Ruz rehabilitará la calle Curtidores y la torre vigía de Ressemblanc para abrirla como reclamo turístico

El alcalde de Elche, Pablo Ruz, como responsable del área de Patrimonio, convirtió esta mañana del martes lo que iba a ser la presentación de la rehabilitación de la ajada torre de Ressemblanc, anexa al instituto La Torreta, al que da nombre y de hecho está literalmente pegada, en un proyecto urbanístico que afectará a su entorno, a la calle Curtidores, con nuevas aceras y farolas en la calle Curtidores y con la puesta en valor de la centenaria acequia de riego que pasa junto al edificio defensivo que data del siglo XV y está declarado como Bien de Interés Cultural.

El regidor, acompañado de los ediles de Educación y Contratación, María Bonmatí y José Claudio Guilabert, respectivamente, anunció que será un proyecto cofinanciado con la Diputación Provincial, que costará 1,7 millones de euros de los cuales las arcas municipales aportarán el 55 % (935.000 euros) y el resto, la institución provincial (765.000 euros, el 45 % restante).

Escudo heráldico

En realidad serán dos proyectos a ejecutar en tiempos próximos pero distintos. Por un lado, la rehabilitación de la torre, que está al caer; y, por el otro, la mejora del entorno, que por envergadura y presupuesto será más complejo de ejecutar y que contará con asesoría externa. Del primero no supo precisar cuánto costará, ahora bien aseguró que incluirá la parte superior de la barbacana después de los desprendimientos que obligaron hace ya muchos meses a colocar redes para evitar cualquier accidente porque es zona de paso de estudiantes; el sellado del escudo heráldico que se encuentra en avanzado estado de descomposición, así como trabajos de carpintería y mampostería. Los distintos contratos, porque no se encargará a una única empresa, se hará a varias en función de los oficios, se aprobarán en las próximas semanas.

La rehabilitación de la torre permitirá, además de devolverla a su estado original, darle un uso turístico dentro del proyecto que el regidor ha puesto en marcha para que puedan ser visitables buena parte de las antiguas torres vigía de la ciudad. Una iniciativa que ayer dijo estaba siendo un éxito con la de Vaíllo, también de finales del siglo XV o XVI, situada junto al Conservatorio de Música, y que llegará a la torre de la Vetlla, donde están las figuras de Calendura y Calendureta, en la Plaça Baix, cuando se resuelva cómo habilitar un acceso seguro. Todo ello, dijo el alcalde, por la «voluntad firme de seguir avanzando en la conservación del patrimonio de los ilicitanos».

Préstamo

El segundo proyecto, aunque sí se sepa cuál será el coste, está pendiente de saber de dónde se financiará, si de los remanentes de Tesorería o del préstamo de 20 millones de euros que el equipo de gobierno (PP y Vox) anunció al mismo tiempo que prácticamente aprobaban el presupuesto 2024, partida crediticia que principalmente irá a tapar los «agujeros» que se generaron con los Edusi, proyectos que tenían que financiarse al 50% con fondos europeos y que se van a perder o ya perdido por los retrasos en su ejecución, algo de lo que el alcalde ha culpado en repetidas ocasiones al anterior equipo de gobierno (PSOE y Compromís).

La reforma de la calle Curtidores es una necesidad habida cuenta que es imposible ir por una de las aceras que literalmente desaparece, lo que supone que ir a ver la deteriorada torre sea un ejercicio de inseguridad vial. El alcalde además quiere destapar para que sea visible la acequia que discurre por allí, a la altura del salto de agua, y poner en valor este patrimonio hidráulico. En definitiva, otro reclamo turístico, pero que visitarlo sea seguro. Y, como ya viene siendo habitual en él, con unas farolas que no pasen desapercibidas, como también pretende hacer junto a la fachada del Ayuntamiento de Elche, cuando estrene su nueva iluminación.

Otros proyectos de Ruz

El regidor se refirió a otros proyectos en marcha dentro del ámbito del área de gobierno que gestiona, como la siembra de alfalfa que se ha realizado en el Hort de Pontos, la posibilidad de reabrir el Molí del Real al colectivo de Bellas Artes (próximamente habrá una reunión), aunque hay quien apuesta por otras soluciones; recuperar el riego con agua del trasvase de forma puntual para los huertos de palmera, la reforma de la Casa de la Festa y el proyecto de la Casa de la Virgen en Puertas Coloradas.