Subsidio para mayores de 52 años: ¿sabes renovar la ayuda una vez al año?

Si no presentas este papel puedes perder la ayuda para mayores desempleados

Una pareja de pensionistas dando un paseo.

Una pareja de pensionistas dando un paseo. / Daniel Tortajada

Eneko López Rico

Eneko López Rico

El subsidio destinado a las personas mayores de 52 años representa una ayuda vital para aquellos que se encuentran en una situación de desempleo y buscan una forma de sostener sus necesidades básicas mientras encuentran nuevas oportunidades de trabajo. 

Este apoyo financiero no solo ofrece un respiro económico sino que también contribuye a que los beneficiarios mantengan su cotización a la Seguridad Social, crucial para la futura jubilación. Sin embargo, es fundamental entender cómo esta ayuda influye en la declaración de la renta, un aspecto que puede generar dudas entre los receptores de dicho subsidio.

Para ser elegible para este subsidio, los solicitantes deben superar la barrera de los 52 años y cumplir con ciertos requisitos, que son los siguientes: 

  • Estar inscrito como demandante de empleo.
  • Haber cotizado un mínimo de 15 años a la Seguridad Social.
  • Cumplir con los requisitos para acceder a la jubilación contributiva, excepto por la edad. Anteriormente los que percibiera este subsidio debían acogerse a la jubilación anticipada, pero ya no es el caso y el trabajador puede elegir si hacerlo o cobrar el subsidio hasta llegar a la edad de jubilación.
  • No tener ingresos superiores al 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), excluyendo las cotizaciones a la Seguridad Social.

Para renovar y mantener el subsidio para mayores de 52 años es esencial cumplir con una serie de requisitos, entre los que se destaca la necesidad de realizar una declaración de rentas anualmente.

Jubilados en una playa de Benidorm en una fotografía de archivo.

Jubilados en una playa de Benidorm / David Revenga

Este procedimiento, obligatorio para quienes reciben el subsidio, es llevado a cabo por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) con el fin de asegurar que los ingresos del solicitante no excedan el umbral permitido para calificar para el subsidio. Esta medida busca preservar la integridad del sistema, asegurando que el apoyo financiero llegue a aquellos que verdaderamente lo necesitan. Según el SEPE, no se deben tener ingresos mensuales propios que superen el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sin contar la parte proporcional de las dos pagas extra, como ya te hemos contado.

Además, es importante tener en cuenta que para este año, el SMI ha sido incrementado a 1.134 euros brutos mensuales, distribuidos en 14 pagas. Este cambio es crucial al momento de solicitar el subsidio o al hacer la declaración de rentas, dado que influye directamente en la elegibilidad para recibir el apoyo.

Procedimiento para la declaración de rentas

La presentación de la declaración de rentas ante el SEPE es un proceso que los beneficiarios pueden realizar de manera sencilla. Se requiere entregar una declaración jurada detallando todos los ingresos recibidos, incluyendo rentas del trabajo, de capital, ganancias patrimoniales, entre otros. Para facilitar este proceso, el SEPE permite la presentación de esta declaración a través de su sitio web.

Es necesario presentar esta declaración cada año, contando desde la fecha en la que se otorgó el derecho al subsidio o desde la última vez que se reanudó. El SEPE estipula un plazo de 15 días después de cumplirse el año para realizar esta declaración y poder así renovar el subsidio.

Consecuencias de no presentar la declaración de rentas

La omisión en la presentación de la declaración de rentas en el plazo indicado puede llevar a la suspensión del subsidio. Si se descubre que un beneficiario ha superado el límite de ingresos permitido, podría enfrentarse a la obligación de devolver los montos recibidos indebidamente. Según el SEPE, no realizar la declaración anual se considera una falta muy grave, que podría resultar en la pérdida de la prestación. Además, la sanción puede incluir la exclusión de recibir cualquier tipo de prestación económica o ayuda para el fomento del empleo durante un año, así como la prohibición de participar en programas de formación profesional para el empleo durante el mismo período.