Bomberos alertan a la Policía del riesgo de descargas en accidentes con coches eléctricos

Efectivos del consorcio provincial forman a los agentes para que a la hora de intervenir en un rescate revisen el tipo de propulsión para evitar riesgo de electrocución con las baterías

Los modelos de hidrógeno traerán «riesgos añadidos», exponen

Bomberos apagan el incendio de un coche en La Marina

Bomberos apagan el incendio de un coche en La Marina / Áxel Álvarez

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

Actuar en un siniestro cuando hay implicados coches eléctricos, híbridos o propulsados con otras nuevas tecnologías como gas resulta más peligroso que con los de combustión térmica. Así lo aseguran los bomberos del consorcio provincial, que en los últimos años están afinando la formación para extremar las precauciones y evitar «riesgos añadidos» como la electrocución si se tocan componentes de alta tensión como las baterías, que pueden alcanzar los 1.000 voltios.

Los bomberos estiman que en el último lustro se ha incrementado aproximadamente un 40% el número de accidentes de vehículos eléctricos e híbridos, lo que se acerca al porcentaje de vehículos con estas tecnologías representados en el parque automovilístico español. Y precisamente para garantizar las intervenciones sin que nadie resulte herido efectivos del consorcio provincial dedicaron hoy una ponencia en el congreso multidisciplinar de policías que desde el miércoles y hasta mañana se está celebrando en Elche.

El especialista Alan Clemente en un momento de su ponencia este jueves

El especialista Alan Clemente en un momento de su ponencia este jueves / Antonio Amorós

Nuevos protocolos

La misión era precisamente que los agentes, que suelen acudir en primera instancia ante el aviso de accidente, interioricen los nuevos protocolos. «Lo más importante es no acercarse al vehículo de forma instintiva, si no hacer un reconocimiento de 360 grados alrededor del vehículo», expuso Alan Clemente, formador especialista en rescate y oficial del consorcio provincial de bomberos. Al hilo, señaló que una vez identificado que el medio de transporte es eléctrico, híbrido o propulsado con gas se tiene que «establecer un perímetro mínimo de 50 metros tanto para los agentes y para la ciudadanía». Con ello se previenen efectos de posibles fugas de gas GLP o GNC porque pueden haber tuberías afectadas o el depósito se ha desplazado con el impacto. Igualmente, resulta más aparatoso el incendio de un coche con baterías de ion litio, que pueden prender durante horas.

Bulos

Durante su intervención el oficial quiso derribar «viejos bulos» como que cuando un coche eléctrico e híbrido se inunda no transmite la corriente a quien vaya a tocarlo por los sistemas propios de seguridad del turismo. En este sentido señaló que se trata de «vehículos muy seguros a efectos de conducción» pero cuando tienen un siniestro «el sistema de seguridad desconecta pero las baterías siguen teniendo tensión».

Es más, indicó que la prevención será incluso mayor cuando empiecen a circular coches propulsados con hidrógeno verde porque se mezclará «la alta tensión con las botellas de hidrógeno cargadas a 700 bares», apuntó Clemente, que lleva años especializándose para ofrecer formación a bomberos de los trece parques de la provincia, e incluso a compañeros de otros puntos del país.

Mercancías peligrosas

Tras esta sesión también intervino Miguel Montero, suboficial jefe de bomberos de la zona operativa del Baix Vinalopó, que dio pautas a los cuerpos de seguridad municipal sobre cómo actuar en el siniestro de camiones que transportan mercancías peligrosas.

Recordó que Elche es un municipio catalogado de riesgo alto de este tipo de accidentes según el plan especial de la Comunidad Valenciana, por ubicarse la autopista del mediterráneo y existir un alto flujo y tránsito de mercancías peligrosas. Aún y así, señaló que en el 70% de las veces que un vehículo pesado se para en la carretera es por averías o colisiones en las que no se producen fugas o derrames de material peligroso. Si se diese ese caso, sostuvo que el primer paso es saber identificar el tipo de producto, entre las nueve categorías, que incluyen desde explosivos y gases hasta líquidos inflamables, para saber enfrentarse a ese riego.

Distancia

Se debe establecer entonces una distancia mínima de 50 metros y otros 50 metros como «zona templada» donde ya los bomberos actuarían al disponer de la equipación, medios y conocimientos necesarios para evitar intoxicaciones, y se retirarían de la primera línea el resto de efectivos.

Cierre del congreso

El congreso culminará este viernes con mesas redondas que abordarán cuestiones como los taxis y las manipulaciones de elementos tarifarios; se tratarán los efectos fisiológicos del estrés en combate y los sistemas de entrenamiento específico para policías; habrá un simulador táctico virtual de entrenamiento policial y militar y antes de la clausura del congreso, los asistentes podrán comprobar la realidad de un enfrentamiento armado.