Unidad en reforzar la industria pero discrepancia en las medidas

Los partidos de izquierda apuestan por la energía verde, la modernización de los polígonos y un mayor control de los residuos, mientras la derecha quiere potenciar la marca valenciana y alargar Cofrentes

Unidad en reforzar la industria pero discrepancia en las medidas

Unidad en reforzar la industria pero discrepancia en las medidas / bartomeuroig

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

El pánico desatado por el coronavirus fue seguido de otro susto de consideración: el modelo económico de nuestro país ha dejado a la industria en un segundo plano. No había fábricas de mascarillas que cubrieran las necesidades de la población, ni compañías que pudieran producir material sanitario para los enfermos. Superadas las primeras olas, llegó una réplica: el transporte marítimo se dificultó, con lo que industrias como la Ford de Almussafes tuvo que detener parte de su producción al no disponer de suficientes semiconductores.

La solución es reindustrializar España. El propósito suena bien: el tejido industrial es fundamental en el PIB, y los empleos en el sector suelen tener retribuciones interesantes. Pero las cosas no son tan fáciles. Las inversiones económicas son cuantiosas, y en menos tiempo del que parece hay que afrontar la transición energética, lo que implica una fuerte reconversión de las fábricas tal como ahora las conocemos. La Comunidad Valenciana encabeza algunos proyectos relevantes, como la gigactoría de baterías de coches eléctricos en Sagunt o la decisión de Ford de seguir en el territorio autonómico en su futura etapa, alejada de los motores de combustión.

Mientras tanto, sectores consolidados como la cerámica de Castellón o el calzado de Alicante han sufrido imprevistos en los últimos tiempos, como el fuerte crecimiento de los costes energéticos, la carencia puntual de materias primas o la deslocalización a terceros países.

La política industrial está muy presente en los programas de las elecciones autonómicas, pero las recetas que proponen son muy variadas y poco coincidentes. El PSPV considera que para ver un crecimiento sólido hay que afrontar primero la sustitución de los combustibles fósiles por las energías renovables, así que incluye apartados sobre la implantación del hidrógeno verde, las comunidades energéticas o ayudas para que las empresas puedan adaptarse a las futuras necesidades sin tener que perder capacidad productiva.

En un lado totalmente contrapuesto se encuentra Vox, que también quiere soberanía energética para la Comunidad, pero a base de alargar la vida útil de la central nuclear de Cofrentes, que debería dejar de funcionar en el año 2030.

El Partido Popular también hace referencia al respaldo público para favorecer el cambio de modelo productivo, a base de reforzar las firmas de carácter tecnológico.

Adaptación a la última tecnología

Otros puntos referidos a la reindustrialización tienen que ver con el fomento de los espacios para las fábricas. Compromís y Ciudadanos aluden a los polígonos para dotarlos de la última tecnología disponible, así como poner al día el suelo industrial disponible, a fin de atraer al máximo número posible de compañías.

También Compromís hace referencia a conectar la formación profesional con las necesidades de las industrias, especialmente entre las pymes que requieren de perfiles más técnicos. Unides Podem, por su parte, también recalca la necesidad de arraigar el empleo, y propone una entidad que prevea hacer fondos de participación pública en las empresas.