AD | Mª del Mar Rodríguez Martínez, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Alicante (COAFA)

La colegiación es garantía de calidad

La contratación de un administrador de fincas obedece a la necesidad de confiar los intereses de la comunidad de propietarios a un profesional

Los administradores de fincas de Alicante se dedican a la administración y gestión del patrimonio inmobiliario de la ciudad.

Los administradores de fincas de Alicante se dedican a la administración y gestión del patrimonio inmobiliario de la ciudad. / SIRAPHOL S.

El Colegio de Administradores de Fincas de Alicante (COAFA) es una corporación de derecho público integrado por profesionales que se dedican a la administración y gestión del patrimonio inmobiliario en la provincia de Alicante. Por la importancia de los servicios que prestamos, tenemos atribuidos un conjunto de funciones que nos dan un papel importante en la ordenación de la política de vivienda en España y en el ejercicio del derecho constitucional a la vivienda para los ciudadanos en condiciones de seguridad y habitabilidad; y ello conlleva la obligación de garantizar, entre otras, la seguridad jurídica de las comunidades de propietarios, la gestión económica integral de los recursos presupuestarios, la conservación y mantenimiento del patrimonio inmobiliario, la garantía del desarrollo y adecuada aplicación de las políticas de vivienda y de las políticas sociales definidas por la normativa vigente y por la acción de las Administraciones Públicas.

La colegiación de los administradores de fincas es un importante valor añadido porque a través de ella, vigilamos la praxis profesional facilitando el conocimiento y cumplimiento de todo tipo de disposiciones legales que afecten a nuestra actividad, además de hacer cumplir las normas deontológicas. Otra de las garantías de tener un administrador de fincas colegiado, es que todos ellos tienen la cobertura de una póliza de aseguramiento de la responsabilidad civil profesional.

De ahí la importancia de la figura del administrador de fincas. La creciente profesionalización de esta actividad muestra un crecimiento paralelo a la complejidad de la vida socioeconómica. Desde esta perspectiva, la contratación de un administrador de fincas obedece a la necesidad de confiar los intereses de la comunidad de propietarios a un profesional, cuya dedicación y preparación lo sitúan en las mejores condiciones para resolver las cuestiones y problemática relacionadas con la conservación, disfrute o mejora del patrimonio inmobiliario.

La problemática y la casuística en propiedad horizontal son muy extensas y unido a las nuevas tecnologías que irrumpen con fuerza y a la temática que afecta al área de vivienda, el profesional ha de estar en permanente formación y a la vanguardia de toda innovación que pueda afectar a su actividad.

Mª del Mar Rodríguez Martínez, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Alicante (COAFA).

Mª del Mar Rodríguez Martínez, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Alicante (COAFA). / jose ramon valero

En estos momentos la implantación de la eficiencia energética en los edificios, los fondos europeos o la inflación repercutida en los gastos comunitarios, son un ejemplo de la dinámica vertiginosa que obliga a la formación especializada para acometer con éxito todos los escenarios que se les plantean a las comunidades de propietarios. Reseñar la buena sintonía que desde COAFA tenemos con las Administraciones Públicas, y la buena repercusión que están teniendo las diversas entrevistas con Ayuntamientos y Conselleria de Vivienda, en beneficio de todos nuestros colegiados.

Y sin olvidar la pericia del colegiado en el trato directo con los vecinos dentro del marco de las relaciones humanas, ya que los resortes de la convivencia en las comunidades son cada vez más sensibles.

En ese sentido, para frenar la escalada de conflictos entre vecinos, el colegio pone a disposición del ciudadano el Instituto de Mediación (IMCOAFA) como herramienta de soluciones eficaces, ágiles y más económicas que los tribunales.

En definitiva, contar con un administrador de fincas colegiado presenta como he apuntado anteriormente, innumerables ventajas al garantizarse no únicamente una adecuada gestión patrimonial de los intereses comunitarios, sino también un nivel de exigencia en sus actuaciones al tratarse de un profesional que se encuentra respaldado por una corporación de derecho público. La colegiación es garantía de calidad.