La nieve ha hecho acto de presencia en el norte de la provincia de Alicante en pleno mes de abril y el litoral sur está en riesgo importante -color naranja- por vientos del nordeste de fuerza 7 a 8 con olas de entre 4 y 5 metros. Es más, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) informa de que la altura de la ola más alta podría alcanzar los 10 metros y extiende el aviso hasta las 4 horas del martes.
El mar embravecido por las fuertes rachas de viento ha enguillo playas, pasarelas y espigones.
Las predicciones meteorológicas ya adelantaban para este lunes una jornada marcada principalmente por el viento, las nubes, las precipitaciones y el frío. De hecho, en la madrugada de este lunes se ha registrado en el interior de la provincia la temperatura más fria en un mes de abril desde 1983.
La cota de nieve no llegará a los 1.000 metros sobre el nivel del mar, lo que ha dado lugar a una nevada en las cotas más elevadas de Aitana, como el paraje Font de l'Arbre, y también en la Serrella, la sierra que se extiende por los términos de Beniardá, Confrides, Castell de Castells, Benasau, Cuatretondeta, Facheca y Famorca en un longitud aproximada de 15 kilómetros.
Precisamente los picos más elevados de la Serrella -Pla de la Casa, Mallada del Llop, La Serrella, L'Heura, Creus y Pico Serrella- sobrepasan los 1.300 metros de altitud y por eso están siendo los más afectados por la nevada.
En la costa sur alicantina los fenómenos costeros están ocasionando daños en las playas. Al ser lunes las flotas pesqueras no han salido a faenar.
Pero los pescadores de las artes tradicionales es muy probable que tampoco lo hagan este martes porque, según la predicción de Aemet, persistirá el riesgo con vientos del nordeste de fuerza 7 y olas de 3 a 4 metros.
En Guadarmar las embestidas del mar han llegado a romper incluso varias jaulas de lubinas de las piscifactorías.
"Hemos iniciado el mes de abril con anomalías negativas de temperatura ya que se mantiene en la vertical el aire frío del ártico que nos ha afectado durante el fin de semana. A esta situación hay que añadirle los vientos marítimos, que durante este lunes y mañana martes provocarán una nueva situación anómala en el sureste peninsular gracias a la acción de bajas presiones en superficie que, entre el golfo de Cádiz y Alborán, supondrán nuevos elementos inestabilizadores", según ha informado Lluís Francés, el "Hombre del Tiempo Comarcal".
"Un día feo, gris y lluvioso"
Para este lunes se espera un día invernal con una jornada nubosa, posibilidad de precipitaciones débiles que podrían ser algo más persistentes de cara a la tarde, vientos moderados entre gregal y tramontana y temperaturas máximas que no llegarán a los 10 grados centígrados. "Pocos cambios de cara a mañana martes solo que subirá, en nuestra vertical, la temperatura de la isoterma a 1500 msnm y con ello la cota de nieve, pero se mantendrá un día feo, gris y lluvioso", señala el meteorólogo Lluís Francés. Sin embargo a partir del miércoles cambia la circulación a poniente y subirán las temperaturas. Pero de momento toca invierno. De hecho, en la salida de mapa de frentes en superficie para este lunes ya se observa la confluencia de bajas en el sur peninsular, lo que marcará el mal tiempo de las próximas horas.
Evidencias del cambio climático
Para el ecólogo Fernando Maestre Gil estas fluctuaciones atmosféricas son evidencias de que el clima está cambiando y, además, lo está haciendo muy rápido. "No es tan raro que nieve en esta época del año en la montaña de Alicante ni tampoco lo son las sequías, pero lo que no es normal es pasar de un invierno tan seco y cálido -cabe recordar que a finales de diciembre y principios de enero casi íbamos en manga corta- a, de repente, encontrarnos con el mes de marzo más lluvioso que se recuerda desde que hay registros y ahora en abril, de nuevo, vuelve el frío cuando pensábamos que llegaba la primavera", ha señalado el invetigador.
Pero las anomalías climáticas se extienden por todo el mundo. Recientemente en los polos se han registrado aumentos de temperatura de más de 40 grados respecto a lo que es habitual en esta época del año.
"Son evidencias de que el clima está cambiando y lo que antes era una referencia del clima ya cada vez lo va a ser menos en el futuro", explica Fernando Maestre remarcando que "son avisos muy claros que nos está dando nuestro planeta de que hay que disminuir rápidamente la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera". Es la única manera de que el calentamiento no sigue aumentando y, en este caso, todo grado es importante.
Aumentan el calor y las tormentas
Por su parte el meteorólogo Lluís Francés también considera evidente que el cambio climático antropogénico está provocando efectos que se pueden ver en las tendencias climáticas cambiantes de los últimos años, tanto a nivel global, en mayor medida, como a una escala mucho más amplia y cercana, como es la provincial.
"Estamos manejando datos que no se producían años atrás y queda constatado en las series climáticas oficiales. Las noches tropicales -madrugadas que no desciende el termómetro de 20c- están siendo mucho más numerosas y la zona de confort climático la estamos perdiendo, principalmente en la costa, no tanto en el interior. Otro de los fenómenos a seguir son los episodios de lluvias torrenciales, en la última se han duplicado respecto a décadas precedentes. Llueve lo mismo, pero menos días, lo que provoca mayor erosión y que se remodele el paisaje", explica.
Lo ocurrido en el pasado mes de marzo ha sido claramente excepcional y tiene un tinte de otro cambio de tendencia en el régimen pluviométrico provincial. Habitualmente las lluvias se producen en otoño y desde hace más de un lustro estamos observando como de tener inviernos mucho más húmedos que antes, hemos pasado a primaveras húmedas y otoños secos, situación de anomalía dentro de nuestras características climáticas.
"Tenemos que estar muy pendientes del clima, que forma parte fundamental del motor económico provincial. En la actualidad el conocimiento empírico va creando una serie de valores climáticos que genera una certidumbre en los datos, ya que sólo a través de la observación y la repetición de los hechos marcamos una posible tendencia en la predicción. Sin embargo el paisaje terrestre ha cambiado y con él, el clima, principalmente en las zonas más antropizadas", puntualiza Francés..
Según las bases físicas de Naciones Unidas sobre el cambio climático concluye que se están produciendo cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto. Por eso para el experto hay que discutir siempre la atribución del cambio climático desde la epistemología. Se abre, pues, una vía a la reflexión para crear vínculos multidisciplinares y forjar conocimiento que diste del clásico fin de la humanidad para verlo desde el concepto estoico buscando alternativas para subsistir y convivir con el cambio climático en sintonía con el entorno.
