Memoria digital muy viva de Elche

La Cátedra Pedro Ibarra de la UMH recopila más de 9.500 biografías, 43.500 imágenes y 4.000 vídeos del pasado de la ciudad en sus catorce años de andadura - El reto es hacer más interactivo el portal web y extender el modelo a otros municipios

La Plaza de Baix a finales de la década de los cincuenta en plena dictadura franquista

La Plaza de Baix a finales de la década de los cincuenta en plena dictadura franquista / Cátedra Pedro Ibarra

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

A veces un pequeño detalle puede alegrarle el día a cualquiera. Que se lo digan a Carmen. Una mañana, en el descanso del trabajo estaba ojeando las redes sociales y de repente vio en el móvil una foto que hizo que todo a su alrededor se parara en seco. Era ella con diez años junto a sus compañeras del colegio a las que llevaba cuatro décadas sin ver. Se le escapó una lágrima primero y una sonrisa después porque desde ese momento pudo guardar físicamente un recuerdo que había borrado.

Desde entonces esta ilicitana es una de las 600 lectoras diarias de la Cátedra Pedro Ibarra de la Universidad Miguel Hernández de Elche, el proyecto de memoria digital que cumple 14 años y que a lo largo de su trayectoria ha logrado recopilar más de 43.500 imágenes sobre el devenir de la ciudad y sus gentes así como más de 9.500 biografías, 4.000 vídeos y más de 200 audios.

Una vecina de Matola recibe una ayuda de la Caja de Ahorros del Sureste de España, en la década de lossesenta. CÁTEDRA PEDRO IBARRA

Una vecina de Matola recibe una ayuda de la Caja de Ahorros del Sureste de España, en la década de los sesenta. CÁTEDRA PEDRO IBARRA / J.R.ESQUINAS

Material que sirve para que las actuales y futuras generaciones se hagan una idea de las costumbres de otros tiempos y de cuál es el retrato de una ciudad que urbanísticamente ha cambiado hasta casi no conocerla en algunos aspectos. Es una herramienta para divulgar, recordar, compartir, y, sobre todo, no olvidar.

«El trabajo no es bonito, es fascinante, crea adicción y resulta útil», narra a INFORMACIÓN Miguel Ors, historiador que hace casi tres lustros cogió las riendas y desde entonces dirige esta enciclopedia digital que está más viva que nunca y que crece a pasos agigantados pese a tener recursos muy ajustados.

Divulgar

El trabajo también se sale del sistema informático ya que han conseguido estar en contacto con institutos para que los alumnos también se interesen e incluso se creó una asociación de profesores de historia en los que se hacen intercambios culturales, «por lo que hasta hemos hecho gira hablando de la cátedra», resalta.

Múltiples colaboradores han enriquecido el proyecto desde la fundación y a diario una docena suele volcarse más activamente recogiendo documentos valiosos de archivos, haciendo entrevistas para completar biografías o escaneando fotos que abuelos, tíos y padres atesoraban en álbumes que el tiempo se va comiendo para que vieran la luz, todo con el fin de hacer una composición en la red sobre cómo se ha ido construyendo todo lo que hace ciudad.

Hombre feliz en la Nochevieja de 1962. cátedra pedro ibarra

Hombre feliz en la Nochevieja de 1962. cátedra pedro ibarra / J.R.ESQUINAS

Cuando Gema Rubio estudiaba segundo de Periodismo en 2012 hubo un encargo de su profesor de Historia, Miguel Ors, que la hizo iniciar una apasionante aventura hasta hoy. Ella le contó que su tía había fallecido en el accidente laboral de Facasa hace varias décadas y quería que su figura se recordase. El docente la animó a escribir su biografía y entonces reunió a su madre y tíos para hacerle ese particular homenaje a su familiar.

Desde entonces ha sido una de las colaboradoras más activas de la Cátedra y ha aportado infinidad de material, desde biografías a escritores o científicos a recoger colecciones fotográficas de familiares y de profesionales como la de Santiago Gambín y del diario La Verdad, entre otras.

