El plan de actuación municipal frente al riesgo de inundaciones identifica 21 puntos críticos en Elche

El documento marca como zonas de vigilancia otra veintena de enclaves, y todos los tramos conflictivos se sitúan junto al Vinalopó y en el entorno de los barrancos, en particular los de Barbasena, Los Arcos y San Antón

El Vinalopó, justo a la altura del puente de Barrachina, donde deja de estar canalizado.

El Vinalopó, justo a la altura del puente de Barrachina, donde deja de estar canalizado. / Alex Domínguez

María Pomares

María Pomares

«Si se valora históricamente, el sur del municipio se sitúa en una zona marismeña que hace aproximadamente 2000 años eran áreas inundables que compartían con la actual Vega Baja del Segura y Bajo Vinalopó, y que actualmente siguen siendo zonas inundables». En estos términos se pronuncia el plan de actuación municipal frente al riesgo de inundaciones que acaba de salir a información pública. Un documento que identifica hasta 21 puntos críticos en Elche y otros tanto calificados como puntos de observación o vigilancia.

Críticos

Entre los denominados críticos, casi la mitad -nueve concretamente- se sitúan junto al Vinalopó, como, por ejemplo, la zona situada junto al puente de Barrachina, cuando el río deja estar canalizado, y donde hay viviendas; dos áreas en Algorós, a la altura del Camino de Cuatro Pilares, por la posibilidad de afectar a fincas agrícolas y caminos, y junto al camino del Azud de los Comunes; el camino de la Regalicia en Daimés; el tramo en que confluye con el Azarbe de Dalt; o la finca de Santa Fe

El barranco de San Antón, a su paso por la zona del Martínez Valero.

El barranco de San Antón, a su paso por la zona del Martínez Valero. / Alex Domínguez

Los barrancos

A partir de ahí, el barranco de Barbasena, el de los Arcos, el de San Antón o el del Grifo también presentan zonas conflictivas en una o varias de sus partes. En algunos casos, incluso, afectando a áreas cercanas a urbanizaciones o viviendas diseminadas, como, por ejemplo, el barranco de Los Arcos a su paso por la urbanización Altamira. 

"Eventos de avenidas"

En plan, de hecho, incide en que, en lo que denomina «eventos de avenidas», los cauces principales que afectarían en gran medida a los núcleos urbanos de Elche y, por tanto, a sus infraestructuras, serían los barrancos de San Antón y del Grifo en el sector oriental, y el de Los Arcos y Barbassena en el occidental. «Estos barrancos, junto con el cauce del río Vinalopó, tienen un orden de magnitud alto en sus cauces que favorecen avenidas importantes, debido a los altos tiempos de concentración en la escorrentía superficial», se expresa en el documento.

Varios episodios desde el registrado en 1900 en La Marina

El plan recoge algunas de las inundaciones históricas que ha sufrido el término municipal ilicitano, comenzando por las registradas en octubre del año 1900 y que afectaron a La Marina. A partir de ahí, cita, entre otras, las de octubre de 1982, con crecidas del río superiores a los dos metros de altura en el casco urbano; las que golpearon especialmente a San Antón y Palmerales en 1987; la DANA de septiembre de 2019; o las de marzo de 2022, pasando a la historia como el mes de marzo más lluvioso desde 1967, y que implicó el anegamiento de varias viviendas en el campo.  

Medidas de prevención

Por ello, entre las medidas preventivas que recoge el plan, destaca la limpieza y el reacondicionamiento del cauce del río Vinalopó en su tramo final y, en particular, en unos seis kilómetros, de manera que se retiren las basuras y residuos urbanos desde el cruce de los caminos del Azud de Boterrí y el Azud de los Comunes, en la partida de Algorós, hasta el punto de confluencia entre el río y el Azarbe del Dalt, donde, según el plan municipal, hay tramos con excesiva masa vegetal. Los trabajos, según los técnicos que han elaborado el informe, deberían centrarse en la limpieza y el dragado, permitiendo regularizar la sección del río, incluyendo unas mejoras mediante reparaciones de piedra de escolleras en algunos tramos.

San Antón

También se aboga por la limpieza del barranco de San Antón, con restos de sedimentos, escombros y vegetación descontrolada, algo que, según el documento, favorece los desbordamientos, sobre todo en el tramo que va desde el puente de la Ronda Sur hasta la primera rotonda de la carretera de Elche a Santa Pola, y en la propia CV-865. Así las cosas, y junto a la limpieza, se demandan sistemas de drenaje sostenibles e incluso diques de contención en algunos puntos, como prometió el Ayuntamiento hace unos meses.

El Grifo

Una propuesta muy similar a la que se plantea para el barranco del Grifo, aunque aquí, además, se aboga por la canalización mediante redes de pluviales que permitan la reutilización de las aguas captadas para aprovechamiento agrícola. Todo porque, según detalla el plan, en el entorno de las vías del tren que une Alicante y Murcia hay un tramo de barranco estrecho, lo que favorece una acumulación del volumen de agua y lleva a inundaciones en el Camí de Salades.

En paralelo, en la rotonda de la Ronda Sur que conecta con la salida del camino de El Altet, el plan indica que «el barranco del Grifo ha perdido su encauzamiento natural pasando a formar una línea hídrica llana, lo que genera problemáticas de inundación por derrames, debido a la descarga de volumen acumulada aguas arriba, afectando a las parcelas colindantes, vías locales o caminos, entre otros elementos».

El barranco de San Antón, a su paso por la zona del Martínez Valero, con la maleza acumulada.

El barranco de San Antón, a su paso por la zona del Martínez Valero, con la maleza acumulada. / Alex Domínguez

Barbasena

En cuanto al de Barbasena, se alerta de que, a partir del camino que lleva ese mismo nombre, el cauce presenta una forma plana, lo que afecta a las parcelas colindantes en Matola, con daños en el camino, terrenos agrícolas y azudes o redes de goteo. Ahora bien, por encima de todo, se destaca un «punto crítico importante» a la altura del cruce del camino de Barbasena y la CV-875. Entre las soluciones, se proponen sistemas de drenaje sostenibles que conecten con la red de azarbes con mayor capacidad de desagüe o la canalización subterránea mediante redes de pluviales que permitan la reutilización de las aguas captadas para el aprovechamiento agrícola.

Los Arcos

Por lo que respecta al barranco de Los Arcos, los puntos más vulnerables están en los tramos bajos, sobre todo, donde se pierde la línea hídrica, como en el cruce de la carretera de Catral, o aguas arriba, en el cruce con el camino viejo de Crevillent, por la existencia de una obra de drenaje transversal compuesta de tres secciones ovoides que, ante lluvias intensas, provocan que el camino se anegue. Aquí, entre otras cuestiones, se pide el encauzamiento artificial mediante cajones de hormigón, permitiendo mayor capacidad de desagüe hacia El Hondo.

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