Tras la anulación del juicio por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), la Audiencia de Alicante ha dejado en libertad a los dos acusados encarcelados por el crimen del maletero cometido en Petrer. La decisión se adoptó ayer tras una vista celebrada en la Sala de Jurado y a instancias de las defensas de ambos procesados a raíz de que el TSJ ordenara repetir el juicio en el que ambos resultaron condenados por homicidio y obligara a repetirlo con un jurado y un magistrado distintos. 

Ambos llevan ya casi cuatro años encarcelados por este crimen y en diciembre se cumple el plazo máximo que pueden estar encarcelados de manera preventiva. En el auto notificado ayer a las partes, se señala que no hay tiempo material para celebrar el nuevo juicio antes de esa fecha, por lo que se ordena la liberación de ambos acusados, que se encontraban en los centros penitenciarios de Fontcalent y de Albocàsser (Castellón) respectivamente. 

A pesar de la libertad, la Audiencia acuerda otras medidas para garantizar que no intentan eludir el nuevo juicio. Entre ellas se encuentra la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer cada semana ante el juzgado de guardia de su localidad, con la prohibición expresa a salir del territorio nacional.

Como ya publicó este diario en su edición de ayer, los hechos se remontan al 7 de diciembre de 2018 en lo que todo apunta a que fue un ajuste de cuentas que tuvo lugar en una finca de Petrer. Tras la muerte a tiros de la víctima, el cadáver fue introducido en el maletero de un coche y fue localizado meses después estacionado en una calle de Alicante. La investigación apuntaba a que los autores del crimen culpaban a la víctima de la desaparición de partidas de marihuana y acabaron con su vida a tiros. Por este crimen, un jurado popular declaró culpables del homicidio a dos de los acusados, mientras que otros dos implicados más fueron exculpados. En el mismo juicio, un amigo de la víctima fue condenado a cinco años y medio de cárcel por delitos de tenencia ilícita de armas y organización criminal.

La sentencia imponía doce años y medio de prisión a Raúl B. Q. y a Juan Carlos H. R. por un delito de homicidio. Ambos estaban en prisión desde su detención por el crimen y en diciembre se iban a cumplir cuatro años desde su encarcelamiento, el tope máximo de tiempo que se puede estar en prisión sin haber sido juzgado. Las defensas de ambos (Concepción Ferrández Campillo y José Manuel Yepes Rodríguez en el caso de Raúl B. Q; y Alicia Grau Córdoba y Francisco Miguel Galiana Botella en el caso de Juan Carlos H. R.) recurrieron la condena al TSJ denunciando irregularidades en la sentencia. Entre ellos que el jurado valorara pruebas recogidas en un registro que había sido anulado, así como que en la resolución la magistrada diera por probados hechos sobre los que no se pronunció el jurado.

Las defensas plantearon tras la decisión de repetir del juicio que las circunstancias no son las mismas que las de hace cuatro años y que ambos acusados tienen arraigo en España, por lo que se descarta que puedan tratar de huir del país. En la misma vista, la Fiscalía anunció a que no se oponía a la liberación de los acusados, siempre que se adoptaran otras medidas de control que garantizaran que se pudieran personar en el juicio.

En la vista compareció Juan Carlos H. R. por videoconferencia desde la prisión de Fontcalent; mientras que en el caso del segundo acusado no se pudo conectar por problemas técnicos con el penal de Albocàsser, motivo por el que la vista se sustituyó por la presentación de informes por escrito. A última hora de la mañana, la Audiencia ordenó la libertad de ambos.

Los procesados implicaban a otro hombre en Colombia

Durante el juicio y desde el final de la instrucción, los acusados implicaban en el crimen a otra persona que estaba detenida en Colombia por otra investigación y para quien la causa estaba archivada.  Este ciudadano colombiano, conocido por el apodo de «El rubio», llegó a declarar en octubre desde la prisión colombiana donde estaba recluido y se declaró inocente. Aseguró que no sabía nada del asesinato pese a que el resto de testigos que presenciaron los hechos le han situado en la escena del crimen y varios le señalan como la persona que apretó el gatillo. J.A.M.