Siglo XX y XXI

Tal y como exponen desde la institución, la página se centra en el siglo XX y siglo XXI en el que se muestra «una forma de panorámica histórica de la ciudad». Es una ventana que siempre está abierta por la que cada vez entra más información sobre la ciudad.

En el portal hay un sinnúmero de etiquetas sobre diferentes temáticas, ya que pueden apreciarse escenas tan variopintas que van desde vecinos celebrando la Nochevieja en un antiguo cine de pedanía a agricultores labrando con medios ahora arcaicos. También hay hitos deportivos, arte urbano y hasta edificios que ya no están o en nada se parecen a lo que ahora vemos.

Recuerdo de las hermanas Durá.

Recuerdo de las hermanas Durá. / J.R.ESQUINAS

Asimismo, están documentados algunos de los principales acontecimientos de la ciudad, y entran ahí algunos terribles como el hundimiento de la plaza de El Raval o zonas devastadas por incendios.

Faltan siglos anteriores

Desde la Cátedra sostienen que quedan por recuperar siglos anteriores, pero reconocen que «están muy vírgenes porque la investigación en esas épocas no goza de buena salud». Si bien, y como ejemplo, han logrado rescatar biografías de maestras y médicos de 1820 e incluso «alguna bruja condenada por la Inquisición en el siglo XVII».

Para el impulsor el mayor reto es la continuidad, «porque me apetece que dentro de 50 años alguien diga que hemos llegado a mínimo una foto por habitante, y los medios materiales podrían ser mejores en el futuro».

Renovación

A este respecto, indica Ors que han hecho un esfuerzo por renovar la página web y mejorar el etiquetado, y también ofrecen en la portada 200 imágenes seleccionadas por su calidad documental. Uno de los sueños de los integrantes es que el portal sea más interactivo y que el usuario pueda filtrar con tal detalle para hacer un recorrido por una época concreta.

Entierro de los cuatro jóvenes muertos en el hundimiento de la plaza de El Raval en 1955

Entierro de los cuatro jóvenes muertos en el hundimiento de la plaza de El Raval en 1955 / Cátedra Pedro Ibarra

De igual forma, están involucrados «de sol a sol» por pura vocación y esperan que en un futuro este proyecto de página web pueda replicarse en otros municipios para que rescaten su memoria en formato digital, ya que incluso han propuesto la posibilidad de firmar convenios de colaboración. Por otro lado, y a pesar de las ganas que le ponen, tienen el factor limitante de la financiación para enriquecer el sistema.

Ors explica que unos colaboradores «trabajan por amor al arte» aunque empresas y el Ayuntamiento han aportado recursos para becar. La universidad, por su parte, permite cubrir gastos informáticos para tener un servidor propio lo suficientemente sólido para que el trabajo no se detenga y la memoria de todos no se pierda.

Entrevistas a las abuelas

La Cátedra Pedro Ibarra diseñó en 2022 un certamen de fotografías para involucrar a los centros educativos. La última edición, a las puertas del verano, se celebró en el IES Victoria Kent y de allí salieron varios «tesoros históricos», apunta Miguel Ors, director de la entidad. Entre los documentos premiados se encontraba, por ejemplo, la imagen de una familia haciendo alpargatas en la década de los cuarenta en una fábrica.

Viudo con cinco hijos en la segunda década del siglo XX.

Viudo con cinco hijos en la segunda década del siglo XX. / Cátedra Pedro Ibarra

De igual forma, también hay docentes de otros centros que están muy involucrados en el proyecto ilicitano. Cuenta el historiador que Sofía Rojo, docente del IES Cayetano Sempere tiene en marcha un proyecto ya con varias ediciones en el que los alumnos entrevistan a sus abuelas «que han sido aparadoras o trabajaban en el campo» para rescatar testimonios y «aventuras de un país en el que hace 50 o 60 años se vivían circunstancias de dificultad»

Ors ve que gracias a este tipo de iniciativas el futuro de la Cátedra está asegurado ya que se está trabajando de forma colectiva y en común . Pide, por otro lado, que la población se conciencie y que cuando alguien herede una casa o se tope con recuerdos piense en conservarlos antes que tirarlos al contenedor.