Entrevista | Miguel Ors Montenegro Coautor del libro «el franquismo en elche (1939-1979)».

«Elche es un buen observatorio para estudiar la Guerra Civil, la República y el franquismo»

 Acordaron hacer una mirada concreta sobre los efectos que tuvo la dictadura en Elche y, tras años, lo han conseguido. Los historiadores Miguel Ors, Juan Martínez Leal y Francisco Moreno Sáez presentan hoy en el centro cultural Las Clarisas, a las 19 horas, este minucioso trabajo.

Miguel Ors, con el libro que ha codirigido junto a Francisco Moreno Sáez y Juan Martínez Leal. | ANTONIO AMORÓS

Miguel Ors, con el libro que ha codirigido junto a Francisco Moreno Sáez y Juan Martínez Leal. | ANTONIO AMORÓS / Antonio Amorós

J. R. Esquinas

J. R. Esquinas

¿Qué daño hizo la dictadura franquista en Elche?

El libro empieza por la represión en posguerra y con los datos que tenemos hasta ahora son 1.798 personas en Elche, con nombres y apellidos, las que fueron a la cárcel después de terminar la Guerra Civil, una barbaridad en una ciudad de 45.000 habitantes. Entonces el Palacio de Altamira o la fábrica 2, que ahora es el colegio Candalix, fueron prisiones. También hablamos de 32 fusilados, nueve penas de muerte conmutadas y unas 200 personas en el exilio, por lo que hablamos de una tragedia que produce un golpe de Estado, el del 18 de julio, que aún hoy algunos defienden y que es la mayor barbaridad por la que ha pasado este país.

¿Cómo se trataba la información?

Por poner ejemplo, en febrero de 1945 un inspector de policía está buscando a un grupo de comunistas que están de forma clandestina en Valverde, el policía los localiza y lo reciben a tiros y lo matan. ¿Qué es lo que aparece en el periódico al día siguiente? Lo lógico de un tiempo de dictadura: «Ha muerto en acto de servicio el inspector Maján», punto y final. Tú no sabes qué ha pasado, si es que se ha muerto conduciendo el coche o le ha dado un pasmo. Otro ejemplo. En un pleno del año 49 se le hace un acto de desagravio al alcalde porque ha sido agredido y, ¿quién le ha pegado? y sobre todo, ¿por qué? Me fui a la Glorieta a hablar con los abuelos de 90 años y me contaron que un fontanero había puesto la calefacción en el Ayuntamiento y no le pagaban, no le pagaban, hasta que se cansó y lo agredió. ¿Y qué le pasó al agresor? Pues nada porque era también del régimen. El franquismo tiene, a parte de lo largo y pesado que es, una factura, y es difícil meterse en ese tiempo en el que hay censura. La radio funcionaba con el parte de Radio Nacional de España, no hay fisuras ni problemas de que la gente cuente lo que no tiene que contar.

Líderes

¿Cómo lideraban los alcaldes de la época?

El único liderazgo del que se puede hablar en Elche es el de Vicente Quiles Fuentes, el último alcalde de la dictadura que estuvo 13 años. Al ser partido único el partido trabajaba muy poco y tienen un semanario en el 39 que lo dejan de publicar, Renacer, y me ha sorprendido la escasa vida política del partido y no te digo ya de la sección femenina, que hay que buscarla con lupa. Están las políticas simbólicas que es el 20 de noviembre por el aniversario de José Antonio Primo de Rivera, el 1 de abril como Día de las Victoria, hay algunas fechas en las que se canta el «Cara al Sol» por ejemplo en la célebre cruz del Paseo de Germanías y la guardia de Franco va a Fontilles una vez al año y la organización de los Reyes Magos y el deporte se canalizaba a través de la Organización Juvenil Española (OJE).

«Hablamos de una tragedia porque 1.798 personas fueron a la cárcel, 32 fusilados, hubo nueve penas de muerte y 200 exiliados»

¿Cómo se pusieron de acuerdo los tres autores para dar forma a la obra?

Paco Moreno Sáez ya hizo un clásico que es la historia del movimiento obrero en Elche y cubrió el primer tercio del siglo XX. Juan Martínez Leal, que yo sepa, escribió la única monografía que existe sobre la Segunda República en Elche. He trabajado muchos años con ellos y ha sido una enorme suerte hacerlo en el Instituto Gil Albert. Al hacer Leal un libro sobre la República en cierta manera me obligó a mi a hacer uno de la Guerra Civil, que se publicó en 2008. A partir de ahí surgió la idea de este libro, vi la necesidad de hacerlo del franquismo de principio a fin, pero era una barbaridad de años, entonces los llamé y les pedí ayuda con una mirada concreta sobre Elche, por lo que cubrimos las nueve corporaciones municipales con una visión económica, social, cultural y política.

¿Cómo lo han estructurado?

Yo he hecho los primeros veinte años, del 39 al 59, he cubierto una ciudad que pasa de 45.000 a 55.000 habitantes, y ellos han hecho los veinte años siguientes. Juan Martínez Leal del 60 al 73 y Paco Moreno Sáez el tardofranquismo del 73 al 75 y toda la Transición. Pero claro el franquismo en Elche no termina el 20 de noviembre del 75 con la muerte de Franco, si no el 3 de abril del 79 con las elecciones municipales y cuando surge la primera corporación presidida por Ramón Pastor Castell. Ahí es cuando se acaba el régimen. En los cuarenta años que abarca el libro hablamos de nueve alcaldes que cubren la dictadura y entre alcaldes y concejales hay 125 cargos, todos hombres.

Miguel Ors junto a la Calahorra con su libro

Miguel Ors junto a la Calahorra con su libro / Antonio Amorós

¿Fue tedioso documentarse?

Hemos tratado de cubrir, en la medida que se puede, y con las limitaciones que tienen documentos con los que hemos trabajado, sobre todo el Archivo Histórico Municipal de Elche pero también el Archivo histórico provincial de Alicante. Hemos trabajado archivos en Madrid como el Histórico Nacional o el Archivo Histórico de la Defensa, el Archivo Militar de Ávila, el de la Memoria Histórica de Salamanca, el archivo de la administración de Alcalá de Henares, y luego toda la prensa que hemos podido leer. INFORMACIÓN es un recurrente del primer día al último. En los sesenta ya se incorpora La Verdad y tenemos a Radio Elche, su archivo ha conservado sobre todo la silueta y los archivos escritos que recogen todas las noticias que se radiaron. También hemos utilizado mucho las biografías de la Cátedra Pedro Ibarra.

«Me ha sorprendido la escasa vida política del partido, y no digo ya de la sección femenina, que hay que buscarla con lupa»

¿La ciudad es un buen lugar para estudiar el pasado?

Elche me encanta como observatorio porque es un escenario que te permite visualizar con facilidad, es un buen observatorio para estudiar la guerra, la República, el Franquismo. El otro día un joven nos decía por qué no hacéis ahora del 80 al 2023 pero, ¿y por qué no lo haces tú que eres joven? Esto cuesta mucho.

¿Será su último libro?

Esto cuesta mucho de hacer y menos mal que engañé a mis dos amigos para que me ayudaran. No tengo ganas de hacer más ladrillos como este porque tengo un trabajo que tendré hasta el día que me muera, salvo alzhéimer, que es la cátedra Pedro Ibarra, que me obliga a investigar y estoy muy contento porque hago dos horas de historia al día.