Elche no logra reducir desde 2017 la cifra de conductores que circulan ebrios

Ni las reiterativas campañas de concienciación, ni los controles policiales aleatorios parece que estén teniendo los efectos deseados en lo que se refiere a frenar, en los últimos años, las estadísticas en cuanto a la conducción bajo los efectos del alcohol en el casco urbano de Elche y en su treintena de pedanías. Así al menos parecen reflejarlo los últimos datos de la Policía Local, que revelan cómo desde 2017 (salvo el año de la pandemia, 2020, que no es comparable) prácticamente se mantienen las mismas cifras en cuanto a este tipo de infracciones.

Así las cosas, en Elche cerca de 370 conductores al año son identificados tras comprobar que estaban circulando bajo los efectos del alcohol. Esta cifra, pese a todo, se viene replicando al menos desde 2017, ejercicio en que 411 personas infringieron la ley al arrojar en sangre una tasa de alcohol por encima de lo permitido.

Identificaciones

En 2018 los conductores que fueron identificados en Elche conduciendo bajos los efectos del alcohol fueron 408. En 2019, 365.

Tras 2020, el año fundamental de la covid-19, la anualidad 2021 volvió a evidenciar que las cifras prepandémicas se retomaban: 352 conductores ebrios fueron detectados al volante.

El pasado año la Policía Local de Elche tiene en su registro 373 conductores en esta misma situación. Y hasta junio de este 2023, ya se habían contabilizado 186 personas al volante con tasas de alcohol por encima de lo reglamentario, es decir, conducir un vehículo a motor o ciclomotor con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 miligramos por litro o superior a 1,2 gramos por litro en sangre.

Negarse a la prueba

Además, cada anualidad, más de una docena de conductores se niega a someterse, en presencia de la Policía Local, a pruebas de alcohol o drogas. En 2022 se negaron 14 personas, en 2021 13, y en 2019 también 13.

Con respecto a la conducción bajo la influencia de otras drogas, los registros de la Policía Local denotan que en este campo sí que se ha avanzado desde 2017.

Hace seis años se detectaban más de medio centenar de personas que se ponía al volante tras haber consumido alguna sustancia estupefaciente. De los 53 casos de 2017 se pasó a los 31 en 2018 para, en 2019, remontar hasta los 44 denunciados.

Un aspecto que sí va a mejor

Sin embargo, tras la pandemia, al menos así se reflejan en las estadísticas policiales, el número de conductores que da positivo en drogas ha descendido drásticamente. En 2021 se contabilizaron 21 casos, en 2022 17 y a mitad del presente año había 12 registros en este sentido.

En 2019 se practicaron 112 controles de alcoholemias y drogas, casi los mismos que en 2017. No obstante, tras la pandemia estos controles han disminuido. Así por ejemplo, en 2021 se establecieron 42 y el pasado año 49. No obstante, también cabe indicar que sí se han incrementado notablemente, entre 2021 y 2022, los controles genéricos de vehículos y entidades: de 2.497 se ha pasado a 2.953. En 2017, por ejemplo, apenas se llegaba al medio millar de controles.