La calle Juan Carlos I incorpora un radar fijo tras la supresión del carril bici
La medida pretende rebajar la velocidad en un vial que recuperó hace dos meses los dos viales de circulación
La calle Juan Carlos I ya tiene instalado su radar para controlar el exceso de velocidad tras la supresión de su carril bici el pasado verano. El equipo de gobierno ha puesto en marcha esta medida para evitar que el céntrico vial vuelva a convertirse en una «carretera nacional» al haber recuperado sus dos carriles de circulación en la segunda quincena de agosto.
Los coches no pueden sobrepasar los 30 kilómetros por hora en este vial, donde además se encuentra el colegio Santa María (Jesuitinas). Justo en una de las puertas del centro educativo concertado se ha colocado el control de velocidad. Se trata del segundo radar fijo que se instala este año en la ciudad. El primero fue colocado por el anterior equipo de gobierno de PSOE y Compromís en la calle Ángel a petición de los vecinos hartos de que haya conductores que pisen más de la cuenta el acelerador.
La Concejalía de Movilidad, en manos de Claudio Guilabert, ha decidido apostar por el mismo modelo, un radar con una pantalla que permitirá a los conductores saber en a qué velocidad están circulando en el momento que pasen por delante. El dispositivo permitirá además tener un control de los vehículos que pasan cada día por esta arteria.
Atajar la alta velocidad en «Juan Carlos I» es un reclamo vecinal en esta zona que une el centro con Altabix, al igual que reducir los coches que aparcan en doble fila tras el desmantelamiento del carril bici. El equipo de gobierno advirtió que sería «inflexible» con las infracciones en esta calle tras la lluvia de críticas recibida por eliminar un vial ciclista segregado y bidireccional que habilitó el anterior ejecutivo progresista a raíz de la pandemia.
Dos meses
Hace justo dos meses, el ejecutivo local de PP y Vox inició el demantelamiento del carril bici de esta calle tal y como había prometido en campaña electoral. Movilidad justificó la falta de seguridad de este vial y se basó en un informe de la Policía Local que cifró en diez los accidentes leves registrados desde enero en este enclave.
Como alternativa, el Ayuntamiento habilitó ciclocalles en calles paralelas del barrio la Zapatillera: Miguel de Unamuno y Martín de Torres, un espacio en el que comparten la vía, de un sentido, ciclistas y conductores. Son ciclocalles ya que conectan directamente con el tramo del carril bici en avenida de Alicante, a través de Facasa, y son vías con menor densidad de tráfico.
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