron con originales disfraces entre algarabía dejando tras de sí un mensaje para navegantes. Hubo críticas a la ciudad de carriles que ha quedado, tipo Mario Kart, «dificultando el servicio de emergencia», sostenía una comisión.

Elche tampoco es ese oasis turístico que vende el Ayuntamiento con su eslogan, según otra.

Entrada Mora en Elche: Un derroche de imaginación

La falta de promoción turística fue otro de los temas estrella, como el «descuidado» Palmeral, Patrimonio de la Humanidad, como quisieron dejar constancia unos divertidos palmereros.

La falta de limpieza en algunas zonas de la ciudad también fue motivo de crítica, siempre constructiva, como en el barrio de la Zapatillera o en el Parque Municipal, con unos exterminadores eliminando ratas.

La no concesión de la sede espacial, el desconocimiento de los museos ilicitanos o la situación de los placeros del Martínez Valero fueron otros asuntos municipales tratados con mucha imaginación.

Unas caretas del alcalde de Elche servían para criticar la falta de recursos a los festeros y su poner en valor su trabajo en la sombra. O la falta de participación de la gente de los barrios en las fiestas patronales también se llevaron críticas desde el punto de vista de los festeros de las comisiones.

Avionetas «misteriosas»

No obstante, también se pusieron de relieve otros problemas más allá del ámbito municipal. El aumento de precios que ha llevado a una parte de la sociedad a consumir más comida rápida, el apoyo a la labor de los agricultores y ganaderos, las soluciones a corto plazo de los políticas por la sequía en la provincia o el paso de avionetas «misteriosas» que sobrevuelan el campo y la ciudad agrandando la leyenda de que echan productos químicos, también salieron a las calles de Elche de la mano de las comisiones festeras.

No se olvidaron de que la inflación y la subida de precios han convertido a las familias en «superhéroes» o el aumento de la ratio paciente/médico y lo difícil que es conseguir una cita telefónica para una consulta.

Apoteósica entrada cristiana

El abuso de los videojuegos y de la tecnología, olvidando los libros, también salía a relucir en la Charanga, que homenajeó a los profesores que no pueden ejercer su vocación por la falta de apoyo de algunos padres.

Unos divertidos platillos volantes nos sacaban de toda esta cruda realidad para otra más divertida. O no tanto... Porque esos extraterrestres que nos invaden, según esa comisión festera, son, en realidad, políticos. El público se divirtió con los originales disfraces de las 19 comisiones, que dieron todo de sí para que sus mensajes calaran.